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26feb06
París fuerza la fusión de Suez y Gaz de France para evitar la opa de Enel.
En un acto que José María Aznar calificaría de "nacionalismo cateto" y que en Francia recibe el más glamuroso nombre de "patriotismo económico", el Gobierno francés ha decidido forzar la fusión de la eléctrica Suez con Gaz de France para bloquear cualquier posibilidad de éxito a la opa que pensaba presentar la italiana Enel para adquirir la primera. El papel del Ejecutivo, por más que pretenda presentarse como el avalador de la fusión, ha sido el de verdadero impulsor, toda vez que el Estado francés mantiene el 80,2% del capital de la empresa gasista, a la que Suez había acudido en petición de socorro. El propio primer ministro, Dominique de Villepin, fue el encargado de anunciar el acuerdo a los cuatro vientos.
La iniciativa del Gobierno francés supone un espaldarazo inesperado para José Luis Rodríguez Zapatero, empeñado en evitar la opa de la eléctrica alemana E.ON sobre Endesa. Si en Madrid puede haber satisfacción, el Gobierno italiano no ocultaba ayer su irritación por una decisión que representa un grave desaire para el primer ministro Silvio Berlusconi, que había pedido personalmente a Villepin y al presidente francés, Jacques Chirac, la neutralidad de París en este asunto. Desaire, sí, pero, en cualquier caso, ninguna sorpresa, por cuanto Villepin ya anunció a su homólogo su rechazo a la opa de Enel sobre Suez.
El Gobierno de Bélgica, directamente afectado por la operación - el grupo Suez es propietario de la eléctrica belga Electrabel, objetivo originario de Enel-, manifestó su satisfacción por la fusión de Suez y Gaz de France, en una nueva muestra de que los gobiernos europeos no están en absoluto dispuestos a que el mapa energético de la UE quede al albur del mercado.
Dominique de Villepin, acompañado por el ministro de Economía, Thierry Breton, y los presidentes de Suez y Gaz de France - Gérard Mestrallet y Jean-François Cirelli, respectivamente-, justificó la fusión de ambos grupos por la "importancia estratégica" que para Francia tiene el sector de la energía. "La fusión parece hoy la vía más apropiada" en este sentido, dijo el primer ministro sin referirse explícitamente en ningún momento a la amenaza de la opa hostil de Enel. Villepin recordó, en cualquier caso, que su Gobierno remitirá al Parlamento francés nuevas iniciativas legislativas en la materia, en referencia al proyecto del Ministerio de Economía de dotar a las empresas francesas de nuevos mecanismos e instrumentos para resistir opas hostiles procredentes de grupos extranjeros. Breton plantea, entre otras medidas, la adopción - adaptada a la normativa francesa- del dispositivo norteamericano denominado píldora envenenada, que permitiría a la empresa objeto de un ataque ofrecer a sus accionistas unos bonos especiales de adquisición de acciones en condiciones ventajosas, con el objetivo de ampliar el capital y encarecer la operación para el grupo atacante.
La fusión de Suez y Gaz de France comportará la aparición de un gran grupo energético, capaz de amenazar la primacía del grupo eléctrico estatal francés EDF, que, con 42 millones de clientes en todo el mundo, una cifra de negocios de 51.100 millones de euros y 161.000 empleados, es el primer grupo europeo. Gaz de France, propiedad también del Estado francés, tiene una cifra de negocios de 18.100 millones de euros y 38.000 trabajadores, mientras que la eléctrica Suez, primer accionista de Aguas de Barcelona, factura 40.700 millones y tiene 160.000 efectivos. La mayor parte del capital de Suez está en bolsa, y sus accionistas principales controlan el 26,8%. Entre ellos están el grupo Bruxelles Lambert (7,20%) y Crédit Agricole (4,58%), además de La Caixa (1,5%). Precisamente por este último vínculo, Suez participa indirectamente, con un 5%, en Gas Natural.
[Fuente: La Vanguardia, Barcelona, Esp, 26feb06]
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