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13jul15
Tsipras acepta un duro paquete de medidas de ajuste
Después de casi seis meses de negociación, un cambio de ministro de Finanzas, un referéndum, un corralito, dos semanas con los bancos cerrados, y una maratón de 22 horas seguidas de negociación y 17 de Eurocumbre, Grecia y las Instituciones han llegado a un acuerdo.
Infografía sobre la deuda
griega al 05jun15A las 08.38, el primer ministro belga, Charles Michel, lo ha anunciado en su cuenta de twitter con un escueto mensaje: "Acuerdo". El primer ministro maltés, Joseph Muscat, lo ha ratificado minutos después de la misma forma "Acuerdo". Y el portavoz del primer ministro de Chipre se ha sumado.
Enseguida, el presidente del Consejo, Donald Tusk, ha dado la ratificación oficial: "La Eurocumbre ha alcanzado de forma unánime un acuerdo. Todo listo para un programa del Mede para Grecia con reformas serias y apoyo financiero".
Ahora, los parlamentos de Grecia y hasta seis países diferentes de la Eurozona tendrán que dar el visto bueno a lo logrado, y en caso positivo, y siempre que Grecia apruebe reformas y leyes en las próximas 48 horas, el programa de rescate podrá hacerse realidad. El presidente francés, François Hollande, ha defendido su papel en las discusiones y los esfuerzos para evitar, fuera como fuera, la salida del euro. "Nada habría sido peor que humillar a Grecia esta noche. Grecia no pedía limosna, pedía la solidaridad europea", ha afirmado.
El Eurogrupo de ayer, que empezó a las 11 de la mañana, sentó las bases con un documento durísimo, un pliego de condiciones demoledor por Atenas, mucho más severo que el que estaba sobre la mesa antes del referéndum.
Porque entre muchos países había ganas de castigar y porque, explican, una cosa eran las condiciones para cerrar el segundo programa de rescate, y acceder a 7.200 millones de euros, y otra muy distinta es el programa completo para tres años que exigirá a la UE y el FMI entre "86.000 y 87.000 millones de euros para cubrir las necesidades de financiación del país hasta 2018.", según ha explicado Angela Merkel
Los líderes de la Eurozona entraron a las 18.00 horas a la sala de reuniones y lograron un pacto al borde de las 9 de la mañana, apenas cinco minutos antes de que abrieran los mercados en Europa. Y con un mensaje lo suficientemente fuerte para que el BCE ahora actúe en consecuencia y devuelva la liquidez de emergencia a la banca helena.
Las condiciones, claras, tajantes, con muy poco margen para Tsipras. El Parlamento griego tendrá que legislar, en un máximo de 48 horas, sobre IVA, pensiones, privatizaciones, una agencia fiscal independiente y la autonomía de la Agencia Estadística Nacional.
Qué consigue Grecia
"El acuerdo es difícil pero hemos evitado la transferencia de activos al extranjero, hay un plan contra la asfixia de liquidez, logramos financiación a medio plazo y alivio para la deuda", ha explicado Alexis Tsipras.
El presidente español, Mariano Rajoy, lo ha resumido. De los 50.000 millones de ese Fondo con activos, la mitad, 25.000 millones, se usarán para la recapitalización de los bancos. Un cuarto, 12.500 millones, para deuda. Y el otro 25%, otros 12.500 millones, para inversiones productivas. Que se sumarían a los 35.000 millones de euros que ya prometió la Comisión Europea. No es dinero nuevo, sino el monto de los fondos estructurales y recursos existentes que se pueden movilizar, con mucha flexibilidad, para Grecia.
Merkel ha reconocido que como proponía el Eurogrupo se hablará de reestructuración, con más carencia para la deuda, pero más adelante, cuando la Troika apruebe la primera revisión del programa. "Una quita nominal de la deuda no es posible", ha zanjado la canciller.
"Nos hemos asegurado de que la carga será repartida con justicia social. Esta vez, los que no lo han hecho en el pasado deberían soportar su parte" ha prometido Tsipras, quien ha logrado poquísimo de lo que quería y que no ha logrado defender sus posiciones durante la noche.
Sin embargo, parece claro que con este acuerdo Mario Draghi y el Consejo del BCE tienen suficiente para volver a abrir la línea de liquidez de emergencia para las entidades financieras, que llevan ya dos semanas cerradas. No hay programa aún, pero sí un compromiso muy claro. Quizás no inmediatamente, sino que tengan que esperar hasta el miércoles, a que el Parlamento heleno dé el visto bueno a las leyes y reformas esperadas, si es que Tsipras logra pasar el corte con un paquete tan complicado.
