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29jul10
A Ramón Isaza le imputan sólo 231 hechos violentos
La Fiscalía prepara la mayor imputación de delitos en la historia del proceso de Justicia y Paz.
La Fiscalía está apunto de formalizar la mayor imputación de delitos a un ex jefe paramilitar en la historia de la Unidad de Justicia y Paz. El escrito, conocido por este diario, documenta 231 hechos violentos, que completan un total de 550, perpetrados por las autodefensas del Magdalena Medio, comandadas por Ramón Isaza. En menos de un mes, en audiencia pública, se responsabilizará a Isaza y a 20 lugartenientes más de la estela de crímenes que dejó su organización en tierras en las que se gestó el proyecto paramilitar, en asocio con el narcotráfico, a mediados de los años 80.
En al menos siete masacres, entre las que se cuentan las de Tres Esquinas, San Daniel, Manzanares, Vereda La Osa y Las Frías, se acreditó la participación de Isaza y sus hombres, y aun cuando la Fiscalía hasta el momento ha identificado cerca de 300 familiares de las víctimas --que formarán parte del proceso de reparación--, según la base nacional de víctimas del ente acusador son más de 7.000 los afectados por delitos relacionados con homicidios, desapariciones, extorsiones, reclutamiento de menores y otro largo etcétera de conductas ilegales.
La Fiscalía también imputará cargos contra el hijo de Ramón Isaza, Oliverio Isaza Gómez, comandante del frente Héroes del Prodigio; Wálter Ochoa Guizao, alias El Gurre, comandante político del frente Ómar Isaza; Luis Eduardo Zuluaga o Mcguiver, comandante del frente José Luis Zuluaga; John Freddy Gallo Bedoya, alias El Pájaro, comandante del frente Celestino Mantilla, y 16 desmovilizados más. La investigación estableció que los 'paras' del Magdalena Medio tenían influencia y presencia en los departamentos de Caldas, Tolima, Antioquia y Cundinamarca.
Fuentes allegadas al proceso le dijeron a El Espectador que al menos en 31 hechos violentos quien dio la orden de perpetrarlos fue el veterano ex comandante paramilitar Ramón Isaza. Una cifra que podría ser benévola en razón a la extensa barbarie que desde mediados de los 80 gestaron los ejércitos privados en el Magdalena Medio, creados por las mafias del narcotráfico para proteger sus ilícitos negocios. Fue en esa región del país donde comenzaron las masacres del paramilitarismo, como la de los 19 comerciantes o La Rochela, y a donde llegaron mercenarios extranjeros para instruir en técnicas de combate y explosivos a las autodefensas.
En distintas ocasiones Ramón Isaza, durante audiencias o versiones de Justicia y Paz en la Fiscalía, alegó padecer el mal de Alzheimer y no recordar su pasado criminal. De cualquier manera, uno a uno, los investigadores probaron su responsabilidad en tantas atrocidades. Por ejemplo, cuando sus lugartenientes, en febrero de 2002, llegaron hasta la hacienda Pekín en Samaná, Caldas, desaparecieron y asesinaron al administrador José Amador Ocampo y a los trabajadores Ángel Ramiro Naranjo, Hernán Ruiz Herrera y su hijo Hernán David Ruiz.
[Fuente: El Espectador, Bogotá, 29jul10]
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