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14jun10
Rescatados tres policías secuestrados por las FARC hace 12 años
Las Fuerzas Armadas de Colombia rescataron este domingo a un tercer secuestrado por las FARC, el sargento Arbey Delgado Argote, confirmó su madre Ruth Amelia Argote, en el mismo operativo en el que fueron liberados el general Luis Mendieta y el coronel Enrique Murillo.
Al mismo tiempo, el Ejército colombiano ha anunciado que está buscando a un cuarto secuestrado de las FARC, el capitán de la Policía William Donato Gómez, que se encontraba con los tres hombres rescatados y que ha huído durante el operativo militar.
En rueda de prensa, el ministro del Defensa del país, Gabriel Silva, ha asegurado que "tenemos información de que [William Donato Gómez] se encontraba bien y que estaba escapando para huir de la zona donde estaba ocurriendo la operación. Tenemos la esperanza de que esté escondido y lo encontraremos en las próximas horas".
Silva también ha explicado los detalles de la que han denominado 'Operación Camaleón', una operación que se puso en marcha hace seis meses y en la que han participado 300 hombres de la Fuerza Pública colombiana.
Nuevo golpe a las FARC
A través de este operativo, el Presidente Álvaro Uribe ha dado otro golpe contundente a las Farc. Sus tropas le arrebataron a la banda terrorista al secuestrado de más alto valor. El general Luís Mendieta, que preciso hoy cumplía 53 años, fue rescatado, junto al coronel Enrique Murillo y el sargento Arbey Delgado Argote por una unidad del Ejército en las selvas del Guaviare, departamento al suroeste del país.
Los dos llevaban desde el 1 de noviembre de 1998 en manos de la guerrilla y fueron ascendiendo de escalafón en cautividad. Fue el propio Presidente el que dio a conocer la noticia al país. En medio de uno de sus habituales Consejos Comunales, esta vez en Quibdó, anunció que los dos oficiales estaban ya en libertad gracias a un operativo militar en el que fue herido un sargento.
Después habló por teléfono con la esposa de Mendieta, María Teresa. "Esto nos causa una alegría en el alma, por su hogar y por todos los colombianos. Le agradezco toda su fortaleza espiritual todos estos años. La felicito de todo corazón", le dijo.
Y más tarde con la madre del coronel: "Me alegra mucho por su hogar. Con sus oraciones ayúdenos a que podamos rescatar a todos los demás secuestrados".
Se da la paradoja de que a primeras horas del día, el padre del general, un hombre muy enfermo, de 89 años, que nunca quería hablar con los medios, rompió su silencio para criticar con dureza al Gobierno por no buscar con suficiente ahínco la libertad de los veintidós policías y militares secuestrados.
Los dos uniformados podrán abrazar hoy mismo a sus familias, que les esperaban en sus hogares preparando las comidas favoritas de ambos. Un helicóptero les trasladaba del punto de la selva donde les rescataron a un batallón en San José del Guaviare y de ahí en avión a Bogotá.
María Teresa de Mendieta y sus dos hijos, un chico de 26 y una chica de 25, lloraban emocionados. Por fin, decían, podrían celebrarle un cumpleaños en su casa y no a través de las ondas. "Dios escuchó todas las oraciones. Por fin voy a tener a mi esposo en casa", afirmó. "Me enteré cuando empezaron a replicar los teléfonos. Ayer le decía, yo me abandono en ti Señor, yo quiero que regrese. Ahora solo pienso en abrazarlo".
Uno de los tres hermanos del coronel Murillo, Emiliano, contó que estaba viendo el partido de Alemania "cuando nos dieron la magnífica noticia de que habían sido rescatados. Será el mejor cumpleaños del general Mendieta y toda su linda familia. Las súplicas se le escucharon". Murillo está separado y es padre de una adolescente a la que apenas conoce.
Los secuestrados
Ambos siempre mantuvieron una actitud muy digna durante su terno cautiverio, y en las pocas cartas que las FARC les permitieron enviar, mostraron su rechazo al secuestro y a sus secuestradores, así como su apego a la Policía Nacional. El general Mendieta pasó por etapas de salud precaria pero, al parecer, está en buen estado en la actualidad.
Los dos uniformados perdieron su libertad cuando las FARC atacaron Mitú, capital del departamento selvático del Vaupés, una población pequeña y apartada, cercana a la frontera de Brasil, en 1998.
Los terroristas asesinaron a dieciséis agentes y diez civiles y raptaron a cuarenta y ocho policías, todos, menos dos, ya liberados. Las propias FARC difundieron con posterioridad las imágenes del cruento asalto.
El éxito militar supone un punto a favor de Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa y continuador de la política de mano dura contra las FARC que propugna Uribe y que tiene tanta aceptación entre los colombianos.
El mandatario confía en que antes de abandonar casa Nariño, el 7 de agosto, no sólo devuelva a sus hogares a otros secuestrados sino dar de baja o capturar a alguno de los principales jefes terroristas.
[Fuente: El Mundo, Madrid, 14jun10]
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