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08jul15

Tsipras: 'La crisis griega representa la impotencia colectiva de Europa'

Tras la intensa noche vivida ayer en Bruselas, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha participado hoy en Estrasburgo en la sesión plenaria del Parlamento Europeo. En un discurso ante los diputados, para explicar las conclusiones de la Eurocumbre de ayer y la situación de su país, Tsipras ha asegurado que "la crisis griega representa la impotencia colectiva de Europa a la hora de encontrar una solución a la crisis de la deuda" y que durante estos meses él y su equipo han buscado "un acuerdo viable desde el punto de vista social y económico sin los errores del pasado que han causado una espiral recesivas".

Un acuerdo que debe lograrse en los próximos días, cuando detalles sus nuevas propuestas que fueron esbozadas ayer a los socios comunitarios.

Tras viajar de madrugada, Tsipras fue recibido en la sala por una mezcla de aplasusos y algunos abucheos de las bancadas conservadoras. Un grupo de diputados, entre ellos Pablo Iglesias, le dieron la bienvenida en la puerta de la Cámara.

Estaban también presentes el presidente del Consejo, Donald Tusk, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que ayer fueron durísimos con Grecia y advirtieron de que el plazo para lograr un acuerdo acaba de verdad el domingo. Sin excusas, prórrogas ni márgenes.

"Hasta ahora no había fijado plazos. Pero esta noche puedo decir alto y claro que el tiempo se termina esta semana", avisó Tusk. "Estamos preparados para el Grexit" amenazó Jean-Claude Juncker. "Estoy en contra, pero tenemos un plan detallado y tenemos un plan para un escenario de ayuda humanitaria a Grecia".

Tsipras ha centrado su intervención, no en lo que pasará a partir de ahora, sino en lo que ha ocurrido hasta hoy. "El resto de Europa ya no se fía de ustedes", le ha reprochado Manfred Weber, líder de los populares europeos, quien le ha acusado directamente: "no le dicen la verdad a la gente y eso no es una política honesta".

Asumir responsabilidades

"Todos nos damos cuenta de los crítico de este momento y vamos a responder asumiendo nuestra responsabilidad", ha prometido Tsipras. Pero ha señalado que "la austeridad no lleva a nada y ha conducido a una gran depresión al pueblo griego".

"O la UE es democrática, o tendrá serias dificultades para sobrevivir", ha advertido el primer ministro heleno, quien ha asumido "la responsabilidad de lo que ha ocurrido estos cinco meses", pero ha matizado que "la mayor responsabilidad no se debe a los últimos cinco meses y medio, sino a los cinco años y medio de austeridad".

"Ninguna de las reformas han ayudado a eliminar las desigualdades. Ninguna reforma ha mejorado la recaudación de impuestos o la administración pública", ha criticado. "Mi país ha sido usado como experimento para la austeridad, y tenemos que admitir que el experimento ha fracasado".

żEs todo culpa de fuera? El primer ministro ha dicho que no. "No soy de los que creen que los males del país son culpa de extranjeros. Hemos llegado casi a la quiebra porque los gobiernos anteriores han creado un estado clientelar, han permitido la corrupción y que hubiera un conflicto de intereses entre el poder económico y el político. No tomaron ninguna medida para frenar la evasión fiscal".

Nueva propuesta

Tsipras ha prometido que las propuestas griegas "serán detalladas en los próximos días". Y que abordarán una verdadera reforma del país. Tsipras ha reconocido y agradecido los sacrificios de otros países en los últimos años para ayudar a Grecia.

Pero ha sido claro. "El dinero nunca le ha llegado al Gobierno griego, los fondos se dieron para salvar a los bancos griegos y europeos pero nunca le llegaron a los ciudadanos. El 10% de los griegos dispone del 56% de la riqueza nacional, según Credit Suisse. Ese 10% no ha contribuido a salir de la crisis".

"Debe haber un compromiso inmediato" ha aceptado Tsipras. Y si bien anoche no sacó el tema delante de los socios europeos, poco abiertos a la posibilidad de discutir ahora sobre la reestructuración de la deuda helena, hoy lo ha hecho.

"No podemos hablar con tabúes, tenemos que mirar a la realidad a los ojos y tenemos que optar por soluciones prácticas", en referencia a esas medidas de alivio para la deuda pública, que superará el 180% del PIB al finalizar el año. "En la propuesta del Gobierno griego para sus necesidades financieras y la reestructuración de la deuda no queremos que haya carga adicional para otros países".

El Eurogrupo espera ahora mismo que Tsipras curse la petición oficial de rescate y que envié esa lista detallada de respuestas que deben ser la base del próximo programa de rescate.

"Ayer en el Eurogrupo esbozamos una propuesta con estas características. Nuestras propuestas se detallarán en los próximos días y esperemos que podamos responder a la coyuntura actual", ha dicho. "Necesitamos un programa de crecimiento fuerte y rápido, y el primer objetivo desde ser la lucha contra el desempleo", ha añadido.

Entre los partidos políticos de la Eurocámara, la recepción a Tsipras ha sido disparar. Desde el lado popular, duras críticas. Desde el socialista, de la mano del italiano Gianni Pitella, una mezcla de apoyo ("Nunca aceptaremos la salida del euro") con reproches por la gestión. Los liberales, ms críticos que empáticos: "Muestre que es un líder de verdad y no un falso profeta" le ha desafiado el líder de ALDE, el belga Guy Verhofstadt, seguramente el político del parlamento que más de cerca ha seguido la crisis griega en las últimas semanas. +

Tsipras ha tenido respaldo de las Izquierdas Europeas. Y también, en cierta forma, de dos formaciones con cuyo discurso se le veía incómodo en su escaño. Marine Le Pen, del Frente Nacional, aplaudió sus esfuerzos, pero al mismo tiempo le instó a hacer lo que Atenas ha luchado estos meses por evitar.

"Ya es hora de disolver el euro. Cuando esto desaparezca por fin los países de Europa se entenderán mucho mejor. El euro y la austeridad son siameses". Y lo hizo citando al nobel de Economía norteamericano Paul Krugman en una intervención muy singular y encendida.

Calcado ha sido el discurso de Nigel Farage, líder del UKIP, quien instó a Tsipras a "sacar a Grecia del euro con la cabeza muy alta". "Estoy furioso, señor Tsipras, porque no es usted el que va a pagar la cuenta. Los griegos de a pie perderá el 30% de sus ingresos cuando el dracma sea reintroducido. Eso no es lo que su gente quiere, desean seguir en la Eurozona", le ha reprochado Verhofstadt.

[Fuente: Por Pablo Suanzes, Bruselas, El Mundo, Madrid, 08jul15]
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