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18mar13
La UE rompe un tabú con Chipre y agrava el riesgo sistémico de los países periféricos
Los argumentos con que los líderes europeos han tratado de tranquilizar a los ahorradores e inversores respecto a la tasa a los depósitos en Chipre no han convencido. Varios analistas se han mostrado muy duros esta mañana con la medida ya que consideran que rompe un tabú, el de que todos los depósitos estaban garantizados hasta 100.000 euros, e incrementa el riesgo sistémico en los países periféricos por el miedo a que se tomen medidas similares en eventuales rescates futuros. Asimismo, esperan un castigo a los bonos de estos países -tal como estamos viendo este lunes- y una vuelta a las caídas de los bancos españoles e italianos.
"Ya no es un tabú tocar los depósitos", concluye Morgan Stanley. A su juicio, "aunque el riesgo de una fuga de depósitos (bank run) parece marginal, es posible que los depositantes reduzcan las cantidades en el banco y que transfieran sus fondos a los países centrales de Europa desde los periféricos". Esta tasa es "un precedente preocupante con potenciales consecuencias sistémicas si los depositantes en otros países periféricos temen un tratamiento similar en el futuro", según el economista jefe de este banco de inversión, Joachim Fels.
El analista del Financial Times Wolfgang Münchau va más allá y sí considera probable esta salida de fondos: "Esta garantía se otorgó en 2008 tras el colapso de Lehman Brothers y consiste en una serie de garantías nacionales coordinadas que pretendían asegurar que todos los ahorros estaban a salvo. Una quita a los grandes depósitos en los bancos chipriotas estaría en línea con esta filosofía de evitar una huida de fondos, que es lo que pasa cuando tocas al pequeño depositante". De ahí que el Gobierno chipriota haya negociado con la troika una rebaja del impuesto a los depósitos por debajo de 100.000 euros hasta el 3% a cambio de una subida del que grava el exceso sobre esa cantidad al 12,5%, que afecta sobre todo a grandes patrimonios rusos y británicos.
Tal como informó el domingo El Confidencial, los propios líderes europeos que alcanzaron el acuerdo sobre Chipre tuvieron grandes dudas por el riesgo de que provoque otra fuga de capitales en España o Italia. De ahí que insistieran en que el caso de Chipre es excepcional y no tiene reflejo en los demás países rescatados, donde ya las cantidades inyectadas ya están financiadas sin tocar los depósitos, aunque tampoco descartaron que se pueda aplicar esta receta en otros países en el futuro para rebajar la factura de sus rescates.
Se desinfla el argumento de que el rescate es excepcional
Pero esa excepcionalidad tampoco convence a los analistas: "Antes del anuncio de Chipre, los políticos europeos podían describir la situación de Grecia como única. Es decir, sólo teníamos una reestructuración de deuda, así que los participantes en el mercado podían dar a Europa el beneficio de la duda. Pero ahora se ha sembrado la duda sobre que estas medidas sean únicas, tanto las referidas a la deuda pública como a los depósitos bancarios", según Morgan Stanley.
Además, los expertos recuerdan que esta medida llega en el peor momento posible para Italia, con la imposibilidad para formar Gobierno, y España, con el Ejecutivo acosado por los escándalos de corrupción. Bloomberg afirma que esta nueva tormenta puede dar al traste con los esfuerzos para salir de la crisis y acabar con la calma que reina en los mercados desde el compromiso del BCE en septiembre de sostener la deuda de los países en Europa. "Si querían alimentar la insurrección en el Sur de Europa, ésta es la forma de hacerlo. El daño político a largo plazo de este acuerdo va a ser enorme", según Münchau.
Eso sí, un contagio es más difícil ahora que cuando se rescató a Grecia en 2010, puesto que el BCE tiene en marcha el citado programa de compra de deuda, que puede activar en caso de necesidad, los países periféricos están en una posición más fuerte por los avances en sus planes de reestructuración y las condiciones de financiación en los mercados son más relajadas. Además, la voluntad de mantener a Grecia en el euro y los acuerdos para la unión bancaria son muestras de la voluntad de mantener el euro a flote a cualquier precio, lo que debería reducir el riesgo de contagio, según Barclays.
La deuda bancaria, en el alero
Finalmente, se abre la posibilidad de que, en el futuro, las medidas para bajar el coste de los rescates no sólo afecten a los depósitos, sino a la deuda de los bancos, que se ha librado en el caso chipriota. En este sentido, Moody's considera que "la medida es negativa para otros acreedores de los bancos europeos porque es un paso significativo hacia la limitación o eliminación del apoyo sistémicoa a los bancos en el continente". Hay que recordar que los tenedores de deuda son los únicos que se han librado de sufrir quitas en el rescate de la banca española.
Estos temores a que los bonos vayan detrás de los depósitos justifican un empeoramiento de la actitud de los inversores hacia la banca periférica: "Esperamos una corrección en bolsa de la reciente subida basada en una mejora del sentimiento de los inversores. Respecto a los bancos, preferimos entidades del Norte de Europa y rebajamos las medianas de Italia y España", recomienda Morgan Stanley.
[Fuente: Por Eduardo Segovia, El Confidencial, Madrid, 18mar13]
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