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14dic05
Uribe acepta la propuesta internacional de Francia, España y Suiza para negociar con las FARC.
El presidente colombiano, Alvaro Uribe, anunció el miércoles que ha aceptado una propuesta de Francia, España y Suiza para que su gobierno y las FARC se sienten a negociar un acuerdo humanitario en favor de los secuestrados por esta guerrilla. Uribe dijo en Bogotá que acepta desmilitarizar los 180 kilómetros cuadrados del caserío suroccidental de El Retiro, que fue sugerido por los tres países europeos como sede para el diálogo conjunto.
Ese poblado, que pertenece a la localidad de Florida, en el departamento del Valle del Cauca, centra la propuesta que la mencionada comisión internacional presentó al Ejecutivo y, también, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
"El Gobierno colombiano acepta esta propuesta", dijo Uribe al divulgar la noche del martes en la Casa de Nariño, la sede del Ejecutivo en Bogotá, los detalles de esta propuesta, titulada "Sistema de seguridad para un encuentro humanitario en la Cordillera Central".
El documento, fechado el pasado día 12 en Berna, fue entregado el martes de forma simultánea "al representante del Gobierno colombiano y al representante oficial de las FARC en términos estrictamente idénticos", según el Departamento Federal de Asuntos Exteriores de Suiza, que lo hizo en nombre suyo, de Francia y España.
Los tres países conforman una comisión internacional que fue creada el pasado noviembre tras un breve viaje a Europa del alto comisionado para la Paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, por orden de Uribe, quien hasta ahora había excluido sentarse a negociar con el grupo rebelde en una zona desmilitarizada.
La propuesta fue elaborada por una "misión técnica exploratoria" del mismo comité internacional, equipo que visitó del 28 de noviembre al 2 de diciembre pasado el área para la eventual cita, apoyado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Uribe dijo que aceptaba esta iniciativa "porque no lesiona la soberanía, ni pone en riesgo a nuestros compatriotas".
"Concesión" a los insurgentes.
Los tres países exigen que siete días antes y siete días después del encuentro conjunto no haya presencia armada del Estado ni de las FARC, excepto de los portavoces rebeldes, explicó el presidente tras admitir que se trata de una "concesión" a los insurgentes que hace, dijo, "con humildad, pero también con responsabilidad".
El presidente apuntó que "la aceptamos también para hacerle un homenaje a Jaime Lozada", ex senador y ex gobernador del departamento sureño del Huila asesinado hace poco por presuntos rebeldes de las FARC.
Lozada era el esposo de Gloria Polanco, quien conforma el grupo de 59 efectivos de la fuerza pública, políticos y extranjeros (tres contratistas estadounidenses) que las FARC mantienen en condición de "canjeables" por más de medio millar de rebeldes presos, entre ellos dos entregados en extradición a Washington.
Algunos de los militares o policías están en cautividad desde diciembre de 1997, pero ha sido el de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada en febrero de 2002, el caso que despertó la solidaridad internacional por esta crisis de rehenes.
Betancourt tiene la doble nacionalidad colombiana y francesa, por lo que el Gobierno de París ha mantenido una permanente gestión en favor de la liberación de ella y de los demás cautivos.
"Queremos entender las angustias, los dolores, el padecimiento de tantos familiares colombianos, tantas familias colombianas que tienen sus familiares secuestrados", afirmó Uribe al reiterar la aceptación de la parte central de esta propuesta, la retirada de tropas, que se lamentó por no haber "modificado" mucho antes.
Para el presidente, da confianza la sugerencia que de treinta a cuarenta observadores internacionales asuman junto al CICR la vigilancia y la seguridad en la zona sugerida, que según la misión técnica, facilita el transporte en helicópteros y otras "condiciones óptimas" para el encuentro conjunto.
Según el comisionado Restrepo, los tres países "proponen garantizar la seguridad de los negociadores con su compromiso político y su presencia física", pero no "prejuzgan la duración, forma o contenido de las negociaciones".
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 14dic05]
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