La Eurocumbre y el Eurogrupo han exigido también que Atenas de marcha atrás con las medidas aprobadas desde el pasado 20 de febrero que van en contra del espíritu del acuerdo firmado entonces, pero según ha apuntado Merkel, Grecia recibirá algún tipo de "paquete humanitario", o mejor dicho, para proporcionar ayuda a los más necesitados, exactamente igual que las propuestas que Syriza insistió en aprobar ante la emergencia social.
No habrá quita
El FMI seguirá en el programa. No habrá quita de la deuda, sino el compromiso de analizar la sostenibilidad de la deuda en el futuro, después de que el país ponga en marcha medidas concretas y la Troika de el visto bueno. Porque la Troika volverá a Atenas, a supervisar de forma similar a como lo hizo siempre, pero sin acceso a los altos cargos políticos, como hasta 2015.
A última hora de la noche y con el sol despuntado en Bruselas, Atenas se enrocó en dos aspectos. El primero, acabar con la supervisión del FMI más allá de marzo de 2016, que es cuando acaba su programa con Grecia. El segundo, el polémico fondo que exigen Alemania, Holanda o Finlandia y que cuenta con las simpatías de Christina Lagarde y François Hollande.
Un Fondo que el Eurogrupo sugería de hasta 50.000 millones con activos públicos helenos que serían colocados (lo que aliviaría la deuda del país) para ser gestionados y vendidos lentamente. Alemania proponía que en un país neutral, como Luxemburgo, con "gestión griega pero bajo la supervisión de las instituciones europeas". El Fondo Monetario sostenía que la cifra era demasiado alta, y que una cantidad próxima a los 7.000 millones era más realista, puesto que en los últimos años el país apenas ha podido recaudar 5.000 millones.
El Fondo, al final será de 50.000 millones, seguirá en Grecia, bajo manos helenas y la supervisión institucional y tratará de acelerar la venta de activos. Se trata de un contrato, con exigencias claras, pero que no estará en suelo extranjero, algo imposible de aceptar para Tsipras y de vender en casa.
Legislar rápidamente
Donald Tusk, presidente del Consejo, ha explicado en la rueda de prensa posterior que "sólo había un objetivo, alcanzar un acuerdo. Tras 19 horas, lo hemos logrado. Estamos listos para empezar las negociaciones, lo que quiere decir, con otras palabras, seguir ayudando a Grecia. Hay condiciones estrictas, y el visto bueno de varios Parlamentos es necesario", ha recalcado.
Tusk ha explicado igualmente que "los ministros de Finanzas se van a reunir para encontrar la mejor forma de asistir a Grecia en lo que se conoce como el periodo puente", es decir, cómo hacer frente a sus necesidades a corto plazo para que pueda pagar al BCE y al FMI.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha señalado por su parte que "la confianza ha sido un asunto clave", como "las reformas y los problemas de la deuda". El holandés ha recalcado igualmente que "el Parlamento griego tendrá que legislar rápidamente" en muchos aspectos antes de dar los siguientes pasos.
"Tenemos que abordar el asunto de la deuda y parte del acuerdo es que habrá un fondo por el que activos griegos serán trasladados y monetizados" y ese dinero "se usará para reducir la deuda y la recapitalización de los bancos". El famoso Fondo que se ha discutido durante toda la noche y que tendrá un uso práctico inmediato. Bien mediante la privatización de los activos bien sacando rendimiento de los mismos.
Un sistema complejo, cuya viabilidad es complicada. Se podrían usar a los propios bancos recapitalizados como activos, así como cualquier otro tipo de bienes públicos. Un proceso de ingeniería financiera que tendrá que recibir forma en las próximas horas y días. Y que muestra que el tercer rescate será muy diferente. Ni préstamos bilaterales como el primero ni dinero fresco a cambio de promesas, como en 2012.
Los detalles concretos de las necesidades de financiación a corto plazo, el llamado periodo puente, serán analizados y concretados esta tarde, a partir de las 15.00, por el Eurogrupo, que vuelve a reunirse en Bruselas.
[Fuente: Por Pablo Suanzes, Bruselas, El Mundo, Madrid, 13jul15]
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