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16mar15
Continúa la caída del Grupo Prisa: Cebrián sentencia su deficitaria división de revistas
La grave crisis financiera que arrastra la compañía responsable de 'El País' le ha llevado a abandonar algunos negocios estratégicos durante los últimos meses, como la televisión de pago. La próxima división que sufrirá las consecuencias de esta situación es su editora de revistas, cuyas cabeceras las dejará de editar en breve.
Los preocupantes números rojos que rematan el balance de situación del Grupo Prisa han obligado a sus responsables a tomar decisiones límite durante los últimos meses que han supuesto la merma del poder y la dimensión de un imperio de medios de comunicación al que, hasta hace unos años, parece que nadie podía plantar cara. La próxima división de la que pretende deshacerse su presidente ejecutivo, Juan Luis Cebrián, es la de revistas, que incluye cabeceras como Rolling Stone o Cinemanía.
La orden emitida desde las altas instancias de la compañía es que Prisa Revistas debe desprenderse de las cuatro publicaciones que la componen, que, además de las citadas, son Car, dedicada al automovilismo, y Claves, del sector cultural, han explicado a Vozpópuli fuentes del grupo. El motivo es que ninguna de estas cabeceras es rentable para una compañía que se encuentra inmersa en una economía de guerra y que cerró el ejercicio 2014 con una deuda bancaria neta de casi 2.600 millones de euros.
Prisa ha mantenido recientemente negociaciones con varios empresarios del sector editorial español para tratar de transferir la titularidad de estas publicaciones, aunque, de momento, ninguno ha expresado su interés decidido por adquirirlas, según ha podido saber este periódico. Ante esta situación de incertidumbre, en el grupo han decidido dar el primer paso hacia adelante y han tomado la decisión de prescindir de la licencia en España de Rolling Stone, la revista musical propiedad de la editora estadounidense Wenner Media.
Realización de suplementos
Una de las principales incógnitas que penden sobre esta operación radica en el futuro del casi medio centenar de empleados que pertenecen a Prisa Revistas. Fuentes del Grupo recuerdan que esta división se ha enfrentado a severos recortes desde el inicio de la crisis de la empresa que han reducido la dimensión de su plantilla a la mitad y han supuesto un progresivo empeoramiento de las condiciones laborales de quienes conservan su puesto.
Ahora bien, estos informantes inciden en que la intención de Juan Luis Cebrián es la de mantener a una parte de estos trabajadores, con el objetivo que se dedique a la elaboración de suplementos y publicaciones de carácter especial para sus tres periódicos de tirada nacional, como son El País, As y Cinco Días.
De lo que no cabe duda es de que, en el corto plazo, esta división se deshará de todas sus publicaciones en papel y confirmará una muerte clínica que se inició con la crisis de la prensa, hace más de una década, y se ha certificado en estos últimos ejercicios, en los que Prisa ha perdido -voluntaria o forzosamente- la licencia de edición de varias cabeceras y no ha sabido sacar rentabilidad a las que ha mantenido.
Uno de los mejores indicadores para medir la decadencia de este negocio es el que ofrecen los últimos números de la empresa fundada por Jesús de Polanco, correspondientes al ejercicio de 2014. Estos datos muestran que, en tan sólo un año, los ingresos de esta división disminuyeron el 29,3 %, mientras que la recaudación por publicidad descendió el 10,8. En estas condiciones, Cebrián parece haber dicho "basta" y ha ordenado negociar con otros editores con el objeto de vender las publicaciones que permanecen en Prisa Revistas, que hoy se pueden contar con los dedos de una mano.
[Fuente: Por Rubén Arranz, Vozpópuli, Madrid, 16mar15]
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