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10feb05
Se producen combates entre el ejército y la Farc en Antioquia.
Un oficial, 17 soldados y 11 guerrilleros de las Farc murieron en los enfrentamientos, que empezaron el martes.
Hasta el miércoles eran 8 los desaparecidos, pero en la mañana del jueves el secretario de gobierno de Antioquia, Jorge Mejía, informó que se habían localizado seis de ellos. Uno ileso, uno muerto y cuatro heridos, aumentando a seis el número de lesionados.
El militar ileso es atendido por sus superiores y está siendo interrogado para ayudar a esclarecer qué fue lo que ocurrió.
La Fuerza Aérea, la Policía y el Ejército refuerzan los operativos para dar con los soldados que continúan desaparecidos y capturar a los responsables.
El Comandante de las Fuerzas Militares, general Carlos Alberto Ospina, reveló que los fallecidos eran adscritos a una patrulla de la Brigada 17 del Ejército y murieron en zona rural de Mutatá, cerca al cañón de La Llorona, cuando trataban de evitar una toma a una comunidad indígena en esa zona del Urabá antioqueño.
En los choques también resultaron heridos un suboficial y un soldado.
Así sucedieron los combates.
Ayer, en conferencia de prensa en la sede del Ministerio de Defensa en Bogotá, el oficial entregó el parte oficial de los choques.
Aseguró que la Brigada 17 recibió el martes en la mañana informaciones sobre el desplazamiento de un grupo del frente 5 de las Farc hacia la zona del río Porroso, a 20 kilómetros de Mutatá, unos 40 minutos de la cabecera municipal.
Inmediatamente, dijo Ospina, los altos mandos le ordenaron a una patrulla, integrada por 28 o 30 uniformados del Batallón de Infantería Número 47 Voltígeros, que se dirigiera al sitio e interceptaran a los guerrilleros.
Los militares, según el Comandante de las FF.MM., llegaron el sitio, ubicado en la parte alta de la Serranía de Abibe, y sostuvieron combates con los miembros de las Farc, dando como resultado 11 subversivos muertos. Un soldado salió ileso.
En medio de los choques, las Farc enviaron refuerzos y los combates se prolongaron hasta entrada la noche.
Hasta anoche, las Fuerzas Militares no habían entregado las identidades de los militares muertos en los combates. Desde el martes, las autoridades locales y los tres hospitales de Mutatá, Chigorodó y Apartadó se encuentran en alerta máxima ante las versiones de pobladores que hablaban de 20 cadáveres.
"Declaramos la alerta verde y acuartelamos a todo el personal desde que la oficina de Medicina Legal de Chigorodó nos informó que había más de 20 muertos", dijo Jazmín Mesa del hospital de Mutatá. Agregó que hasta el cierre de esta edición no habían llegado heridos.
Sin embargo, Digno Martínez, encargado de la Alcaldía de Mutatá aseguró que "los enfrentamientos se presentaron en la parte alta de la vereda, en la zona más selvática, y por eso el tránsito por la vía al mar no estuvo suspendido".
Al finalizar la tarde, voceros de la Brigada 17 no habían confirmado si los cadáveres serían trasladados a Mutatá, Chigorodó o directamente a las instalaciones de esa unidad militar.
Los combates se registran ocho días después del ataque de las Farc a una base fluvial de la Armada en Iscuandé (Nariño), en el que perdieron la vida 16 militares y 24 resultaron heridos.
Sin embargo, el general Ospina dijo ayer en la rueda de prensa que lo de Mutatá es diferente a Iscuandé, toda vez que ocurrió como consecuencia de una acción ofensiva del Ejército.
"Lo que se hizo fue evitar que las Farc atacaran a la población y que comenzaran a tener el control sobre el Urabá", sostuvo Ospina.
El cañón de La Llorona, donde se registraron los combates del martes, es un corredor estratégico situado entre los municipios de Dabeiba y Mutatá.
En este sector de la serranía de Abibe habitan unos 5.000 indígenas, principalmente embera, quienes ya habían manifestado sus temores luego de la desmovilización del bloque Bananero de las Autodefensas, que hacía presencia en este sector.
El cañón de La Llorona, situado a 230 kilómetros de Medellín, pasa la carretera al mar, vía arteria entre la capital antioqueña y Turbo. Históricamente, las Farc han sabido de la importancia de este sector y a través de los miembros del bloque Norte le han sacado provecho militar a su topografía y ubicación.
Desde 1992 se han presentado varios hechos, entre enfrentamientos, retenes, emboscadas y tomas de las Farc, que han dejado un elevado número de muertos.
Entre los ataques más graves contra la Fuerza Pública en este sector está el ocurrido el 22 de mayo de 1992, cuando las Farc se tomaron a Mutatá. Allí murieron un subteniente, un cabo, 13 soldados y 8 guerrilleros.
El 17 de septiembre del 2000, en combates entre el Ejército y las Farc, 19 militares murieron y 11 fueron heridos.
Posteriormente, en el 2001, las Farc derribaron un helicóptero Black Hawck del Ejército.
[Fuente: El Tiempo, Bogotá, Col, 10feb05]
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