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28mar10
Un soldado rehén de las FARC fue rescatado por la misión humanitaria en el sur de Colombia
El soldado colombiano Josué Calvo, secuestrado por las FARC hace 11 meses, fue entregado ayer a una misión humanitaria en la primera de dos etapas del proceso de liberación de dos rehenes de esa organización guerrillera, que se completará el martes con el rescate del sargento Pablo Moncayo.
Calvo fue liberado en una zona selvática del municipio de Puerto Rico, en el departamento (provincia) Meta, en un operativo que contó con logística provista por el gobierno de Brasil.
El soldado, de 22 años, fue entregado en el caserío Santa Lucía a una comisión integrada por la senadora opositora Piedad Córdoba, miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el obispo Leonardo Gómez, representante de la Iglesia católica colombiana.
En ese lugar, Córdoba entregó a los representantes de las FARC algunas cartas y videos de familiares de otros 21 integrantes de las fuerzas de seguridad que permanecen secuestrados por la organización guerrillera, según informó la agencia noticiosa DPA.
La comisión emprendió el viaje desde Villavicencio a la zona del rescate a las 9.22 locales (las 11.22 en la Argentina), alrededor de una hora más tarde de lo previsto, debido a inconvenientes meteorológicos, y regresó a la ciudad de origen pasadas las 13.
Al bajar del helicóptero, Calvo mostró el palo que le sirvió como bastón para soportar la herida que tiene en una de sus piernas desde el 20 de abril de 2009, cuando fue secuestrado en medio de un combate entre el Ejército y las FARC, en un área rural del Meta.
Vestido con una remera celeste y un pantalón deportivo, el soldado del Ejército se mostró alegre y caminó con una leve renguera, abrazado con su padre, hasta una sala del aeropuerto de Villavicencio, donde se reencontró con su familia, oriunda del departamento Cauca, en el sudoeste del país.
En el aeropuerto, Calvo fue recibido con música, flores y aplausos, así como por una ambulancia y una silla de ruedas, que no fueron utilizadas debido a que el militar pudo caminar por sus propios medios.
A su arribo el soldado no quiso efectuar declaraciones a la prensa, pero tras una reunión de cerca de una hora con su padre, su hermana y dos tíos, salió vestido con el uniforme camuflado del Ejército y pidió a su progenitor que respondiera las preguntas de los periodistas.
"Estoy muy contento de estar aquí con mi hijo, que llegó de un caos que es el secuestro; quiero agradecer a Brasil, al presidente Alvaro Uribe por permitir la operación de rescate, a la senadora Córdoba y a todas las personas que permitieron la liberación", expresó Luis Calvo.
Durante su intervención, el padre de Calvo también mostró una fotografía de un rehén y leyó los nombres de algunos secuestrados de los que no se han enviado pruebas de supervivencia y no se sabe qué grupo los retuvo.
Al término de la rueda de prensa, Calvo fue desplazado junto a su familia al Hospital Militar de Bogotá, donde iban a realizársele chequeos especializados.
Córdoba comentó que durante el vuelo de regreso a Villavicencio Calvo "se mareó bastante" y manifestó que campesinos de la zona donde fue liberado le denunciaron que sintieron sobrevuelos esta mañana, pese a que estas operaciones se habían declarado suspendidas en virtud del protocolo de seguridad acordado.
Sin embargo, el comisionado gubernamental para la Paz del gobierno colombiano, Frank Pearl, dijo que la operación fue "impecable" y que los sobrevuelos que se sintieron fueron de aeronaves comerciales.
La liberación de Calvo es la primera de dos fases en las que también será liberado el sargento Moncayo, quien con más de 12 años es el rehén militar que más tiempo lleva en poder de la organización guerrillera.
La entrega de Moncayo -cuyo caso se hizo visible por las extensas caminatas que su padre, Gustavo Moncayo, realizó a lo largo de Colombia y Venezuela para pedir su liberación- está prevista para pasado mañana martes.
Además de la liberación de los dos militares, el grupo insurgente había prometido entregar los restos del mayor de la Policía Julián Guevara, quien murió en cautiverio en 2006, al parecer a causa de una extraña enfermedad.
Pero la entrega de los restos de Guevara fue aplazada por las FARC la semana pasada con el argumento de que en el lugar donde enterraron al Policía hay presencia militar.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla, no descartó que la postergación se deba a que las FARC no tengan el cuerpo de Guevara.
Además de Calvo y Moncayo, las FARC mantienen en su poder a unos 21 integrantes de las fuerzas de seguridad colombianas a los que pretenden intercambiar por unos 500 guerrilleros presos.
La senadora Córdoba afirmó ayer que el rescate de estos uniformados que continúan secuestrados deberá buscarse mediante el canje humanitario porque las FARC no van a volver a realizar entregas unilaterales.
[Fuente: Telam, Bs As, 28mar10]
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