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05jul05
Amistad con un narco pone en aprietos a Uribe
En una declaración que ha desatado controversias y señalamientos, el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, admitió su amistad con el ex congresista colombiano Carlos Náder Simmonds, condenado por venta de cocaína en Estados Unidos y reconocido interlocutor del capo del Cartel de Medellín Pablo Escobar.
Náder es además recordado por una conversación interceptada por la autoridades colombianas en las que se le escucha celebrar sonriente, junto con Escobar, el asesinato del líder del Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán en agosto de 1989.
Uribe dijo la semana pasada que Náder es ''muy simpático, divertido, ha sido una persona querida conmigo, con mis hijos; mis hijos le han tenido cariño''. El presidente no mencionó los antecedentes criminales de Náder ni los periodistas le preguntaron por los mismos.
Un cuestionario sobre el tema enviado por El Nuevo Herald al vocero de la presidencia de Colombia,Ricardo Galán, fue respondido con el texto completo de la entrevista concedida el jueves por Uribe a Juan Gossain, director de noticias de RCN.
Varias preguntas quedaron sin responder. Entre ellas si Uribe celebró el fin del 2004 con Náder y si el presidente es consciente de que el ex congresista cumplió tres años de prisión (1983-1986) en Estados Unidos por venta de cocaína.
Aunque Uribe es el presidente de Colombia que más narcotraficantes ha extraditado a Estados Unidos, sus relaciones con personajes sombríos ligados al narcotráfico y el paramilitarismo le han costado más de una incómoda controversia.
''Me da la impresión, no sólo por el ejemplo de Náder sino por el de unos cuantos ministros, funcionarios, socios e interlocutores del gobierno, de que al presidente Uribe le gustan las malas compañías'', escribió el columnista Antonio Caballero.
El nombre de Náder salió a relucir la semana pasada luego de que el columnista de la revista Semana, Daniel Coronell, lo acusó ante la fiscalía por amenazas que habrían sido enviadas desde el computador de la residencia del político en el norte de Bogotá.
Tras la denuncia, Coronell y Náder sostuvieron una conversación en la que éste último se ufana de su amistad con Uribe y los hijos del presidente.
Coronell dijo a El Nuevo Herald que Náder mencionó a los hijos de Uribe, Tomás y Jerónimo como ejemplo de algunos de los numerosos visitantes asiduos a su casa.
Sin embargo Uribe sostuvo que Náder no se refirió a sus hijos por su propia iniciativa sino a una pregunta que le hizo Coronell sobre la posibilidad de que Tomás y Jerónimo hubieran tenido acceso al computador desde el cual se enviaron los mensajes de amenaza.
''A mí me da tristeza'', dijo Uribe ``bueno, son los hijos del presidente, están expuestos a todo esto''.
Uribe explicó que conoció a Náder desde muy joven, cuando ambos militaban en la primera campaña presidencial de Alfonso López Michelsen (1974). Después de no verlo ''muchos años'', Náder lo visitó en Londres, agregó el mandatario. Uribe se desempeñó entre 1998 y 1999 como profesor adjunto de Oxford University.
Al referirse a una petición por escrito de Ignacio Gómez, periodista del noticiero de televisión Noticias Uno que dirige Coronell, sobre las visitas al Palacio de Nariño de diferentes políticos que han sido ligados al narcotráfico, Uribe respondió.
``Le explico: yo no soy un niño chiquito, a mí no me gusta decir es que ese es muy amigo, ese es medio amigo y aquel es amigo lejano, yo soy amable con mis compatriotas, me gusta la calidez humana, mantengo los principios democráticos y cristianos muy metidos en mi alma''.
Náder fue elegido representante a la Cámara en 1982 por el Movimiento Alternativa Popular, que lideraba el dirigente liberal Alberto Santofimio Botero, hoy preso bajo cargos de complicidad en el asesinado de Galán.
En mayo de 1983 Náder fue arrestado en Nueva York junto con su amigo Germán Bocanegra, ex funcionario del consulado de Colombia en Hamburgo, al intentar ingresar 10 kilogramos de cocaína.
Náder se declaró culpable y cumplió una condena de tres años luego de la cual vivió en Europa.
A principios de los años 90, cuando el gobierno del presidente César Gaviria llevaba a cabo una persecución intensa contra Escobar, Náder se convirtió en uno de los interlocutores del narcotráfico con el gobierno, la clase política y los medios de comunicación.
En una de las conversaciones interceptadas se escucha a Escobar decirle a Náder: ``Dígale [a Gaviria] además que está alineado con un muerto [Galán], si alguno tiene cuatro velas encima es ese otro señor. A Galán le pusieron 80 guardaespaldas... ¿De qué le sirvieron? Los que están con Gaviria están al lado de un muerto''.
Entonces Náder responde: 'Si es que yo, vea que yo nunca en mi vida veía a ese hombre y estuve curiosamente con él media hora antes del accidente porque yo fui a la inauguración de la casa de Alfonsito López. Me invitaron con ellos y ahí me lo encontré y me saludó, `quiubu cómo le va', y yo nunca tuve relación con él, mejor dicho más bien fue muerto que un hijue...''.
Escobar sonríe y Náder continúa: ``Como dice un amigo mío, uno no debe hablar de los muertos, pero este era un hijue... (se ríe)''.
El político de 59 años, más conocido como ''el loco Náder'', ha sostenido que su caso en Estados Unidos fue el resultado de una imprudencia, pero que jamás ha pertenecido a una organización de narcotráfico.
En cuanto a sus conversaciones con Escobar, ha explicado que estaban condicionadas por el miedo al narcotraficante.
[Fuente: Por Gerardo Reyes y Gonzalo Guillen, El Nuevo Herald, Miami, Usa, 05jul05]
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