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15abr10
Argentina busca hacer las paces con los mercados a través de nuevo canje
Argentina presentó ayer un nuevo canje de deudas en manos de acreedores privados a través del cual busca hacer las paces con los mercados internacionales y "terminar definitivamente con la vergüenza" del multimillonario cese de pagos de 2001. "Realmente espero que este año podamos culminar con esa etapa que nos sacó del mundo", afirmó hoy la presidenta argentina, Cristina Fernández.
Con esta nueva operación, el país suramericano espera salir definitivamente del cese de pagos por 102.000 millones de dólares declarado a finales de 2001, en medio de un severísima crisis económica y política, y que sólo logró reparar parcialmente en 2005, cuando concretó una millonaria reestructuración.
Gracias a aquel canje, Argentina logró una quita del 65,4% sobre deudas por 80.000 millones de dólares, pero acreedores con bonos por 20.000 millones de dólares no se adhirieron a la reestructuración. Buenos Aires dio por entonces superado el cese de pagos, pero en la práctica el hecho de que hubieran quedado fuera de la reestructuración semejante volumen de deuda impidió que Argentina librarse del lastre del "default".
Con el cartel de morosa al cuello, a Argentina le fue imposible financiarse en los mercados internacionales, donde le exigían altísimas tasas de interés a cambio, y como alternativa se financió a través de la colocación directa de deuda en Venezuela, que entre 2006 y 2008 le compró cerca de 6.500 millones de dólares en bonos.
La cerrazón de los mercados no sólo afectó al Tesoro sino también a las empresas argentinas, con dificultades para acceder a financiación internacional. El empujón final para que Argentina se decidiera a regularizar su situación lo dieron los bancos Citibank, Barclays y Deutsche Bank, que en representación de acreedores con bonos argentinos en mora por 10.000 millones de dólares en 2009 le arrimaron a Buenos Aires una propuesta para reabrir el canje.
El ministro de Economía argentino, Amado Boudou, dijo que el "piso" de aceptación a la oferta que espera es del 60 por ciento, aunque expertos han pronosticado que la oferta argentina lograría una adhesión cercana al 80%. De hecho, las buenas expectativas en los mercados respecto al resultado del canje han alimentado en las últimas semanas fuertes alzas en los bonos argentinos y una reducción en el índice de riesgo-país.
Boudou planteó hoy que sobre el final del período de suscripción de la nueva oferta, Argentina estudiará la conveniencia de realizar una colocación en los mercados internacionales de bonos por 1.000 millones de dólares. En este caso, analizará la tasa de interés a convalidar pues, según explicó, el objetivo de la operación "no es fiscal" -lograr mayores recursos para financiarse- sino "marcar una tasa de interés diferente" en el mercado local, donde actualmente el costo de financiación es elevado.
"Para nosotros no es una cuestión fiscal el canje. Estamos trabajando en esto para lograr que en Argentina baje el costo de la financiación", señaló el ministro. Boudou afirmó que trabajará para que las mejoras en las condiciones de financiación "lleguen al sector privado, a las provincias y eventualmente al Gobierno para alguna cuestión particular".
"Nuestro objetivo es terminar definitivamente con la vergüenza del 2001", dijo el ministro, quien reconoció que Argentina deberá hacer un gran esfuerzo para recuperar el prestigio perdido por el cese de pagos. Tras crecer durante 2003 y 2008 a tasas promedio del 8,5 por ciento, el año pasado la economía argentina avanzó apenas el 0,9% en un contexto de crisis global.
Pero para este año, consultores privados pronostican un crecimiento de entre el 3,7 y el 6%. Un crecimiento que, para ser sostenido, necesita de la "gasolina" de las inversiones domésticas y extranjeras que, en buena medida, dependerán del resultado de este canje y de si finalmente los mercados absuelven a Argentina.
[Fuente: Cotizalia, Madrid, 15abr10]
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