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26ago12
Argentina logra el objetivo de lograr superávit de la balanza comercial
Al término de siete meses, los números parecen sonreírles a la balanza comercial argentina, o más precisamente a Guillermo Moreno, que instrumentó una curiosa ingeniería financiera para mantener el superávit.
Según datos del Indec, en julio el saldo positivo alcanzó los US$ 8.350 millones. De esta manera, a fuerza de restricciones a las importaciones, el gobierno se aseguró en lo que va del año, casi el 80% del superávit que se puso como objetivo para todo el 2012.
A través de diferentes métodos, fue cerrando las importaciones, de tal manera que cada vez salieron menos dólares del país, pero pagando un costo demasiado alto, porque las exportaciones bajaron de US$ 47.616 millones (en 2011) a US$ 47.029 millones en los primeros siete meses de 2012.
La diferencia más notoria se percibió en las importaciones que mermaron US$ 2.878 millones, producto de que las operaciones que incluían compras desde el exterior, estaban sujetas a la aprobación del polémico y poderoso Secretario de Comercio. Al final, los números del balance demostraron que el operativo "cerrojo" funcionó como un reloj suizo, porque el superávit comercial pasó de US$ 6.159 millones (en 2011) a US$ 8.350 millones (en 2012) con un saldo interanual de US$ 2.191 millones.
Un poco de historia
Cabe destacar que en febrero, por primera vez después de 26 meses el intercambio comercial arrojó una caída en el nivel de importaciones que llegó a US$ 4.757 millones, una cifra que sintió el impacto del efecto de las restricciones a las compras en el exterior que comenzaron a regir en enero.
El número de las importaciones mejoraron en marzo, volvió a caer en abril y luego se recuperó en mayo, junio y julio, como consecuencia de que las exportaciones también mostraron un salto muy significativo.
Para encontrar la última merma en el nivel de importaciones hay que remontarse a noviembre del 2009. Desde entonces, y especialmente traccionadas por las compras energéticas, las importaciones venían acumulando variaciones positivas.
Sin embargo, la embestida oficial para frenar el ingreso de productos se reflejó, por primera vez, en los datos oficiales. Desde ese momento muchos empresarios hicieron sentir sus quejas por las restricciones impuestas por la Secretaría de Comercio (la implementación del sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación o la denominada Ventanilla Unica, que hoy siguen siendo indispensables para ingresar productos al país), a las que se agregan otras medidas que limitaron cada vez más las operaciones en dólares.
Lo cierto es que, muy a pesar de los importadores que se quejaron por las trabas impuestas por Guillermo Moreno, el Gobierno logró el objetivo de contener las importaciones para equilibrar la balanza comercial.
Especialmente cuando, el año pasado, ésta registró una caída del 11% frente a 2010, con un superávit de US$ 10.347 millones. En lo que va del año, las exportaciones se contrajeron un 1% y las importaciones, 5%, aunque las trabas a las compras externas incrementaron el superávit en un 29,2%. Negocio redondo.
[Fuente: El Tribuno, Salta, Arg, 26ago12]
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