EQUIPO NIZKOR |
|
07oct07
Algo podrido en Primolandia
Cuando Álvaro Uribe resultó electo Presidente y comenzó su ascendente carrera de incumplimientos programáticos, comenzó, asimismo, a cometer torpezas insospechadas. La primera de ellas fue elegir como asesor al primo del mayor capo que ha tenido Colombia en materia de narcotráfico y uno de los mayores asesinos que recuerde la historia.
Presuntamente, el líder iba a luchar contra el narcotráfico. Por eso no se explica nadie por qué, así el asesor no tenga culpa de ser pariente de tan nefasto sujeto, fue escogido. ¿Acaso el escogedor ignoraba que la sola referencia familiar resultaba traumática, indeseable, sospechosa, y que, sobre todo, podía prestarse a críticas nocivas no sólo para el gobierno sino para el país, nacional e internacionalmente? ¿Menospreció el hecho de que las personas no manipulables podían preguntarse cómo un presidente que prometía acabar con el narcotráfico podía ser asesorado por un primo del capo de capos sin que nadie lo criticara?
Pero, bueno. Lo nombró y lo ha sostenido contra todo y contra todos, aún a sabiendas de que respalda a J. J. Rendón. Según Juan Paz (El Mundo, 30 de septiembre) el primo del mafioso acudió con el venezolano a reunirse con Alonso Salazar, candidato a la Alcaldía de Medellín. Aunque el candidato explicó posteriormente que su asesor era otro, la verdad es que resulta riesgoso votar por alguien que se reúne en privado con personajes de ese tipo, ad portas de las elecciones. Por algo Luis Pérez, el candidato contrario, se queja de la guerra sucia contra su campaña. ¿El foco de contaminación de Palacio comienza a extenderse por todo el país?
También, al decir de Ramiro Bejarano, el primo de Escobar sabía de los dólares que pensaba sacar del país una pupila de J.J. Como si todo eso fuera poco, el primo del padrone, saltó a descalificar con gracejos insolentes las declaraciones de Pastrana, sin duda inobjetables por su probada verosimilitud. Y el Presidente callado, indiferente, como si nada malo ocurriera.
Siguiendo con los parientes de Primolandia, parece que uno solo no era suficiente y que, por el contrario, había que abundar en ellos. Elegido Pachito Vicepresidente - Pachito tenía periódico, claro, y esa era una buena ‘virtud’ - llegó en paracaídas, como siempre, el segundo primo: Juan Manuel, incorregible provocador de incendios y avisperos y uno de los tipos más impopulares del país. Y faltaba el primo más importante, el cuarto, Mario, el escudero y coequipero presidencial, cuya avidez de terrateniente ameritó la intervención de la Corte Suprema de Justicia.
Algo huele mal en Palacio y urge vaciar los sanitarios.
[Fuente: Hernando García Mejía, El Nuevo Siglo, Bogotá, Col, 07oct07]
This document has been published on 11Oct07 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |