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10nov05
Agbar sigue atrapada en Aguas de Argentina, a donde podría recalar el magnate mexicano Slim.
Aguas de Barcelona guarda silencio. La compleja situación que vive la filial de La Caixa en Aguas de Argentina sigue coleando, lejos de que la solución final que tanto persiguen termine de llegar. El principio de acuerdo que cerraron en la Cumbre Iberoamericana celebrada recientemente en Salamanca los presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Néstor Kirchner, que implicaba la continuidad de la española, está una vez más en el aire.
Un nuevo jugador ha aparecido en escena. Como recogían ayer diversos medios argentinos, el magnate Carlos Slim ha irrumpido en rescate de Aguas de Argentina. No se trata de un comprador cualquiera. Hablamos de la primera fortuna latinoamericana, que podría acudir en auxilio de la concesionaria pública a la que renunció la francesa Suez, después de un largo enfrentamiento con la administración de la Casa Rosada por la congelación de las tarifas.
La operación cuenta con el aval inestimable de Kirchner. El presidente argentino encontraría en Slim el apellido ilustre, de reconocida fama y trascendencia, para hacer olvidar el paso de los anteriores gestores. Mientras esto se decide, la concesionaria española guarda cautela, a la espera de un acuerdo con el fondo mexicano de inversión Fintech, único candidato en firme para entrar en Aguas de Argentina.
De cualquier modo, y según fuentes próximas a Agbar, la filial de La Caixa habría sellado ya con la administración argentina su permanencia en la compañía. Un pacto de mínimos según el cual, la española mantendría un paquete cercano al 7% de la concesionaria de aguas de Buenos Aires y participaría en la gestión durante los próximos dos años, prórroga en la que se produciría el cambio de manos accionarial y el relevo al frente de la dirección por parte de los nuevos socios.
Según recoge el diario argentino El Cronista, responsables de Suez y Agbar se han desplazado hasta el país austral para “negociar y ver qué hacer con sus otros negocios en el país, Aguas Provinciales de Santa Fe y Aguas Cordobesas”. Las dos compañías europeas parecen dispuestos a liquidar sus participaciones en estas dos concesionarias, probablemente venderlas a los socios locales con los que comparten accionariado. Y mientras todo se decide, Slim se deja querer por K.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 10nov05]
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