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16jul10
Declaraciones del presidente sobre la aprobación de la reforma normativa financiera
"Debido a esta reforma, nunca se le volverá a pedir al pueblo estadounidense que se responsabilice por los errores de Wall Street. Ya no habrá más rescates pagados por el contribuyente, punto. Si una gran institución financiera se va a la quiebra, esta reforma nos da la capacidad de cerrarla paulatinamente sin poner en peligro la economía en general", indican unas declaraciones del presidente Obama publicadas el 16 de julio con motivo de la nueva ley de normativa financiera.
A continuación una traducción de las declaraciones del presidente tal y como fueron publicadas por la Casa Blanca:
(comienza el texto)
La Casa Blanca
Oficina del secretario de Prensa
Para publicación inmediata16 de julio de 2010
Declaraciones del Presidente sobre la aprobación de la Reforma Normativa Financiera
El Presidente: Buenas tardes a todos. Con el voto de hoy en el Senado, el Congreso de Estados Unidos ahora ha aprobado un proyecto de ley de reforma de Wall Street que les dará mayor seguridad económica a familias y empresas en todo el país.
Estuvo claro desde el momento en que se inició, que esta recesión no fue resultado de una típica desaceleración económica. Fue resultado de la imprudencia e irresponsabilidad en ciertos rincones de Wall Street que infectaron toda la economía, una irresponsabilidad que les costó a millones de estadounidenses el empleo y a millones más, el dinero que ahorraron con tanto esfuerzo. Es por eso que las empresas no pueden obtener crédito y que las familias no han podido ver que el valor de su vivienda se aprecie; de hecho, el valor de sus casas ha disminuido drásticamente.
Incluso antes de la crisis financiera que llevó a esta recesión, hablé en Wall Street sobre la necesidad de reformas de sentido común para proteger a los consumidores y nuestra economía en general. Pero la crisis llegó e hizo evidente la necesidad del tipo de reforma que el Senado aprobó hoy, una reforma que protegerá a los consumidores cuando saquen un préstamo hipotecario o soliciten una tarjeta de crédito; una reforma que evitará el tipo de tratos sospechosos que llevaron a esta crisis; una reforma que hará que los contribuyentes nunca tengan que volver a responsabilizarse por los errores de Wall Street.
La reforma que el Congreso aprobó hoy logrará dichos objetivos. Es un proyecto de ley que se hizo posible ante todo por los infatigables esfuerzos del presidente de comité Chris Dodd y el congresista y presidente de comité Barney Frank, como también el liderazgo de Harry Reid y Nancy Pelosi. Estoy sumamente agradecido por su determinación ante un masivo esfuerzo de cabildeo por el sector financiero, y también estoy agradecido con todos los miembros del Congreso que apoyaron la reforma, entre ellos tres senadores republicanos que hoy pusieron de lado la política y el partidismo para votar a favor de esta medida.
El sector financiero es fundamental para la capacidad del país de crecer, prosperar, competir e innovar. Esta reforma promoverá tal innovación, no la impedirá. Está concebida para asegurar que todos se ciñan al mismo conjunto de normas, para que las firmas compitan en base al precio y calidad, no trucos ni trampas. Exige rendimiento de cuentas y responsabilidad de parte de todos. Ofrece seguridad a todos, desde banqueros hasta agricultores, dueños de empresas y consumidores. Y a no ser que su modelo de negocio dependa de tomar atajos o defraudar a sus clientes, no tienen nada que temerle a esta reforma.
A todos los estadounidenses que se están preguntando lo que la reforma de Wall Street significa para ellos, esto es lo que pueden esperar. Si alguna vez han solicitado una tarjeta de crédito, un préstamo estudiantil, un préstamo hipotecario, conocen la sensación de firmar papeles con letra menuda que apenas logran comprender. Es un gran paso para la mayoría de las familias, uno que a menudo está rodeado de confusión y aprensión innecesaria. Como resultado, muchos estadounidenses simplemente son engañados con tarifas y préstamos engañosos que simplemente están fuera de su alcance, por empresas que saben exactamente lo que están haciendo.
