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14ene16
Otra etapa de desafíos en diálogos por la paz de Colombia
Tras destrabar espinosas polémicas, equipos del Gobierno colombiano y las FARC-EP reanudaron sus conversaciones en Cuba con el desafío de aprovechar el tiempo al máximo en busca de un acuerdo pacifista, cuando restan aún cuestiones muy controversiales por definir.
El plazo del 23 de marzo, fijado previamente por ambas partes, es uno de los elementos que añade tensión a las de por sí complejas discusiones en la capital cubana, iniciadas desde hace más de tres años para poner fin al único conflicto armado del continente.
Según apreciaciones de los voceros gubernamentales y del presidente Juan Manuel Santos, quienes insisten en cumplir con la fecha prevista, más allá del compromiso establecido conseguir ese objetivo resulta posible desde el punto de vista práctico.
Optimista en torno a la proximidad de la firma de la paz, el mandatario dio instrucciones a sus portavoces, encabezados por el abogado Humberto de la Calle, para agilizar los análisis y procedimientos en la mesa de concertación.
Tenemos toda la voluntad para conseguir un pacto pacificador con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), reiteró el gobernante desde la Casa de Nariño poco antes de la partida de sus representantes rumbo a La Habana.
Los adelantos son importantes, confiamos en que con determinación podamos lograrlo, manifestó De la Calle entrevistado por medios locales.
De la otra parte el máximo líder del movimiento guerrillero -Timoleón Jiménez- declaró al semanario Voz que el ánimo para lograr ese propósito dentro de las tropas bajo su mando es el mejor.
Ante las cámaras de televisión el presidente Santos y yo acordamos esa fecha del 23 de marzo, los delegados de las FARC-EP tienen la orientación de trabajar intensamente con tal meta, es nuestra guía, pero la realidad puede señalar otra cosa, comentó el comandante de esa agrupación.
Jiménez recordó que la revisión del consenso sobre víctimas, luego de su rúbrica en septiembre, demoró casi tres meses y dilató el cronograma.
Es lógica elemental que eso tenga alguna incidencia pues empleamos todo ese tiempo en revisar lo que ya estaba definido, de todas formas creemos que una fecha no puede ser un plazo fatal, añadió en diálogo con Voz.
A lo interno del país, políticos como el senador Iván Cepeda coinciden con esa posición.
Lo que veo es un espíritu de los dos lados para llegar a consensos y hacerlo de la manera más responsable, ésa es la decisión que hay que destacar, expresó el legislador por el Polo Democrático Alternativo y reconocido defensor de derechos humanos.
Luego de alcanzar preacuerdos en los puntos de reforma rural integral, participación política, combate a las drogas ilícitas y víctimas, las delegaciones deberán definir los términos del cese el fuego bilateral, la dejación de las armas, desmovilización y reintegración a la sociedad de los ahora combatientes.
La elección de los magistrados que integrarán los tribunales dentro de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), es una de las cuestiones más complicadas pendientes a precisar, además del mecanismo para refrendar por la vía popular todo lo consensuado en Cuba.
De manera general la JEP prevé investigar, juzgar y sancionar a responsables de la confrontación bajo los preceptos de que no habrá impunidad ante crímenes de lesa humanidad pero sí beneficios como indultos y amnistías en casos de delitos políticos y conexos.
Aunque ambas partes defienden la validación de lo pactado con la participación de la ciudadanía, el Ejecutivo aboga por un plebiscito y los insurgentes por una Asamblea Constituyente, asunto a dilucidar en la actual etapa.
La disparidad o desfasaje entre la mesa de encuentros y la agenda legislativa nacional constituye otra de las dificultades que rondan las gestiones a favor de la distensión pues mientras el Gobierno insiste en adelantar trámites en el congreso, las FARC-EP demandan que cuestiones vinculadas al proceso sean concertadas previamente en La Habana.
Con gran simpatía dentro de la comunidad internacional los diálogos requieren todo el respaldo posible en Colombia, apoyo imprescindible en el período posbélico durante la implementación de lo pactado.
Tenemos que apostar por un acuerdo nacional, conseguir un trato que pueda involucrar a todos los sectores y actores, consideró Cepeda en entrevista concedida a Prensa Latina.
No obstante los retos, encuestas recientes evidencian que los colombianos perciben más cercano el horizonte de paz.
Las noticias sobre el probable comienzo de encuentros formales este año con el Ejército de Liberación Nacional, involucrado igualmente en la guerra interna, fueron recibidas como mensajes esperanzadores a comienzos de 2016.
Ningún proceso de negociación resulta irreversible sino hasta el último minuto, pero opino que las pláticas con las FARC-EP han pasado un umbral crucial y el éxito es muy posible, subrayó el asesor de los diálogos y exjefe del gabinete británico Jonathan Powell.
En opinión de analistas, la experiencia acumulada durante tres años, la acertada metodología empleada, además del ágil desempeño de los países garantes y acompañantes, son fortalezas de la mesa.
[Fuente: Por Adalys Pilar Mireles, Prensa Latina, Bogotá, 14ene16]
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