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16jun05
Los bancos debieron pagar US$ 4.700 millones a las víctimas de Enron.
El caso Enron, la empresa de energía que quebró tras un escándalo en 2001 en Estados Unidos, va camino a convertirse en el affaire judicial más costoso de su tipo a raíz de la decisión del banco de inversión JP Morgan Chase de pagar, separando parte de sus ganancias de este año, US$ 2.200 millones para resolver una demanda de ex inversores.
JP Morgan Chase, tercer mayor banco de EE.UU. y autor del famoso índice EMBI, o de riesgo país, llegó a un acuerdo con ex inversores de Enron que acusaban a la entidad financiera de haber ayudado a esconder miles de millones de dólares de deuda del gigante energético.
Este acuerdo extrajudicial se produjo sólo cuatro días después de que Citigroup, también de EE.UU. y a la vez el mayor conglomerado financiero del mundo, aceptara pagar otros US$ 2.000 millones para cerrar el mismo caso.
Es que los inversores están reclamando a un grupo de bancos y firmas de inversión el resarcimiento de hasta US$ 30.000 millones por pérdidas que en rigor fueron por más del doble de dinero, fruto del derrumbe de las acciones y bonos de Enron, cuyos máximos ejecutivos también han sido procesados.
Antes de JP Morgan y Citigroup, otros bancos como Lehman Brothers, que se comprometió a pagar US$ 223 millones, y Bank of America, que hará lo propio por otros US$ 69 millones, llegaron a un entendimiento con parte del tendal de damnificados que dejó Enron.
A esto se suman también US$ 168 millones que pagaron los propios directivos de la multinacional involucrados en el escándalo financiero que provocó la quiebra del gigante energético y que dejó al descubierto serias deficiencias en los controles contables de las corporaciones estadounidenses.
Enron, con ramificaciones en todo el mundo (incluida Argentina) declaró lo que en su momento fue la mayor quiebra de la historia empresarial estadounidense en diciembre de 2001, luego de reconocer que había contabilizado cientos de créditos como operaciones de compra y venta, en lo que cándidamente se llamó "contabilidad creativa". Poco después otro desfalco, del grupo de telecomunicaciones WorldCom, la superó en magnitud y lo de Enron quedó como la segunda mayor bancarrota en la historia, hasta ahora.
Aparte de los acuerdos con los inversores, en julio de 2003 Citigroup, JP Morgan Chase y Merrill Lynch llegaron a acuerdos con las autoridades reguladoras del mercado de valores de EE.UU. para pagar en total multas por US$ 335 millones.
Y hay otros bancos en la mira de las víctimas: Merrill Lynch, Credit Suisse First Boston, Canadian Imperial Bank of Commerce, Barclays, Deutsche Bank, Toronto-Dominion Bank, Royal Bank of Canada y Royal Bank of Scotland.
Los analistas esperan que dado que hasta la fecha el costo del caso Enron para los bancos de Wall Street ya suma US$ 4.700 millones, es muy probable que las reparaciones superen lo establecido en el caso de WorldCom, que llegó hasta ahora a US$ 6.000 millones repartidos entre 14 bancos.
Enron dejó de existir en enero de 2002. Entre los inversionistas, se destaca uno agrupado en torno a la Universidad de California que reunió a 50.000 personas estafadas tanto por esa empresa como por WorldCom.
"Dimos dos enormes pasos adelante, el camino todavía es largo y habrá otros anuncios", comentó William Lerach, el abogado de la universidad que perdió 144,7 millones, refiriéndose a los acuerdos con JP Morgan y Citigroup, que deberán ser todavía aprobados por los jueces comerciales del caso.
A fines de 2001, justo después del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, la Bolsa de valores de Wall Street se vio sacudida por otra conmoción: Enron y luego WordCom, Xerox y varias otras empresas, muchas de ellas "auditadas" por el grupo Andersen, también sometido a juicio, evidenciaron millonarios fraudes contables.
[Fuente: Clarín, Bs As, 16jun05]
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