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07oct06


Álvaro Uribe dejó plantados a los facilitadores con Farc


Nunca como ese día se había sentido tan próxima la caída de los cercos que levantaron las Farc alrededor de 55 políticos, militares y policías para medir fuerzas con el Estado que sueñan derrotar.

El presidente Uribe, después de casi 50 meses de pulso ininterrumpido con esa guerrilla, había decidido despejar a Florida y Pradera (Valle) para que los secuestrados volvieran a la libertad.

Así lo iba a comunicar al país esa tarde, según les dijo el comisionado Luis Carlos Restrepo al ex ministro Álvaro Leyva y su acompañante Lázaro Viveros, y al director del semanario Voz, Carlos Lozano, en reuniones a las que los citó por separado.

La presencia de Viveros resultaba extraña en el escenario. Fue el administrador del Batallón Cazadores de San Vicente del Caguán cuando las instalaciones de esa unidad militar se convirtieron en la sede del Gobierno durante los diálogos del presidente Andrés Pastrana con las Farc, pero en marzo pasado reapareció como fórmula a la Cámara de uno de los más severos críticos de esa guerrilla, el ex presidente de Fedegán Jorge Visbal.

Leyva y Lozano, en cambio, eran los que seguían intercambiando puntos de vista con el jefe guerrillero 'Raúl Reyes', a pesar de que oficialmente el grupo armado había 'congelado' a los facilitadores. Y según lo acordado el lunes, se encargarían de convencer a las Farc de aceptar las condiciones del despeje antes de que se ordenara.

Se había hablado ya de un número pequeño de guerrilleros, 20 ó 30, para actuar como guardaespaldas de los voceros de 'Manuel Marulanda', y de la ausencia total de insurgentes en los cascos urbanos de Florida y Pradera. Dos condiciones aparentemente difíciles para una guerrilla que se ha mostrado intransigente frente a restricciones a su fuerza en una zona desmilitarizada, pero que los dos facilitadores confiaban conseguir.

Cada uno salió de su reunión con el Comisionado dando por hecho que se abría la posibilidad histórica de un primer encuentro entre los negociadores del Presidente y 'Marulanda'.

Los dos, según se alcanzó a plantear, estarían entre los viajeros del helicóptero que trasladaría a 'Fabián Ramírez', 'Carlos Antonio Lozada' y 'Felipe Rincón' -en principio, los delegados de la guerrilla- hasta el despeje.

El desencanto

Pasaban las cinco de la tarde y uno de los facilitadores había acabado de enviar a las Farc la propuesta de reglamento para Florida y Pradera, cuando una llamada lo alertó del comunicado de la Casa de Nariño.

Tanto Leyva como Lozano se sintieron "engañados", según una persona cercana al proceso.

Otra vez, la segunda en una semana, el Presidente había evitado hablar de los dos municipios vallecaucanos. Pero, además, se había devuelto a la propuesta que en diciembre hicieron Suiza, Francia y España, y que los facilitadores consideraban muerta.

Aunque fue aceptada por el Gobierno, no despertó el interés de las Farc por razones políticas (180 kilómetros sin presencia armada del Estado y la guerrilla).

El comunicado hablaba de una "zona de encuentro eficaz para el acuerdo humanitario y un proceso de paz. Con garantías de buena fe que deberían incluir un cese de hostilidades, limitaciones de tiempo y los requisitos que propusieron los tres países europeos".

Para Leyva, que se ha empeñado en mantener un alto perfil en el tema, el golpe fue doble. Aparentemente, Uribe lo hacía a un lado al decir que autorizaba "al Alto Comisionado para buscar con las Farc un acuerdo de condiciones propicias para una eventual zona de encuentro".

Alguien oyó al ex ministro cuando en la noche del lunes se prometió no servir más de facilitador. Al día siguiente, al hablar de un "reversazo" del Gobierno, atinó a decir que le deseaba buena suerte a Restrepo.

Más tarde, al oír que Uribe apreciaba sus gestiones, aceptó ser apoyo del Comisionado. Sin embargo, para él y el resto de facilitadores, incluida la Iglesia y los tres países europeos, quedaba el desconcierto por las vacilaciones del Gobierno. ¿Qué pasó después de los encuentros de Restrepo con Leyva, Viveros y Lozano? Esa es la pregunta que se hacen.

Si el Presidente tiene la voluntad de hacer el intercambio, ¿no ha logrado poner de acuerdo a sus funcionarios sobre el tema? ¿Es tan fuerte su temor a retroceder en seguridad que supera el deseo de conseguir el regreso de los secuestrados?

Su insistencia reiterada en que ningún acuerdo con los guerrilleros podrá debilitar lo ganado en seguridad, reforzaría la segunda posibilidad. Pesan lo que fue el Caguán para las Farc y la desconfianza recíproca entre Uribe y esa guerrilla.

La vacilación del lunes no era la primera del Gobierno. En septiembre del año pasado, a pesar de que sabía que Francia y la Iglesia trabajaban en una alternativa distinta al despeje total de Florida y Pradera (que terminó siendo la de los países europeos), ofreció la escuela de Bolo Azul, corregimiento de Pradera.

Solo dos meses después, en diciembre, se precipitó a aceptar la propuesta de Francia, Suiza y España, a pesar de que se había acordado que solo hablaría de ella cuando fuera seguro que las Farc la hubieran discutido.

El sí y el no, entre los que parece debatirse el Gobierno, volvieron a disputarse el escenario público esta semana. Mientras el asesor presidencial José Obdulio Gaviria habló hasta de un rescate, con el costo que hubiera que pagar, el consejero Fabio Valencia se la siguió jugando por la voluntad del Presidente para hacer el intercambio humanitario.

De hecho, en un gesto de paz que pocos conocen, Uribe, muy al comienzo de su primer gobierno, estuvo dispuesto a sacar de una lista de la Interpol a un guerrillero de las Farc que estaba en Suiza, para que sirviera como puente con esa guerrilla.

Pese a la plantada a los facilitadores, conocedores del tema dicen que algo está caminando entre el Gobierno y las Farc.

Y aunque nada se ha concretado, esa guerrilla le sigue apostando al tema porque gana políticamente al poner al Presidente entre la espada y la pared.

Los facilitadores en vilo

  • Carlos Lozano, director de 'Voz', ha mantenido un bajo perfil.
  • Monseñor Augusto Castro. Ahora no tiene contactos con las Farc.
  • Jacques Chirac, presidente de Francia. Interviene con delegados.
  • Jean Pierre Gontard, asesor del gobierno suizo. Cercano a las Farc.
[Fuente: Marisol Gómez Giraldo, El Tiempo, Bogotá, Col, 07oct06]

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