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27jun11
La inversión en semillas de maíz sería de U$S 770 millones en Argentina
A dos meses de que comience una nueva siembra de maíz en la Argentina, el cereal se encamina a ocupar una superficie récord. Apoyado en su cotización y en la rentabilidad económica que ofrece, el cultivo lograría en la futura campaña la mayor área implantada de su historia.
Según fuentes privadas, el mapa maicero podría llegar a cinco millones de hectáreas, lo que significaría un incremento de 16 por ciento en relación con el ciclo anterior. Aunque algunos más optimistas pronostican un aumento de hasta el 20 por ciento.
En Córdoba, según un cálculo realizado por la Bolsa de Cereales en mayo, la superficie rondaría el millón y medio de hectáreas.
De confirmarse esta proyección, sólo el negocio de la venta de semilla híbrida movilizará alrededor de 770 millones de dólares. El cálculo surge de multiplicar la cantidad de hectáreas a sembrar (cinco millones) por un valor promedio de mercado para una bolsa de maíz (alcanza para cubrir una hectárea) de 155 dólares. En la provincia, la compra de híbridos demandaría una inversión de 240 millones de dólares.
Más oferta.
A diferencia de las soja, de la cual el productor puede guardar la semilla de un año para otro para volver a plantarla, sin afectar la producción, en el maíz es necesario adquirir el híbrido todas las campañas, para no perder rendimiento.
Anticipándose a lo que será un aumento en el negocio, los semilleros están preparados para afrontar la mayor demanda.
En la campaña 2007/08, el buen precio internacional del maíz también había despertado el interés de los productores que se inclinaron por el cultivo, pero la oferta de semillas no alcanzó para abastecer toda la demanda. Hoy, a partir del avance en la oferta de genética, adaptada a las diferentes zonas del país, y en el trabajo de multiplicación, los proveedores de semillas están en mejor posición.
“Hay suficiente disponibilidad de híbridos para afrontar el crecimiento de la superficie”, sostuvo Pablo Ogallar, director de Monsanto. La compañía estadounidense, a través de su marca Dekalb, lanzó en la cosecha pasada al mercado nacional una semilla de maíz genéticamente modificada con una triple resistencia: al glifosato (RR), a insectos aéreos y a plagas subterráneas (coleópteros).
Para esta campaña, el semillero multinacional espera que la nueva tecnología crezca un 25 por ciento en adopción.
“Hay más movimiento en cuanto a la venta de semillas, consultas y expectativas de aumento en la superficie”, resaltó Jerónimo Chiesa, integrante de la División Semillas de la compañía Nidera. El semillero está proyectando un aumento de alrededor del 20 por ciento en la superficie de maíz en el norte de la provincia.
Un bien escaso.
El interés que ha despertado el cultivo ha llevado a que los productores anticiparan este año la compra de semillas. Como una forma de premiar esta decisión, muchos proveedores bonifican con descuentos las compras con antelación.
Por ejemplo, la empresa Pionner, otro jugador de peso en el mercado de proveedores, tiene agotada la disponibilidad de algunos híbridos.
“Si bien la inversión que requiere el maíz es mayor, hoy la rentabilidad que ofrece también es superior. Nunca su margen bruto fue tan favorable”, destacó Damián Torino, gerente regional de Ventas de Pionner Argentina.
La caída en el volumen de las existencias mundiales de maíz ha impulsado en el último año el precio del grano.
El viernes, la cotización del grano en el mercado de Chicago cerró en 260 dólares la tonelada, 86 por ciento más que hace 12 meses, cuando valía 140 dólares. La presión de la oferta sobre la demanda es de tal magnitud que hoy la relación entre stock y consumo es la más baja de la historia.
Estados Unidos, que es el principal productor mundial con alrededor de 330 millones de toneladas, tiene reservas de maíz para sólo 20 días. En 1980, el stock alcanzaba para un año.
[Fuente: Por Alejandro Rollán, La Voz del interior, Córdoba, 27jun11]
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