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19jun09
Cebrián pone Digital Plus en el escaparate: renunciaría a propiedad y gestión
Empezó febril citando a Barack Obama -"Yes, we can"- y terminó sombrío recordando que sólo "medidas dolorosas" garantizarán el futuro de Prisa los próximos 15 ó 20 años. En el ínterin, Juan Luis Cebrián, cual curtido vendedor ambulante, exhibió la mercancía que debería avalar el tránsito a la estabilidad financiera de un grupo que acumula 5.000 millones de deuda. Especialmente pulida apareció la pieza que ahora tiene más salida, Digital Plus, para la que el todopoderoso consejero delegado de Prisa corteja "una alianza estratégica de gran calado, tanto en el capital como en la gestión". Incluso dijo que a su "propiedad podemos renunciar".
El guiño de Cebrián tenía destinatarios. Primero, sus nuevos compañeros de viaje de Mediapro; aquellos que hace apenas meses le llamaban "académico de la hipocresía" y que hoy son para él "nuestros colegas de Imagina". Por otro, aquellos que decidieron no hace demasiado tiempo ir a la opa de Sogecable y obligaron a Prisa a pedir un crédito de 1.950 millones de euros que aún colea. Telefónica fue la espoleta de los últimos problemas de Prisa. Y es que el acuerdo alcanzado con el dueño de Mediapro, Jaume Roures, para poner fin a la guerra del fútbol y negociar la integración de las áreas audiovisuales de ambos grupos ha vuelto a poner sobre la mesa la venta de la plataforma digital, ahora que cuenta con el balompié en su parrilla.
De hecho, según ha podido saber El Confidencial, una de las opciones que se baraja es dejar Digital Plus fuera de la fusión de activos, lo que facilitaría la entrada de Telefónica. Estas fuentes tampoco descartan que Mediapro pudieran entrar en la gestión de la plataforma, en tanto a la empresa que preside César Alierta lo que realmente le interesan son los dos millones de usuarios que ésta tiene en nómina. Prisa quiere más de 2.500 millones de euros; Santander valoraba recientemente Digital Plus en 2.300 millones, y Telefónica y Vivendi apenas ofrecen 2.000 más 500 en función de ebitda. "No hay duda de que saldrá", apuntan fuentes del mercado. "Es una operación muy presionada por el Gobierno", zanjan.
Puesto Digital Plus en el escaparate, continuó el todopoderoso consejero delegado de Prisa mostrando la plata durante la Junta General de Accionistas celebrada ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Pero el resto es pecata minuta mientras los Polanco se aferren al control. Dijo que el grupo se plantea desinversiones de paquetes minoritarios en actividades audiovisuales y educativas, "mediante instrumentos que eviten al máximo la dilución de los actuales accionistas". En román paladino, se puede vender una participación de Media Capital o Santillana -que ya se ha negociado con Pearson, dueño de Financial Times-, pero Prisa no saldrá de pobre. Sin ir más lejos, la entrada del grupo británico en un 30% de Santillana le supondría sólo 360 millones de euros.
Calor, fallos informáticos y Díez Polanco
En lo que no necesitó insistir Cebrián es en que Prisa necesita un socio tecnológico "para transformar los modelos de negocio e impulsar el verdadero cambio cultural que nuestra empresa necesita". Todos los presentes lo sintieron en sus carnes. No sólo no funcionó el aire acondicionado durante las dos horas de una Junta celebrada entre abanicos; tampoco arrancaba el sistema informático que debía facilitar el quórum que validara el cónclave. Puestos a ser sucintos, Cebrián también se evitó las loas a Javier Díez Polanco, que en mayo dejó de liderar el área audiovisual de Prisa, lo que desbloqueó la relación con Mediapro. "Le ahorraré a Javier, según ambos hemos acordado, el sonrojo de los elogios a su gestión", dijo. Se desconoce quién se sintió más aliviado
Además de las desinversiones y la recapitalización de Prisa, la otra batalla se juega dentro, en el ahorro de costes: lo cifró Cebrián en un 12%. Todo en un marco de economía de guerra. Primero, no habrá dividendos hasta que el nivel de deuda no sea superior a tres veces y media el ebitda generado, cosa que no sucederá como mínimo hasta 2011. Una medida cortesía de los bancos acreedores. Segundo, la caída global de ingresos y publicidad será en 2009 de dos dígitos. Y tercero, habrá recortes importantes de salarios. Además de la congelación a los sueldos anuales superiores a 80.000 euros anuales, los que ganen más de 100.000 verán un recorte en sus nóminas del 8%. El Consejo no percibirá las retribuciones de 2008.
Estos ajustes, en todo caso, afectarán a todos los profesionales del grupo. La directora de Recursos Humanos de El País, Josefa Gutiérrez, comunicaba el pasado miércoles al Comité de Empresa que la dirección del periódico iba a enviar cartas individuales a los trabajadores pidiéndoles que se rebajen el sueldo de forma voluntaria. "A cambio se disminuirá su jornada laboral", explicó Cebrián, que abogó por aplicar la medida lo antes posible, incluso desde este 1 de julio y prolongarla hasta 2010. El Comité de El País ya avanzó que "esta práctica es una agresión que es impropia de una empresa que quiera ser respetuosa con los derechos de los trabajadores. Entendemos que se trata de un intento más de sortear la negociación colectiva presionándonos de forma individual".
[Fuente: Por D. Toledo, El Confidencial, Madrid, 19jun09]
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