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21nov13
Santander vende su inmobiliaria Altamira al fondo Apollo por casi 700 millones de euros
Faltan los flecos de la financiación, pero si nada se tuerce a última hora el fondo de inversión Apollo habrá cerrado su adquisición más importante en España. La firma con sede en Nueva York se ha impuesto en la subasta por Altamira Real Estate, la división inmobiliaria del Banco Santander, por la que se ha comprometido a pagar algo menos de 700 millones de euros. Fuentes oficiales han declinado ofrecer detalles, ya que el precio definitivo está todavía sujeto a cuestiones de financiación.
Tras un proceso de menos de tres meses, Santander ha vuelto a ser la primera gran entidad en soltar su negocio inmobiliario (promoción, desarrollo y gestión de activos). El interés existente en el mercado animó al banco presidido por Emilio Botín a encargar un proceso a PwC para que gestionara la venta a la vuelta del verano. Como en otro tipo de subastas de activos financieros o inmobiliarios, los interesados en esta operación volvieron a ser los mismos grandes inversores de casi siempre.
Al final, Apollo firmó el viernes pasado una carta de intenciones que le concede exclusividad sobre el otro finalista, Centerbridge (propietario de Aktua, el antiguo gestor de recobro de Banesto) para resolver la inversión a su favor. Al corte final no llegaron los fondos Cerberus (Bankia Habitat) ni Starwood, que fueron peores que las ofertas principales, después de que se decidiera incluir activos inmobiliarios, además del contrato de gestión de los inmuebles, incluida estructura operativa y plantilla.
En caso de completar esta operación, Apollo se consolidará como uno de los inversores más activos del mercado. Al principio de la crisis, la firma neoyorquina debutó en nuestro país con la compra de varias carteras de crédito al consumo de Bank of America. Más tarde, sus gestores consiguieron imponerse en la compra de EVO Bank, el negocio bancario de Novagalicia Banco desarrollado con esa marca para el territorio nacional fuera de Galicia-Asturias-León, por el que pagaron en torno a 60 millones.
Ahora, la tipología del activo es bien distinta. Altamira Real Estate pasa por ser una de las inmobiliarias más grandes del mercado. En abril de 2012, la entidad con sede en Boadilla del Monte fusionó su filial con Mesena, la unidad especializada de Banesto, dando lugar a un gigante que gestiona pisos (en construcción o terminados) por un valor superior a 3.500 millones de euros. Una vez estuvo todo listo, Botín sacó de esta división a Remigio Iglesias, su hombre de confianza, para un nuevo cometido.
Con todo ya decidido, era cuestión de poner en valor la capacidad comercial de la filial. Para ello, Santander amplió hasta fin de año la campaña de subastas de inmuebles para pujar, a través de la web de Altamira, por un catálogo de unas 5.000 viviendas, plazas de garaje, trasteros, u oficinas. Esta agresiva dinámica vendedora ha permitido que la división recién vendida despachara cerca de 11.800 inmuebles, entre propios y financiados, durante los primeros nueve meses del año.
[Fuente: Por Carlos Herranz, El Confidencial, Madrid, 21nov13]
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