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03may13
El Inpec dice que las cárceles militares deben ser dirigidas por civiles
Ante el inminente cierre de la cárcel de Tolemaida, escenario de varios escándalos, el director del Inpec, general Gustavo Ricaurte, propone que al frente del nuevo centro de reclusión de militares esté un civil o particular.
En diálogo con EL TIEMPO, Ricaurte aseguró que el nuevo centro será en la Escuela de Artillería de Bogotá y que para su construcción el Ministerio de Defensa invertiría cerca de 75.000 millones de pesos.
¿Qué hizo que no funcionara más la cárcel de Tolemaida?
Nosotros hicimos varias recomendaciones, entre esas que se mejorara la situación penitenciaria de la Fuerza Pública y por eso el compromiso del Instituto fue preparar las guardias, directores y subdirectores. El problema de estos funcionarios es que se trasladan con mucha frecuencia.
Encontramos casos de hace dos años de reclusos que llevaban trabajando en la parte agrícola, en las panaderías, pero nadie manejaba profesionalmente eso. Anteriormente la alimentación de los internos no estaba organizada hasta que el Inpec asumió esa responsabilidad. Y uno de los compromisos que aún hay es que se tengan actualizadas las bases de datos con los perfiles de los internos.
Y la indisciplina...
Con excepción de esos casos que se han presentado, el 98 por ciento de los internos militares y de Policía tienen excelente o buena conducta.
¿Cuándo va a estar lista la nueva cárcel militar?
Lo que tengo entendido es que el Ministerio de Defensa busca unos lugares que sean óptimos para construir una cárcel militar. Yo pensaría que esa cárcel podría estar frente a La Picota en la Escuela de Artillería, con capacidad de hasta 1.500 presos. Para construir esa cárcel se necesitan 14 hectáreas para que tengan todas sus áreas de trabajo y esparcimiento.
Debe tener estas circunstancias para que se garantice que no va a haber este tipo de irregularidades como en Tolemaida. Una vez haya una nueva cárcel, debe estar diseñada para funcionarios públicos y que tenga aulas, pabellones; clasificación de alta, media y mínima seguridad, centros de trabajo, todo lo que tiene que ver con su seguridad electrónica.
Yo sería partidario de que este centro carcelario militar debería estar bajo el control de un funcionario particular no uniformado, que pertenezca a la planta de la fuerza o al Ministerio de Defensa.
¿Qué fue lo más grave en Tolemaida, los permisos, el uso de celulares, negocios?
El problema es el desconocimiento de la norma: un teniente, un coronel o un mayor que han sido formados en las academias militares jamás en la vida pensaron en ser directores de una cárcel. Si no estudió derecho ni conoce el régimen penitenciario, pues cómo se le va a decir, después de 18 años de servicio, que ahora es director del centro carcelario y que tiene que cumplir con algunas normas.
El comandante piensa que darle un permiso de 72 horas es como cuando usted le da a un soldado los 5 días o 72 horas de servicio. Pero no sabe que el permiso es por orden de un juez.
Entonces, ¿ve con buenos ojos el cierre?
Las instalaciones que están se podrían arreglar o remodelar para que quede un satélite pequeño, porque nadie está exento de que en la unidad militar, que maneja más de 22.000 militares, un soldado viole el Código Penal Militar.
[Fuente: Redacción Justicia, El Tiempo, Bogotá, 03may13]
This document has been published on 06May13 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |