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07ene06
El aumento del precio del gas sería del 62% para la Argentina.
La decisión de reabrir la negociación con Argentina por la provisión de gas que tomaron las autoridades electas de Bolivia presenta dos aspectos salientes: promete cambiar las reglas de juego de la supuesta "solidaridad regional" que ha venido marcando la relación entre ambos países.
El nuevo presidente Evo Morales y sus principales colaboradores dejaron en claro que quieren modificar no sólo el precio que están pagando las empresas locales por el gas que importan del Altiplano, sino también la forma en que se concreta la operación comercial entre los dos países.
La intención de las nuevas autoridades es llevar el precio del gas que compra la Argentina a US$ 3,25 el millón de BTU, la unidad térmica de comercialización internacional. Si se convalida ese precio, los importadores locales tendrán que pagar un 62,5% más que lo que están desembolsando actualmente.
Tras haber interrumpido en 1998 las importaciones que habían arrancado en la década del 70, Argentina volvió a abastecerse de gas boliviano a mediados de 2004. En medio de la crisis energética que sorprendió a la administración kirchnerista, se había acordado una compra inicial de 6 millones de metros cúbicos diarios a un precio promedio de US$ 1,60 el millón de BTU.
Al renovarse el contrato de provisión en el segundo semestre de 2005, se elevó la cantidad a 7,7 millones de metros cúbicos diarios y el precio trepó a un promedio de US$ 2 por millón de BTU.
A tono con lo que habían prometido en la campaña electoral, los nuevos funcionarios bolivianos pretenden llevar el precio del gas que se exporta a la Argentina a los "valores internacionales". Como primera medida, la futura administración de Evo Morales quiere equiparar el precio del gas con el valor promedio de US$ 3,25 el millón de BTU que ya está pagando Brasil. A mediano plazo, la apuesta de las nuevas autoridades sería "atar" el precio a los valores que rigen en los mercados de EE.UU. y Europa y que actualmente oscilan entre los US$ 6 y US$ 10 por millón de BTU.
Con 20 millones de metros cúbicos diarios, Brasil es el principal comprador del gas boliviano. Los importadores brasileños tienen contratos de suministro hasta el 2020, pero con cláusulas de ajustes semestrales que siguen la cotización del petróleo y la inflación norteamericana.
Además del precio, la nueva administración boliviana quiere cambiar la modalidad de contratación para que las operaciones comerciales con Argentina se hagan de "gobierno a gobierno". Hasta ahora, las importaciones son realizadas por las petroleras Repsol-YPF y Petrobras que se abastecen de sus filiales bolivianas que explotan los yacimientos Chaco y Andina.
Si Bolivia no acepta que las operaciones sigan en manos de las petroleras, el Gobierno argentino tendrá que armar una nueva estructura para canalizar las compras que luego deberá distribuir entre las distribuidoras privadas y los grandes clientes.
Actualmente el gas ingresa por la provincia de Salta y se comercializa a los grandes clientes de la región del NOA y parte de Córdoba. Hasta ahora, las dos importadoras sólo están trasladando a las industrias el 80% del valor total que pagan por el gas que traen de Bolivia. Pero, si el nuevo precio salta a los US$ 3,25 que ya paga Brasil, los grandes usuarios de las provincias norteñas sentirán el impacto de inmediato con subas del 30 al 40% en el valor del combustible.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 07ene06]
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