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18nov14
Noruega y Cuba, claves para sacar de la crisis proceso de paz con Farc
Al ratificarse este lunes en que mantendrá suspendidos los diálogos con las Farc hasta que liberen al general Rubén Darío Alzate, al cabo Jorge Rodríguez y a la abogada Gloria Urrego, secuestrados el domingo en el Chocó, el presidente Juan Manuel Santos dejó claro que la solución de la actual crisis del proceso de paz depende de esta guerrilla.
Si bien hasta ahora todo indica que lo ocurrido en una zona rural de Quibdó es uno de esos imponderables a los que está sometida una negociación de paz, este hecho, sumado al secuestro de dos militares en Arauca y al asesinato de dos indígenas en el Cauca, llevó al Presidente a decirles a las Farc que "es el momento para que demuestren su compromiso con el proceso".
Los recientes acontecimientos han subido la presión de la opinión y también de los militares sobre Santos para que le exija al grupo guerrillero señales de paz. (Lea también: Mil hombres buscan a los tres secuestrados en Quibdó).
Y al pedirles a las Farc que muestren su intención de terminar el conflicto, "con acciones y no solo con palabras", el Presidente, de alguna manera, intenta salvaguardar la negociación de La Habana.
Por eso, tras varias horas de reunión con sus delegados en los diálogos, el mandatario reiteró que hasta que la actual situación se solucione, ellos "no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones".
Además, les advirtió a las Farc que ni hechos como el ocurrido en Chocó, que se entienden como una presión para que acepte un cese bilateral del fuego, echarán atrás su decisión de negociar en medio del conflicto. (Lea también: Los jefes de guerrilleros que los tienen están en Cuba).
"Estamos hablando de parar la guerra de una vez por todas. Esto se logra con la terminación del conflicto. No con una simple tregua", afirmó Santos.
Se adelantó así a una explicación previsible de las Farc, que, aunque este lunes guardaron silencio, seguramente dirán que el secuestro del general y sus acompañantes es un hecho natural en medio de una negociación que se da con la guerra vigente.
El Presidente ha dicho que el cese bilateral del fuego solo ocurrirá cuando llegue la hora de un pacto definitivo de paz, pues de otra manera pondría en riesgo la fortaleza militar que tienen hoy las Fuerzas Armadas sobre las Farc. (Gobierno exige liberación de los dos soldados profesionales en Arauca).
"Hay que ser claros: aunque estamos negociando en medio del conflicto, las Farc tienen que entender que a la paz no se llega recrudeciendo las acciones violentas y minando la confianza", dijo en la noche de este lunes Santos.
Sin embargo, aclaró que "esto no significa que en el curso de las conversaciones no se puedan dar los primeros pasos para desescalar el conflicto" y reveló que el asunto se viene discutiendo con el grupo guerrillero.
Como es obvio, la contingencia en medio de la cual el proceso de paz llega a sus dos años provoca desconcierto entre los colombianos. No gratuitamente el Presidente también fue explícito en que tomó la decisión de dialogar con las Farc "consciente" de que el camino "no sería fácil de recorrer".
Garantes, a prueba
El jefe de Estado confió en que los países garantes, Noruega y Cuba, con los que según dijo ya se habló, jueguen un papel clave en medio de la actual crisis, la más grave desde que comenzaron los diálogos, el 19 de noviembre del 2012.
Los garantes han logrado ganarse la confianza de las dos partes, y sus gestiones pueden contribuir a propiciar un clima de entendimiento.
Precisamente el domingo, en entrevista con EL TIEMPO, el experto noruego Jan Helge Solbakk, quien cumplió tareas de facilitación en la antigua Yugoslavia, dijo que su país y Cuba pueden jugar un papel determinante en esta etapa de los diálogos.
Previó que por los temas duros que se están tocando "vendrían momentos muy tensos". Garantes como Noruega y Cuba, dijo, "son como un medicamento para momentos en que el diálogo está dañado".
Este martes, la expectativa está puesta en la manera como reaccionen las Farc.
De hecho, antes de esta crisis, la delegación de esta guerrilla en La Habana había adelantado que este miércoles, cuando se cumplen los dos años del proceso de paz, haría un pronunciamiento importante.
No se descartaba un anuncio sobre un cese del fuego por la época navideña, tal y como ocurrió el 19 de noviembre del 2012, cuando comenzó oficialmente la negociación con el Gobierno.
La decisión no estaba del todo tomada porque, según le dijo a este diario el jefe guerrillero 'Marcos Calarcá', entre las Farc cae muy mal que las "treguas unilaterales no sean asumidas y presentadas por la gran prensa y los enemigos de la negociación" como un gesto de paz de la guerrilla, sino "como una muestra de debilidad".
Pero una señal de esta naturaleza y el eventual anuncio de la liberación de los secuestrados serían importantes para recuperar el rumbo de la negociación.
También sería útil crear condiciones para discutir mecanismos que reduzcan la intensidad de la guerra y los daños colaterales que esta produce en el proceso de paz.
[Fuente: Por Marisol Gómez Giraldo, El Tiempo, Bogotá, 18nov14]
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