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08sep22
El Gobierno de Bolivia apuesta a la energía solar para "vivir en armonía con la Madre Tierra"
Los altos niveles de radiación del altiplano boliviano proveen las condiciones para obtener energía solar limpia y renovable. En el departamento de Oruro funciona la planta fotovoltaica más grande del país y la más alta del mundo, ubicada a 3.700 metros sobre el nivel del mar.
El Gobierno de Luis Arce avanza en la modificación de su sistema energético para dejar de depender de los combustibles fósiles. Con esta finalidad, en el departamento de Oruro funciona la planta solar fotovoltaica más grande del país, que ocupa 214 hectáreas, operada por la estatal Empresa Nacional de Electricidad Bolivia (ENDE).
Con este y otros proyectos similares, se apunta a que próximamente el 70% de la electricidad se genere con energías limpias y el 30% restante con gasolina y diésel. Actualmente, el 50% de la energía de Bolivia proviene de plantas eléctricas que emiten dióxido de carbono (CO2) por la quema de combustibles en su funcionamiento.
Sputnik conversó con Rodrigo Corrales, gerente de la planta solar de Oruro, quien explicó las perspectivas del sector energético.
"El modelo económico del país propicia este cambio en la matriz energética, que tiene componentes dirigidos a vivir en armonía con la naturaleza y con la Madre Tierra", dijo el gerente.
Sumado a ello, están los compromisos asumidos por Bolivia ante las Naciones Unidas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): "Existen compromisos de reducción de emisiones, que motivan justamente esta política de cambio de la matriz energética", comentó Corrales.
Y agregó: "Que cambiemos la matriz energética va a ayudar a que nuestros hijos y nietos tengan un planeta más limpio, más sostenible. También tenemos que transmitirles valores para que vivan en armonía con la Pachamama, como le llamamos aquí en Bolivia".
Para Corrales, "si todo el mundo avanzara en ese sentido, sin duda podríamos mitigar y corregir los problemas que causa el cambio climático".
La planta solar más alta del mundo
La planta fotovoltaica de Oruro consta de 300.000 paneles de tipo policristalino con capacidad de 330 vatios cada uno. Por su ubicación, a 3.700 metros sobre el nivel del mar, es considerada la más alta del mundo.
Con su producción de 100 megavatios (MW), también es la más importante del país. La planta solar de Uyuni, en Potosí, genera 60 MW. La de Cobija, en el departamento Amazónico de Pando, genera 5 MW; lo mismo que la planta Yunchará, en Tarija (sur). Según el Gobierno nacional, el 50% de la energía que consume el país proviene de energías renovables, como la que producen las hidroeléctricas.
En total, Bolivia genera 3.200 MW, que representan el doble de lo que consume la población y sus industrias.
"Estamos realizando análisis técnicos para implementar 300 MW adicionales en energía fotovoltaica en plantas situadas en diferentes departamentos. Muy seguramente, en función a los resultados que den los estudios vamos a tener un panorama más detallado de cómo vamos a planificar esta expansión del sistema", dijo el gerente de la planta orureña.
La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (la COP 21) fue realizada en París, Francia. En ese ámbito, este país se comprometió a apoyar a las naciones que quisieran desarrollar energías limpias y renovables.
Por eso, la planta fotovoltaica de Oruro fue construida con el financiamiento de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), que aportó 86 millones de dólares, el 70% del costo total.
El radiante altiplano
El altiplano boliviano, conformado por los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, registra uno de los niveles de radiación solar más altos del mundo.
"Tenemos tres pisos en términos de altura geográfica. El altiplano, parte de la cordillera de los Andes, presenta niveles de radiación sobresalientes, con zonas muy intensas. Esta es una ventaja, porque nos permite tener producción de energía óptima", consideró Corrales.
Con los 100 MW de esta planta fotovoltaica se mantienen las luces encendidas en todo el departamento de Oruro. Y en ocasiones incluso sobra, por lo cual la reenvían a La Paz y Potosí.
En las tierras bajas de Bolivia la radiación no es tan elevada, pero los vientos son fuertísimos en varios momentos del año.
"En el área de Santa Cruz (este) ya existen tres parques eólicos. Los más grandes son San Julián y El Dorado, que tienen una buena producción de energía eléctrica. Son zonas bastante ventosas, que tienen velocidades de viento bastante regulares en el año", explicó Corrales.
Desde que entró en funcionamiento, en febrero de 2021, hasta junio de 2022, la planta de Oruro produjo unos 237 gigavatios de energía por hora (GWh). De esta manera, se evitó emitir a la atmósfera más de 188.627 toneladas de CO2, según cálculos del gerente.
Hasta 2025, cuando concluya el mandato del presidente Arce, se prevé que más del 70% de la energía vendrá de plantas solares, hidroeléctricas y campos eólicos, entre otros.
"Todo sistema eléctrico requiere de una matriz diversificada de generación. Esto hace que el sistema sea saludable en términos de estabilidad y de competitividad", afirmó Corrales.
Por ello, "el Gobierno nacional acertadamente ha emitido decretos y regulaciones destinadas a incentivar el uso de energías alternativas, en particular la fotovoltaica. Entonces, muy seguramente van a construirse nuevas centrales medianas y grandes", aseguró.
[Fuente: Por Sebastián Ochoa, Sputnik Mundo, Moscú, 08sep22]
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