Esos días pronto llegarán a su fin. De ahora en adelante, todo estadounidense tendrá el poder que se deriva de contar con la información clara y concisa que necesita para tomar las decisiones financieras que más le convienen. Este proyecto de ley acabará con las prácticas abusivas y las entidades inescrupulosas que otorgan préstamos hipotecarios. Le dará más fuerza a la nueva ley de tarjetas de crédito que aprobamos, la cual prohíbe el aumento injusto de tarifas y asegura que sin querer, las personas no se vean afectadas por cuotas por sobregiro tras abrir una cuenta corriente. Les dará a los estudiantes que sacan préstamos para pagar la universidad información clara y asegurará que los prestamistas no se aprovechen del sistema. También asegurará que todo estadounidense reciba un puntaje crediticio gratuito si se le niega un préstamo o seguro debido a ese puntaje. A fin de cuentas, esta reforma pone en vigor las más estrictas medidas de protección al consumidor de la historia y crea una nueva entidad para velar por los intereses del consumidor y velar por el cumplimiento de dichas medidas.
Debido a esta reforma, nunca se le volverá a pedir al pueblo estadounidense que se responsabilice por los errores de Wall Street. Ya no habrá más rescates pagados por el contribuyente, punto. Si una gran institución financiera se va a la quiebra, esta reforma nos da la capacidad de cerrarla paulatinamente sin poner en peligro la economía en general. Y habrá normas nuevas para acabar con la percepción de que cualquier firma es "demasiado grande como para permitir que quiebre", de manera que no volvamos a tener un caso como el de Lehman Brothers o AIG.
Debido a la reforma, el tipo de trato complejo y a puerta cerrada que ayudó a desencadenar esta crisis financiera finalmente saldrá a la luz. Y de ahora en adelante, los accionistas y otros ejecutivos sabrán que los accionistas tendrán mayor influencia sobre la paga de los CEO, para poder recompensar el éxito en vez del fracaso y ayudar a cambiar los malsanos incentivos que fomentaron que se tomaran tantos riesgos imprudentes en el pasado.
En resumen, la reforma de Wall Street les dará más seguridad a las personas comunes y corrientes, a las familias que tratan de comprar su primera casa o mandar a sus hijos a la universidad; a los contribuyentes que no tienen por qué pagar por los errores ni la irresponsabilidad de nadie; a las pequeñas empresas, bancos comunitarios y cooperativas de crédito que se ciñen a las normas, a los accionistas e inversionistas que quieren ver que las empresas crezcan y prosperen.
Ahora bien, el líder republicano de la Cámara de Representantes ya ha propuesto que se revoque esta reforma. Yo diría que Estados Unidos no puede darse el lujo de retroceder y considero que eso es lo que también piensan los estadounidenses. No podemos darnos el lujo de otra crisis financiera mientras salimos de la anterior.
Dije cuando asumí el mando que simplemente no podemos reconstruir esta economía sobre la misma pila de arena, con tarjetas de crédito al máximo, casas utilizadas como cajeros automáticos o firmas excesivamente apalancadas en Wall Street. Necesitamos reconstruir sobre cimientos más fuertes y firmes para el crecimiento económico. Es por eso que hemos invertido en energía renovable, que actualmente está generando nuevos empleos en todo Estados Unidos. Es por eso que estamos reformando nuestro sistema educativo para que nuestros trabajadores puedan competir en la economía mundial. Por eso hemos aprobado la reforma de salud que reducirá los gastos de familias y empresas. Y por eso estoy a punto de promulgar la reforma de Wall Street, para proteger a los consumidores y sentar las bases para un sistema financiero más firme y seguro, uno que es innovador, creativo, competitivo y mucho menos propenso al pánico y el colapso. Además de las medidas que estamos tomando para propiciar la innovación, fomentar la contratación y frenar nuestro déficit, es así que a fin de cuentas vamos a crear una economía más sólida y más próspera de lo que era antes, y que les ofrezca oportunidades a todos los estadounidenses.
Muchas gracias.
P. Señor, żle alienta que el petróleo haya dejado de fluir al golfo?
El Presidente: Considero que es una señal positiva. Todavía estamos en la fase de prueba. Tendré más comentarios al respecto mañana.
(termina el texto)
[Fuente: Departamento de Estado, Washington, 16jul10]
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