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02nov11
Papandreu irrumpe en la campaña de Rubalcaba y le enfrenta con la izquierda
Alfredo Pérez Rubalcaba se opuso ayer, por segunda vez en esta precampaña, a un referéndum sobre las medidas económicas necesarias para atajar la crisis de la zona euro. Como ya hiciera en agosto con su rechazo a la consulta previa para la reforma de la Constitución, el aspirante a la Moncloa se alineó con el Gobierno y advirtió de los riesgos que conlleva el polémico plan del primer ministro griego. Así, el socialista Yorgos Papandreu vuelve a interferir en la estrategia del PSOE, alejando a Rubalcaba del electorado que exige una mayor participación democrática, y desbaratando su discurso de rebeldía frente a los mercados.
Rubalcaba reconoció en septiembre que su electorado le había castigado en las encuestas por la inclusión en la Carta Magna del principio de estabilidad presupuestaria, por lo que trató de desmarcarse de José Luis Rodríguez Zapatero asegurando que él habría hecho la reforma de otra manera. Pero a pocos días del 20 de noviembre, Papandreu se ha cruzado en su camino con otro referéndum, el hundimiento de las bolsas y renovadas amenazas sobre la economía española.
El candidato tachó de "mala decisión" la propuesta de Papandreu porque "pospone la solución de la crisis griega y de la inestabilidad europea". "Lo que hace Grecia nos afecta y de hecho nos está afectado desde hace año y medio", afirmó, para concluir que hasta que no se resuelva "el problema griego", no se terminará con "el problema en la zona euro". De este modo, Rubalcaba volvió a coincidir con el Gobierno, cuyo portavoz, José Blanco, sostuvo que "es indudable que no es una buena decisión para Europa y, por lo tanto, tampoco es una buena decisión para España".
Y como en agosto, el rechazo de la cúpula del PSOE al referéndum amenaza con restar credibilidad a las promesas de fomentar una mayor participación democrática de la ciudadanía, elaboradas para contentar a sus bases y a la izquierda indignada. La política de Atenas y sus ecos en Berlín, París y Bruselas dificultan también los esfuerzos de los socialistas por diferenciarse del PP, y aparecer ante la ciudadanía como el partido que defiende el papel del Estado frente a los mercados.
El contraste de los dos discursos que intenta conjugar el PSOE se hizo evidente ayer, durante la presentación de la lista electoral para la circunscripción de Madrid. Antes de que Rubalcaba se empapara de realpolitik, Tomás Gómez realizó una encendida defensa de Papandreu, a quien identificó como una víctima de la furia de los mercados que, a su juicio, buscan tumbar a los últimos gobierno socialistas de Europa. El líder del PSM puso a Grecia, así como a Portugal y la derrota de José Sócrates, como ejemplo de lo que las bolsas esperan conseguir el 20 de noviembre.
Recesión y desempleo
"Llamo al voto de rebeldía contra los mercados y eso lo encarna Alfredo Pérez Rubalcaba y un proyecto socialista", expresó Gómez, quien acusó al PP de ser "el brazo político de los mercados". La pasión socialdemócrata de Invictus fue refrendada por el candidato del PSOE a la hora de atacar a Esperanza Aguirre por sus recortes en los servicios públicos, y presentar a la presidente madrileña como el programa vivo del PP que supuestamente oculta Mariano Rajoy. Pero esta estrategia no funcionó el pasado 22 de mayo en los comicios autonómicos y municipales, y desde entonces la marcha de la economía tampoco ha contribuido a la causa del ex vicepresidente.
Aunque en Ferraz se sostiene que la evidencia de que la crisis es global alivia en parte la presión sobre Rubalcaba, a la vez que aumenta la demanda de protección social frente a tentaciones recortadoras, lo cierto es que el desánimo sobre la economía y el empleo no impulsa al PSOE en los sondeos. En cambio, el PP utiliza la posibilidad de la recesión y el aumento del paro como pruebas de que su mensaje de cambio es el acertado, así como el que mejor encaja con los anhelos de una mayoría del electorado.
"España va a superar la crisis y va a aportar liderazgo a la estabilidad del euro y a la estabilidad de Europa", afirmó ayer Cristóbal Montoro, aprovechando para apuntalar la idea de que el relevo en la Moncloa está decidido. Para evitarlo, o al menos mitigar la derrota, Rubalcaba y su equipo deberán librarse de las interferencias de Papandreu.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, 02nov11]
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