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11jul06
Kirchner trató de 'darles el cambiazo' a los accionistas españoles de Aerolíneas Argentinas.
En las negociaciones para aumentar la participación del Gobierno de Néstor Kirchner en Aerolíneas Argentinas hubo juego sucio. La delegación que acudió a España en junio con el presidente argentino cambió la carta de intenciones firmada con los directivos de la compañía para introducir una especie de acción de oro, según fuentes de la negociación. Dichas fuentes han asegurado a El Confidencial que el secretario de Transportes, Ricardo Jaime, añadió un punto que otorgaba derecho de veto a los dos consejeros del Gobierno argentino en Aerolíneas.
“Cuando Kirchner vino a España se firmó una carta de intenciones que incluía aprobar las cuentas, un aumento de participación del Estado hasta un 20% en un año y la inclusión de un segundo consejero y un síndico (un auditor). A cambio, dejan de impugnar las cuentas y realizan una ampliación de capital. Sin embargo, cuando se fueron a firmar los papeles, éstos habían sido cambiados por otros en los que el Estado argentino se reservaba la posibilidad de que, para cualquier decisión estratégica que necesitase la compañía, fuera necesario el voto de los dos consejeros nombrados por Kirchner”, afirman.
Dicha carta de intenciones fue suscrita el 21 de junio por el presidente directorio de la compañía, Horacio Fargosi, los socios mayoritarios Gonzalo Pascual Arias y Gerardo Díaz Ferrán, y la delegación argentina, formada, entre otros, por el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, la ministra de Economía, Felisa Miceli; y el secretario de Transportes.
El día 23, siempre según dichas fuentes, los responsables españoles de la compañía, comprobando que habían sido “engañados” y que habían firmado el papel “incorrecto”, lograron concertar una nueva reunión con el apoyo del Gobierno español para firmar el documento original. Éste incluye acciones de ‘clase A’ en el aumento de participación del Gobierno de la Casa Rosada que permite al Ejecutivo de Kirchner influir en decisiones como "aumentos significativos de capital, alianzas estratégicas u operaciones que afecten a la aerolínea o deba alinearse con la política aerocomercial argentina”.
La carta de intenciones trataba además la aprobación del balance de cuentas de 2005, tras lo cual la compañía podrá cotizar en los mercados bursátiles, y el aumento de participación desde del Estado del 1,4% actual hasta el 20%, frente al 0,4 que está en manos de trabajadores y el 98,2 que mantiene Intervest, la sociedad controlada por Marsans.
Enfrentamiento por el aumento del capital.
Precisamente el aumento de la participación estatal motivó un enfrentamiento entre el ex presidente de la compañía, Antonio Mata, y el Gobierno argentino que terminó con la sustitución de Mata por Díaz al frente del Consejo de Administración de la compañía.
El empresario español –que sigue siendo presidente de Intervest y ocupa dos cargos en el Consejo de AA- sostiene que el Estado argentino debe hacer una aportación de capital “de entre 33 y 188 millones (de dólares)”. En cambio, el Gobierno de Kirchner asegura que esto no es así y que si el Ejecutivo había perdido participación en la empresa era por las capitalizaciones que se habían realizado sin que éste suscribiese su parte.
Su postura provocó también el enfrentamiento de Mata con Pascual y Díaz, que probablemente se harán en las próximas semanas con el 30% de las acciones que tiene el primero al gozar del derecho de adquisición preferente.
La experiencia de Mata al frente de Aerolíneas ha estado marcada por las disputas con el Gobierno de la Casa Rosada. Es sonado su enfrentamiento con Ricardo Cirielli, subsecretario de Transportes y líder del sindicato de Personal de Técnicos Aeronáuticos, considerado como ariete de la política de desgaste ordenada supuestamente desde el Ejecutivo contra la conducción de la compañía. En su última etapa, los conflictos laborales promovidos desde su departamento provocaron pérdidas a la compañía de más de 12 millones de dólares.
Según publica la Revista Noticias, el ministro De Vido mantuvo una reunión el día 2 de junio con Pascual y Díaz en la que prometió que “si desplazan a Mata definitivamente de la empresa y nos permiten recuperar una participación accionarial, habrá aumentos de tarifas, subsidios para los vuelos a destinos no rentables, aprobación de los balances y rebaja del IVA al combustible”.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 11jul06]
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