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09feb23
EEUU necesitaba sabotear el Nord Stream para "destruir la alianza entre Rusia y Alemania"
Un equipo de buzos militares especializados estuvo detrás de las averías registradas en los gasoductos Nord Stream del mar Báltico en septiembre de 2022, aseveró en un artículo el periodista Seymour Hersh. Algo que los expertos tildan de un acto de terrorismo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, convirtió los gasoductos, que proveen de gas ruso a Alemania, en objetivo de su estrategia política y territorial contra el Gobierno de Vladímir Putin, aseveró Hersh en su publicación.
"La decisión de Biden de sabotear los gasoductos estuvo precedida por nueve meses de discusiones altamente secretas en el seno de la comunidad de seguridad nacional de Washington", acusó el periodista estadounidense y ganador de un premio Pulitzer.
"Durante la mayoría de ese tiempo, el conflicto no estaba en hacer la misión, sino en cómo llevarla a cabo sin clave evidente de quién había sido responsable", aseveró. Además, por lo que se pensó en este equipo de buzos es especialmente porque sus actividades no están bajo el escrutinio presupuestal del Poder Legislativo del país norteamericano.
Debilitar un tentativo enlace entre Berlín y Moscú
La doctora Imelda Ibáñez, especialista en relaciones internacionales y diplomacia rusa con estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Estatal de San Petersburgo, considera que las hostilidades contra los gasoductos son un acto de terrorismo paralelo en el tiempo y en su alcance al atentado contra el puente de Crimea, registrado al mes siguiente, en octubre de 2022.
"A gran escala es un atentado terrorista contra la alianza, precisamente, que se formó desde hace años entre Alemania y Rusia, y que en términos geopolíticos, se tenía que evitar que Alemania y Rusia se unieran porque la fuerza que generaran ambos iba a hacer que la potencia marítima, que sería Estados Unidos, no tuviera fuerza", describe la especialista.
La prosperidad del intercambio de gas entre Alemania y Rusia por los gasoductos Nord Stream, recuerda, podría garantizar la seguridad energética europea y, de paso, permitir buenos negocios a ambos países.
"En el contexto del conflicto en Ucrania vimos que (este escenario) literalmente fue dinamitado y que el interés de la potencia marítima de Estados Unidos era el que llevaba precisamente ese objetivo para romper por completo y evitar que nuevamente Rusia y
Alemania llevaran un sentido común de cooperación", apunta Ibáñez.
En cambio, con la vulneración de la seguridad energética de Europa derivada del suministro ruso, Estados Unidos se convierte en un mercado dominante para el continente, con relaciones de dependencia hacia los combustibles norteamericanos, advierte la doctora. "Desde un enfoque geopolítico, era necesario destruir la alianza entre Rusia y Alemania", sintetiza.
¿Llamar a cuentas a los responsables?
El propio periodista Hersh aseveró en su publicación que la Casa Blanca consideró su historia "falsa y completa ficción", mientras que una vocera de la Agencia Central de Inteligencia --CIA, por sus siglas en inglés--, Tammy Thorp, descalificó las aseveraciones de responsabilidad de Estados Unidos en los gasoductos.
La posibilidad de esclarecer en profundidad los hechos, matiza Ibáñez, pasa además por el escenario conflictivo que atraviesa actualmente Europa, donde los países involucrados en torno a las aguas internacionales del Nord Stream no viven un momento de cooperación.
El gasoducto "no solamente depende, en territorio, de Rusia y Alemania, que hubiera sido más fácil interponer esto ante un delito a nivel internacional, a una corte internacional. Tendrían que ponerse de acuerdo todos los Estados para empezar a indagar", apunta, pero en cambio los países implicados han optado por inclinarse a los intereses de las potencias anglosajonas.
"Y formar parte de ese Occidente colectivo, pero, sin duda alguna, sería una noticia de gran calado si se llevara a un tribunal internacional esta declaración y estas pruebas contra Estados Unidos por haber dinamitado y, por medio de un acto terrorista, haber dejado sin función el gasoducto Nord Stream", apunta la egresada de la UNAM.
Ambivalencia perpetua de EEUU al exterior
Es de esperarse, estima la doctora Ibáñez, que Estados Unidos se deslinde de los señalamientos de responsabilidad en torno a las fugas del Nord Stream, una posición consistente con su política exterior "ambivalente".
"Siempre ha mostrado dos caras de formación esta política exterior", valora la universitaria.
En tanto, desde febrero de 2022 Rusia ha optado por alejarse de la cooperación con el llamado Occidente colectivo, en parte por las sanciones impuestas en su contra, mientras busca generar cooperación multilateral con otros actores del sector euroasiático de su territorio.
"Por el momento, me parece que no se llegaría a una solución", donde es comprensible que Moscú señale a Estados Unidos por su responsabilidad en el gasoducto, declara la doctora y agrega que en el corto plazo. Sin embargo, no se vaticina la judicialización del caso ante tribunales internacionales.
"En el largo plazo tenemos que ver cómo se conforma esta multipolaridad y vamos a ver el grado de influencia que todavía pueda tener Estados Unidos, si mantiene esa influencia, pues obviamente todos los atentados o actos que haga a favor de su interés geopolítico no se llevarán a un tribunal internacional", califica Ibáñez.
La especialista recuerda que, en palabras del encargado de asuntos internacionales de la Cámara Alta rusa, Konstantin Kosachev, las averías contra el Nord Stream, de acuerdo con las convenciones internacionales, deben obligar a Suecia y Dinamarca a proporcionar a la comunidad internacional toda la información que tienen sobre el incidente.
Además, todos los Estados interesados estarían obligados a cooperar en el intercambio de información para destrabar el caso, y Rusia y las empresas rusas que sufrieron daños por los hechos deben ser compensadas.
¿Confrontación directa entre Rusia y EEUU?
Si bien hay una escalada de hostilidades entre Washington y Moscú, discierne la doctora Ibáñez, todavía no parece avistarse una confrontación directa, toda vez que no han roto relaciones diplomáticas y mantienen varios canales de comunicación.
Sin embargo, valora, sí es importante mantener la mira en las decisiones de los líderes euroatlánticos y los líderes rusos.
"Me parece que ni los miembros de la OTAN están decididos a hacer una confrontación directa con la Federación de Rusia porque saben precisamente los resultados que llevaría", advierte Ibáñez.
En tanto, Rusia ha dejado en claro que no utilizará armas de destrucción masiva ni armas nucleares, contrario a la propaganda de los medios occidentales en contra de Moscú, apunta la especialista.
Debido a que poseen los arsenales mundiales nucleares estratégicos más desarrollados, una confrontación directa entre Rusia y Estados Unidos amenazaría de manera total la seguridad internacional, recuerda.
En cambio, estima, lo que sí se vaticina es una escalada de la confrontación en el conflicto que ya sobrellevan ambos países en Ucrania, aliado militar estadounidense.
[Fuente: Por Samuel Cortés Hamdan, Sputnik Mundo, Moscú, 09feb24]
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