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04jul10
La crisis inmobiliaria española les cuesta 15.000 millones al año a los ayuntamientos
La recaudación que a los ayuntamientos le proporcionaba el ladrillo en los años del boom inmobilario prácticamente ha desaparecido: los consistorios ingresarán en 2010 un 90% menos que hace cuatro años.
Lo que el ladrillo se llevó. Así se podría titular la película que se rueda en miles de consistorios españoles. Un largometraje en blanco y negro, en clave de thriller financiero. En primer plano, los concejales de Urbanismo, en busca de las arcas perdidas. Junto a ellos, los alcaldes, al borde de un ataque de nervios porque con el estallido de la burbuja inmobiliaria han dejado de ingresar casi 15.000 millones de euros al año. Ya en cartelera en su ayuntamiento habitual.
La gran novedad del guión inmobiliario local se presta menos a la chanza: por primera vez hay un cálculo sobre la mesa que cuantifica el impacto del estallido de la burbuja de la vivienda en las cuentas municipales, incluyendo estimaciones de 2009 y 2010. El Instituto de Práctica Empresarial (IPE), escuela de negocios líder en el sector inmobiliario en España, ha cifrado para EXPANSIÓN cuánto aporta la actividad residencial a la recaudación pública. Y las conclusiones confirman los peores augurios de los ayuntamientos. Las arcas municipales ingresan ahora casi 15.000 millones de euros menos al año que antes.
Si los ayuntamientos recaudaron 16.662 millones de euros en 2006 gracias al ladrillo, en 2009 sólo obtuvieron 2.525 millones, estima el IPE. Y en 2010 la cifra se reduce a 1.830 millones. Es decir, un 27,5% por debajo del ejercicio pasado y un 90% menos que hace cuatro años. De una fecha a otra el importe se reduce en 14.832 millones de euros, casi un 1,5% del PIB nacional.
Tasas e impuestos
El hundimiento se debe sobre todo a la drástica caída de la llamada "monetarización del aprovechamiento urbanístico". Esto es, al pago de la cantidad equivalente a la cesión de terrenos de los promotores al consistorio (normalmente, un 10%). De los 13.853 millones de euros que aportaban los empresarios en 2006 se ha pasado a sólo 1.200 millones. El 91,2% menos. Se han esfumado nueve de cada diez euros.
El otro flanco de ingresos municipales a costa de la construcción se compone de impuestos y tasas por ejecución de obras. Si hace cuatro años los más de 8.000 entes locales españoles aunaban 2.809 millones por estos conceptos, este año se quedarán en 630, según el IPE.
IVA e ITP
Resumiendo, si se compara la bonanza de 2005, 2006 y 2007 con los tres años de crisis siguientes, los consistorios recaudaron 33.022 millones de euros menos gracias a la vivienda. Pero no sólo los alcaldes lloran al añorado ladrillo. La recaudación fiscal por el IVA y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que gravan el cambio de la titularidad de un suelo o un inmueble -nuevo o usado, respectivamente-, también ha disminuido con fuerza.
Sólo ahora vuelven a repuntar las compraventas -17,2% interanual en abril-, por lo que el IPE calcula que este año el Estado y las autonomías recaudarán un 0,65% más que en 2009 por la vía de las transmisiones inmobiliarias.
23.000 millones menos.
Eso sí, este brote verde aún estará un 32,2% por debajo de los históricos 26.556 millones ingresados en 2006 por ITP e IVA. En total, en España "se han reducido los ingresos públicos por la caída de la actividad inmobiliaria en más del 50%". Ahora se recaudan 23.238 millones de euros menos que en los años dorados.
"Actualmente se mantiene un nivel recaudatorio cercano a los 20.000 millones (2 puntos porcentuales del PIB), gracias a la ligera subida de compraventas, ya que los ingresos por aprovechamientos urbanísticos y licencias de obras siguen cayendo", apunta José Antonio Pérez, director general del IPE.
Recalentamiento
Pérez recuerda que del año 2000 al 2008 "el sector inmobiliario generó para la Administración Pública unos ingresos superiores a los 200.000 millones, en concepto de impuestos, tasas, transmisiones y aprovechamientos". Ese recalentamiento sembró las bases del brusco giro al infierno de la vivienda, tras la belle époque de la burbuja residencial.
La cámara ahora enfoca al IVA inmobiliario, que acaba de subir del 7% al 8%, y a la supresión de la desgravación fiscal en el IRPF por la vivienda habitual, que pasará a mejor vida el 1 de enero de 2011. La psicosis no se ha esfumado, ya que el Gobierno y la economía aún no han encontrado sustituto a ladrillo. Así que, lejos del fin, la película de la crisis inmobiliaria entra ahora en su clímax, camino de la perdición. Continuará...
[Fuente: Por J.M. Lamet, Expansión, Madrid, 04jul10]
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