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14jul13
Guerrillero colombiano pondera restitución de personería a la UP
El jefe del equipo de paz de las insurgentes FARC-EP, Ivan Márquez, definió como un acto de justicia, aunque tardío, la restitución de la personería jurídica al movimiento político Unión Patriótica (UP).
Se trata de un fallo trascendente del Consejo de Estado, opinó en una entrevista publicada hoy en la edición digital del diario El Tiempo, pero es necesario reforzarlo con la democratización del país.
Requiere el fin del excluyente bipartidismo del Frente Nacional -que sigue vivo-, respeto y garantías a la oposición y pedagogía de tolerancia política. Esperamos que la Fiscalía informe al país cómo van las investigaciones sobre los responsables del exterminio de la UP, enfatizó.
El líder guerrillero consideró que la decisión de restituir la personería jurídica a esa agrupación demuestra, además, a las élites del poder cómo la intransigencia y el exterminio del opositor no conducen a la victoria definitiva sobre una alternativa política.
De nada sirvió descabezar a toda una generación de revolucionarios, agregó en referencia al genocidio contra más de cinco mil dirigentes y militantes de la UP asesinados, si sus herederos están al frente de la inconformidad y movilización creciente de un pueblo al que no se le pueden conculcar sus derechos, en especial el de la opción política, destacó.
Para Márquez, Colombia no puede admitir "el argumento desalmado de que el genocidio se explica por la combinación de armas y política". Jaime Pardo, Leonardo Posada, José Antequerra, Bernardo Jaramillo y tanto militante anónimo, sostuvo, no portaban fusiles cuando los acribillaron.
"Los mataron la intransigencia y la indolencia del Estado, que entonces estimaba que a ese ritmo no exterminarían nunca a la Unión Patriótica", dijo.
A una pregunta sobre las posibilidades de la UP como una posible vía hacer política, respondió "lo que estamos buscando es la participación política de todos, que se permita la deliberación, se escuche y se tenga en cuenta la opinión de la gente y los movimientos sociales puedan expresarse sin estigmatizaciones y decidir.
En eso consiste la democracia, manifestó. El futuro político de Colombia será delineado en la constituyente para la paz. La constituyente es la llave de la paz. Solo ella nos dará los cambios estructurales que han de sustentarla.
Márquez ponderó la convergencia de los sectores sociales y políticos que hoy claman por cambios estructurales. Preferiríamos un gran movimiento que desde abajo despliegue sus alas como alternativa política, después de 200 años de injusticia, sustentó.
Una convergencia de fuerzas y sectores que tome las riendas de la transición del terrorismo de Estado a la democracia verdadera, cuyo propósito sea la paz estable y duradera. Mil años de paz para Colombia, como pidieron los poetas en Medellín, concluyó.
[Fuente: Prensa Latina, Bogotá, 14jul13]
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