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22ago11
La Fiscalía de Manhattan pide al juez que retire los cargos contra DSK
Tres meses después de su procesamiento por violación, Dominique Strauss-Kahn ha sido liberado de todos los cargos porque el fiscal desconfía de la camarera guineana que lo acusaba.
El abogado de la denunciante, Nafissatou Diallo, lo anunció así ante los juzgados de Manhattan tras un encuentro de unos minutos con el fiscal. Diallo, a su lado, estaba seria, muy compuesta y ordenada con sus pantalones negros, su chaqueta beige y su melena corta perfectamente alisada.
El caso ha desatado hasta la tensión racial en Nueva York. A la salida de la oficina del fiscal, Cyrus Vance, varias afro-americanas gritaban con fuerza: "¡Cobarde! ¡La violación es un crimen! ¡Lucha por ella!" Mientras agresivos policías arrastraban a periodistas y peatones y los empujaban de un lado a otro, varios espontáneos se enzarzaron en peleas con quienes protestaban. "¿Y tú que sabes si la violó?", arremetía un obrero blanco sesentón contra Terra, una activista negra. La policía tuvo que intervenir en un par de discusiones.
La Fiscalía argumenta que Diallo no será una testigo sólido en el estrado por su perfil -inmigrante, guineana, amiga de un convicto y mentirosa sobre su pasado-.
Políticos demócratas acusan al fiscal (de su mismo partido) de no tener credibilidad y no dejar exponer las pruebas médicas en un juicio. "Si mintió sobre su pasado, ¿eso que tiene que ver con el juicio?", se queja Lilly, una afro-americana que intentaba pasar hoy a los juzgados.
"La víctima está siendo sometida a un escrutinio nunca visto. No existe la víctima de violación perfecta", explica a EL MUNDO Letitia James, concejala afro-americana de Brooklyn y líder de una concentración de protesta. Se queja de que ha habido muchas "inconsistencias" y de que Diallo "tiene derecho a un juicio". "No debe ser juzgada por el público, sino por un jurado, que analice las evidencias, que las hay", insiste.
El examen médico el día del supuesto asalto confirmó las lesiones en el cuerpo de Diallo, pero el fiscal Vance temía que la inmigrante guineana le hiciera perder el caso por sus mentiras en la petición de asilo a EEUU y un comentario sobre el dinero de Strauss-Kahn en una conversación de la chica con un amigo convicto.
La vagina de la camarera aún estaba amoratada y enrojecida cinco horas después de un encuentro que Strauss-Kahn describe como "consensuado" y Diallo como "violento y brutal". La denunciante también tenía un ligamento roto en un hombro.
[Fuente: Por María Romero, El Mundo, Madrid, 22ago11]
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