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04jun22
El plan de Italia para ayudar a Ucrania a vender sus granos y evitar una crisis alimentaria
El primer ministro italiano, Mario Draghi, avanza en un plan para desbloquear la venta de granos de parte de Ucrania en medio de la invasión rusa, que ayer cumplió 100 días, como forma de evitar una crisis alimentaria global sobre la que ya advierte las Naciones Unidas y para el que ya consiguió los apoyos del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y del papa Francisco.
"Está en juego la vida de millones de personas", planteó esta semana el premier italiano tras explicar la conversación telefónica que tuvo con el presidente ruso Vladimir Putin, en la que le propuso una vía de salida para destrabar las exportaciones de granos ucranianas.
El plan de Draghi, plantearon fuentes italianas a Télam, empezó a tomar forma a mediados de mayo con la visita a Biden en Washington, cosechó en el medio apoyos del pontífice y se terminó de moldear en conversaciones telefónicas que el primer ministro tuvo con los presidentes de Rusia y de Ucrania, Volodimir Zelenski. La semana próxima, de acuerdo a la hoja de ruta de Roma, se podría sumar el apoyo público del francés Emmanuel Macron.
Según el diario La Repubblica, el plan que impulsa Draghi y que ya tuvo el aval de Biden busca que Ucrania retire todas las minas defensivas desplegadas en las costas de sus puertos y que Rusia se comprometa a no aprovechar la situación de apertura y transporte de alimentos para realizar ataques.
El plan, en especial, busca proteger a la región de Odesa de un desembarco masivo de tropas rusas durante la ventana de flexibilización de medidas para el transporte de granos.
Busca que Ucrania retire todas las minas defensivas desplegadas en las costas de sus puertos y que Rusia se comprometa a no aprovechar la situación de apertura y transporte de alimentos para realizar ataques
Según Ucrania, de todos modos, la mayor presencia de minas marítimas es culpa de Rusia, que buscaría generar adrede la crisis alimentaria para desestabilizar políticamente a Occidente.
Draghi, expresidente del Banco Central europeo, designado por el Papa miembro ordinario de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales en 2020, y a cargo de un Gobierno de amplia coalición desde febrero de 2021, aparece como uno de los pocos líderes del Viejo Continente con el peso específico como para encabezar un plan a varias bandas que ayude a desbloquear las exportaciones ucranianas de grano frenadas por la guerra y que pueden tener profundas consecuencias para Occidente.
En medio del avance de las tratativas, el propio Francisco salió públicamente a respaldar el plan de Draghi y reclamó esta semana que los granos ucranianos "no se usen como arma de guerra" y pidió la liberalización de las exportaciones. La palabra del Papa fue leída en Italia y en Vaticano como un aval directo a las negociaciones del premier.
El marco del plan del premier es que el bloqueo de los granos ucranianos no actúa ya solo como una presión al alza a los precios de las materias primas de todo el mundo, como demuestran los índices de inflación de las principales economías, sino que además amenaza con generar movimientos migratorios masivos desde África hacia Europa.
"La falta de alimentos podría empujar a una nueva emergencia humanitaria con un incremento de los flujos migratorios", planteó la ministra italiana del Interior, Luciana Lamorgese, ante una consulta de Télam, en la víspera de una reunión que tuvo este viernes con sus pares del Mediterráneo en Venecia.
En diálogo con Télam, el expresidente del Parlamento Europeo Antonio Tajani coincidió con el diagnóstico y aseguró que "si se confirma la amenaza de la crisis alimentaria tendremos flujos migratorios del Sur al Norte que no podremos afrontar".
Los tiempos, explicó Draghi esta semana, son estrechos porque en las próximas semanas debería empezar la época de cosechas 2022 de algunos granos y, antes, deberían liberarse los depósitos en los que hace más de tres meses se encuentra bloqueada la producción del año pasado.
Según planteó Zelenski, son 22 millones de toneladas de granos las que están bloqueadas en los silos de su país.
"Lo importante es darse prisa porque la nueva cosecha de trigo en Ucrania pronto estará lista y si no se vacían los silos no habrá lugar para ponerlo. Entonces esto es muy importante, pero ganar la batalla por la seguridad alimentaria es importante también desde un punto de vista estratégico", sostuvo Draghi.
El planteo de la importancia estratégica del desbloqueo de los granos apunta en especial a África, ya que muchos países de ese continente empiezan a reclamar el fin de las sanciones a Rusia porque las consideran el motivo de la falta de alimentos.
"Muchos países africanos no están del lado de Occidente, se vio en las votaciones en Naciones Unidas, la mayoría se abstuvo, entonces lo que le gustaría a la alianza es traerlos a nuestro lado, pero el punto es que si se pierde la guerra por la seguridad alimentaria, nunca habrá esperanzas de que estos países puedan pasar al lado de la alianza, porque naturalmente se sentirán traicionados. Entonces, más allá de las consecuencias humanitarias, que son trágicas, hay consecuencias estratégicas que son muy, muy graves", desarrolló Draghi.
El vicedirector de la oficina de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), Maurizio Martina, planteó a Télam que "incluso antes de este conflicto, el hambre en el mundo estaba creciendo, con casi 200 millones de personas en 53 países que en 2021 entraron en una situación diaria de hambre aguda".
Para Martina, exministro italiano de Agricultura, "esta guerra agravará aún más el escenario, nuestras primeras estimaciones indican un aumento de otros 18 millones de personas, pero está claro que mucho dependerá también de la evolución del conflicto".
El plan de Draghi fue avalado por Zelenski el 27 de mayo durante una conversación telefónica, como reconoció el mandatario ucraniano a través de Twitter, y luego discutido con Putin cuatro días más tarde por la misma vía.
Según la prensa italiana, Putin acogió de buena forma el plan de Draghi aunque busca, a cambio de liberar el tránsito marítimo, una flexibilización de algunos de los seis paquetes de sanciones impuestos por la UE desde el inicio de la invasión.
Es que además de los granos ucranianos, las sanciones occidentales tiene frenado también el comercio de los cereales rusos, que para la próxima temporada estival prevé una exportación de al menos 50 millones de toneladas, según estimó el ministro de Agricultura Dmitry Patrushev en declaraciones públicas esta semana.
Otra opción complementaria que maneja Draghi para desbloquear las exportaciones ucranianas es la de "organizar transporte de granos por vía ferroviaria", reconoció esta semana. Se trata, si bien de una opción "más fácil", también de cantidades "más limitadas".
Para Martina, sin embargo, "son cantidades relativas las que se pueden mover por vía férrea, que no pueden suplantar a la actividad portuaria. Igual con la opción de transportar granos con camiones con el eje Rumania-Danubio".
[Fuente: Por Hernán Reyes Alcaide,Télam, Bs As, 04jun22]
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