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01mar15
Tsipras afronta el rechazo de parte de su partido al pacto con el Eurogrupo
Alexis Tsipras continúa intentando apagar las ascuas provocadas en su partido por el pacto de la pasada semana entre Grecia y el Eurogrupo. El primer ministro ha comprobado este martes como una parte de Syriza rechaza el acuerdo, tras haber cruzado su gobierno varias líneas rojas con respecto a su posición al inicio de las negociaciones.
La Plataforma de Izquierdas, el ala más izquierdista de Syriza, dirigida por el ministro de Energía, Panayiotis Lafazanis, ha alzado su voz contra el acuerdo durante la segunda jornada de la reunión del Comité Central del partido, iniciada ayer con unas duras declaraciones contra España y Portugal, acusados de formar un "eje" para derrocar al gobierno heleno.
Lo ha hecho introduciendo una moción crítica tanto con la extensión por cuatro meses del programa de rescate heleno como con la lista de reformas a realizar en el país acordado con los acreedores del país. El texto hace una petición clara al gobierno: "A pesar de los acuerdos del Eurogrupo, debe proceder bajo las bases de políticas que tendrán como objetivo principal la implementación estable de las promesas electorales".
Es un escrito claro: "mostramos nuestro desacuerdo con la lista aprobada en el Eurogrupo", expone el texto, calificando los pactos como un "compromiso indeseado" y "en una dirección diferente o incluso opuesta a las declaraciones políticas de Syriza", según ha recogido la prensa helena.
Ha sido rechazado con 92 votos en contra, 68 a favor y 5 abstenciones. Hasta 30 personas se ausentaron de la votación. Es significativo que miembros ajenos a la Plataforma de Izquierdas han votado a favor . El rechazo a la moción podría no evitar, sin embargo, que Lafazanis siga oponiéndose a algunas partes del pacto de Bruselas, sobre todo en lo referente a las privatizaciones.
Grecia se comprometió ante el Eurogrupo a no cancelar ningún proceso privatizador ya iniciado, pero el ministro de Energía se niega a continuar la venta de una operadora de la compañía eléctrica nacional argumentando que todavía no ha sido enviada ninguna oferta vinculante.
También el economista Kostas Lapavitsas, miembro de la Plataforma de Izquierdas, dijo estar "preocupado" tras conocer el pacto con el Eurogrupo. No sólo el ala más izquierdista ha alzado su voz contra los acuerdos. El eurodiputado Manolis Glezos, héroe de la lucha helena contra la ocupación nazi, ya criticó la pasada semana el acuerdo. Yanis Milios, jefe económico en el partido, también ha acusado a su equipo de "estar más interesados en las formas que en el fondo".
Gran apoyo popular
Está por ver cómo evoluciona el debate interno en Syriza. De continuar, podría afectar a su posición negociadora o ralentizar el afán reformista del gobierno. Los miembros de la plataforma de izquierdas hacen mención a que todas las decisiones cruciales del país deberían tomarse después de haber sido debatidas en las instituciones del partido.
Los protagonistas de las diferencias han querido restar, eso sí, trascendencia a la situación. El mismo Lafazanis ha dicho que son parte de una fuerza política con funciones democráticas y que las opiniones diferentes en el partido no son perseguidas como en otras partes, refiriéndose al principal partido de la oposición, la Nueva Democracia del ex primer ministro Antonis Samaras.
El ministro de Energía cree que los procedimientos internos fortalecen partido y reivindica frente a la oposición el gran apoyo popular recabado por Syriza. Las encuestas no hacen más que confirmar esa percepción. El 68% de los ciudadanos están satisfechos con la forma en que el gobierno ha llevado las negociaciones con los acreedores y siete de cada diez ciudadanos respaldan el acuerdo con el Eurogrupo, según una encuesta de Metro Analysis realizada después del pacto.
Tsipras reprime a sus diputados por los coches oficiales
Quienes conocen al primer ministro han destacado siempre su profundo respeto a todos los órganos de decisión del partido. Tsipras, sin embargo, sí reprimió ayer a parte de sus diputados, por cuestiones ajenas al acuerdo con Bruselas. Parece ser que parte de los parlamentarios no había recibido con buenos ojos la decisión del gabinete de suprimir los coches oficiales de los diputados para ahorrar fondos, enfadando a Tsipras.
"Me decepcionó y me sentí mal cuando me enteré de que algunos diputados no estaban de acuerdo en mi decisión de no tener coches. Reaccionaron contra gastar 300 o 400 euros cuando su salario es de 6.000", criticó el primer ministro. "No debemos convertirnos en los otros, y esto no es populismo sino detalles importantes que determinarán si somos quienes decimos ser o no", reclamó.
El primer ministro afronta una semana importante: introducirá en el parlamento las primeras leyes de su legislatura, un mes después de haber llegado al gobierno. De esos reglamentos depende la credibilidad de su gobierno. El primero será presentado este lunes. Serán medidas para paliar la crisis humanitaria e incluirán dar comida y electricidad gratuita a unos 300.000 hogares empobrecidos por la crisis.
[Fuente: Por Héctor Estepa, Atenas, El Mundo, Madrid, 01mar15]
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