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18may07
Salvatore Mancuso reconoce delito de narcotráfico
El ex jefe de Autodefensas Salvatore Mancuso asumió su responsabilidad por el manejo que de la producción cocalera hacía el bloque paramilitar que él encabezaba en el norte del país.
Precisó que ese negocio se inició entre 1996 y 1997 cuando los paramilitares fueron intermediarios entre los campesinos y los compradores, lo que rápidamente favoreció la expansión de los grupos gracias a los excedentes que generaba la actividad.
Los primeros laboratorios para el procesamiento del alcaloide se instalaron en La Caucana de Tarazá, bajo Cauca antioqueño; reconoció que él dirigía personalmente el transporte aéreo de la mercancía y que pagaban información a diversas autoridades para poder moverse y evadir retenes, puestos de control y radares.
En su versión ante el fiscal de la unidad de justicia y paz, Salvatore Mancuso, precisó que llegaron a tener una flota de nueve helicópteros pintados de forma similar a los de la policía y el ejército, y eran piloteados por policías activos entrenados por la institución que en su tiempo libre servían a los paramilitares.
Según las cifras del ex comandante de autodefensas entre 1997 y 2004 la producción de cocaína en Córdoba y el Catatumbo llegó a mil 300 toneladas, la mayor parte de ellas manejadas por las FARC.
Fuentes de financiación
La lista de empresas revelada por Salvatore Mancuso y que según él financiaron la operación paramilitar contiene a las bananeras Chiquita Brand, Doll, Proban, Delmonte, Banacol y Uniban que por cada caja exportada pagaban un centavo de dólar, con lo que los aportes entre 1997 y 2004 sobrepasó los catorce millones de dólares.
Sostuvo que Ecopetrol y Oleoducto Central, Ocensa, llegaron a pagar hasta cien millones de pesos por seguridad; al igual que la procesadora de maderas Pizano, o la Pesquera Vikingos que pagaba con camarones y debía tener plan de conservación de los recursos marinos.
Para permitir su operación en la costa, Postobón a través de un jefe de seguridad en la zona, pagaba diez millones de pesos al mes y por departamento, mientras Bavaria debió autorizar un aumento en los márgenes de utilidad para que sus distribuidores pudieran pagar mil pesos por canasta.
Carbones del Caribe y Prodeco, así como los transportadores de este mineral también estaban "gravados".
En la relación también fueron incluidos comerciantes, desde abarroteros hasta grandes cadenas, empresas transportadoras como Expreso Brasilia que pagaba porcentaje por cada pasajero, y Copetran que cancelaba diez millones de pesos al mes.
En 2001 con ayuda de supervisores de Ecopetrol y la policía, dijo Mancuso, se extrajo acpm y gasolina del poliducto en Pelaya-César.
A Carlos Matos importador de la Hyundai, Carlos Castaño le exigió un helicóptero, pero se declaró incapaz de cumplir esa demanda y entregaba cuatro carros al año.
Palmicultores, cafeteros, gasolineras, importadores y hasta contrabandistas cumplían con las exigencias económicas y en algunas zonas se montó el denominado impuesto de valorización por acción de las autodefensas, que se incrementaba según el grado de seguridad y tranquilidad que se ofrecía.
Al finalizar la primera etapa de versión libre Salvatore Mancuso entregó bienes por 51 mil millones de pesos, principalmente en predios, para resarcir a las víctimas de la violencia paramilitar.
[Fuente: Caracol, Bogotá, Col, 18may07]
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