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10abr12
El rescate de los mineros peruanos refleja el drama de la minería informal
Los equipos de rescate están a tres metros de los nueve mineros artesanales atrapados desde el pasado jueves a 200 metros de profundidad en la mina de cobre ilegal 'Cabeza de negro', en un pequeño caserío de la región sureña de Ica.
Sorprendentemente fue la Ministra de la Mujer, Ana Jara, la que portando un casco de minero hizo este anuncio la noche del lunes desde el socavón. "Ojalá sea la última noche que nuestros mineros no duermen en casa", declaró ante los medios nacionales e internaciones que cubren en directo este rescate para después anunciar que el presidente Ollanta Humala viajará este martes hasta este alejado distrito iqueño.
Mientras los rescatistas, entre los que se encuentra un experto chileno que participó en el salvamento de los 33 mineros de la Mina San José, apuntalan con grandes vigas de madera el túnel, los mineros atrapados reciben oxígeno, alimentos y medicinas a través de una manguera. Este cordón umbilical les ha permitido la comunicación con sus familiares, que han acampado en los exteriores de 'Cabeza de negro', a 1.100 metros de altitud. Se sienten "tranquilos" y "rezan a Dios" para que culmine el rescate, según declaró a un canal de televisión Jesús Capatinta Raymi, uno de los mineros atrapados.
Brigadistas especializados en sostenimiento, integrados por los operarios de tres minas privadas (Antapite, Volcán y Buenaventura) trabajan por turnos para terminar de apuntalar el encofrado, que ha sufrido varios derrumbes durante el rescate, y permitir hoy la salida de los mineros.
Sin especialistas en rescate
Aunque es inevitable que este mediático rescate rememore el realizado en Chile en octubre de 2010, las distancias entre las circunstancias que rodean ambas tragedias son más profundas que los respectivos socavones que sepultaron a los mineros.
En Chile la empresa estatal de cobre Codelco fue la encargada de las tareas de rescate utilizando una perforadora de última generación. En contraposición, el gobierno peruano se ha visto obligado a pedir la participación de expertos internacionales y de empresas mineras privadas ante la falta de especialistas. Las imágenes de la televisión peruana muestran desde este fin de semana un rescate precario, en parte motivado por el hecho de que la maquinaria pesada no puede llegar a la boca de la mina. Pero también por la falta de equipos de rescate a pesar de que la minería es el motor económico de Perú, país que es primer exportador mundial de oro, segundo de cobre y zinc y sexto de oro
Mientras en Chile, los 33 mineros sepultados a 600 metros de profundidad durante más de dos meses trabajaban para la Mina San José, los mineros artesanales peruanos se aventuraron a extraer cobre de manera ilegal de una mina abandonada y sin licencia desde los años 80.
La minería artesanal se ha convertido en una importante fuente de subsistencia para las familias que viven en situación de pobreza. Padres, madres, niñas y niños trabajan en la extracción y procesamiento de oro y cobre, manipulando arsénico, mercurio y explosivos comprados en el mercado negro. Trabajan tanto en la minería de aluvión de oro en la selva como en la de socavón, en minas abandonadas como la de Ica o en tajos precarios dinamitados ilegalmente. La mayor parte de los mineros artesanales son explotados por las mafias que controlan los terrenos en los que trabajan, recibiendo sólo una ínfima parte del metal que obtienen.
Más de 300.000 mineros trabajan de forma artesanal en campamentos informales sin más ley que la del metal. En ellos, los accidentes están a la orden del día pero la mayoría no generan titulares. En 2011, 52 mineros han fallecido. El pasado mes de marzo, el gobierno de Ollanta Humala promulgó un paquete de leyes que penaban hasta con ocho años de cárcel a la minería ilegal. Sin embargo, después de fuertes disturbios en la región de Madre de Dios que se saldaron con tres muertos, el Ejecutivo dio 12 meses de plazo a las federaciones mineras para formalizarse.
Los tentáculos de la minería ilegal
De las cinco millones de onzas de oro que produjo Perú, un 17% proviene de los lavaderos informales en los que operan mineros artesanales. La minería ilegal es un suculento negocio que involucra no sólo a las mafias que extraen el metal, sino también a las que trafican con explosivos, a las plantas procesadoras ilegales y a los compradores y exportadores, además de a redes de lavado de activos y trata de personas.
Durante los últimos meses, sucesivas investigaciones periodísticas han involucrado a autoridades con la minería informal. El pasado mes de agosto, el congresista Amado Romero (alias "come oro") fue acusado de extracción ilegal de oro en la región de Madre de Dios. Recientemente, el director general de hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, Luis Vicente Zavaleta, renunció al difundirse que era dueño de una de las mayores empresas exportadoras de oro del país, sospechosa de lavado de dinero y evasión de impuestos al comprar supuesto oro ilegal.
Finalmente, esta semana el Primer Ministro, Oscar Valdés, ha sido objeto de titulares al figurar en el registro de pequeña minería como propietario de una concesión minera (Oscarín) en la región de Arequipa.
[Fuente: Por Beatriz Jimenez, El Mundo, Madrid, 10abr12]
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