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22jun07
Oda a la desvergüenza
En enero de 2002 el entonces Contralor de la Nación Carlos Ossa -satanizado después por un bareto de marihuana hallado en su bolso de viaje y que sirvió para que la gran prensa pidiera su cabeza- denunció que el entonces Minhacienda de Pastrana, Juan Manuel Santos, había maquillado el déficit económico de 2001: quería hacer ver claro lo que estaba oscuro para el país.
El Contralor retó a Santos a un debate público pero éste no aceptó. La gran prensa no hizo eco. Traje esto a recuerdo hoy aunque judicialmente no importe, porque sí importa la dignidad y la probidad del funcionario público –y más si es rango de élite- que aquí hace mucho tiempo se convirtió en verborrea y vergüenza.
El mismo personaje, ahora Ministro de la Defensa Nacional, acaba de librarse de una moción de censura promovida por quien es su adversario político, personal y familiar más grande, el senador Germán Vargas, un delfín que ha venido preparando su aspiración presidencial por el camino de tierra arrasada, esperando aniquilar un día a la subversión tal como lo prometió el actual presidente Uribe en su primera campaña y no ha podido cumplirlo.
El hecho fue muy publicitado y el país entero lo conoce: se acusó al mindefensa Santos de tres cargos principalmente: haberse reunido con los paramilitares, particularmente con Carlos Castaño -hoy desaparecido o muerto, esto no es muy claro, según la última declaración de una de las cortes- para tumbar a Ernesto Samper de la presidencia, alegando que fue financiado por la mafia en este país donde los mafiosos han apoyado a los principales candidatos presidenciables, triunfantes unos perdedores otros. Otro cargo es que intercedió ante el entonces Fiscal Alfonso Gómez Méndez por el comerciante de esmeraldas Víctor Carranza, acusado de secuestro y formación de grupos paramilitares. Del testimonio de una hora que rindió Gómez Méndez ante el Congreso se publicaron unos segundos no del todo claros para los colombianos: se publicó que afirmó –palabras más o menos- que sí lo llamó insólitamente a las 12:30 de la madrugada y le habló de Carranza (detenido a las 11:30 pm de ese día) pero que no le pidió su libertad. “Fue una llamada sorpresiva porque no tengo relación de amistad con Santos… Tengo la sensación de que él tenía una relación de amistad con Carranza. Porque uno hace una llamada a esa hora a un Fiscal sólo por una tragedia nacional o personal”, dijo Gómez Méndez, que también es aspirante presidencial, a la W-Radio (18.VI.07). El tercer cargo ocurre mientras Santos ocupa su actual cargo: “chuzadas” telefónicas por parte de un organismo de seguridad del Estado, la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional –Dipol- a funcionarios y principalmente a periodistas y miembros destacados y no destacados de la oposición. Con el fin de acallar las voces de indignidad de la sociedad se descabezó alrededor de una docena de generales de la policía pero hasta ahora no se ha dicho quién dio la orden de espiar. Se descabezó también y se judicializó a una mujer que, se dijo, era la encargada de “chuzar”.
Entonces Vargas Lleras promovió la moción de censura contra Santos, según el Senador Liberal Cristo, e invitó a la oposición a hacerlo. Llegado el día de la votación se patrasió: votó contra la moción de censura que promovió. Arguyó públicamente mil razones pero no dijo lo que para todos quedó claro: “todo estaba fríamente calculado”: invitar a la moción y luego presentarse como el salvador de Santos pero principalmente del Gobierno. Decimos que la política es el arte de convertir en inteligencia las cochinadas y parecería indudable que recibirá prebendas para sí y sus seguidores. Es verdad, pero también les queda claro a los colombianos que a futuro pensaban dar su voto por la posible presidencia de Vargas Lleras que éste es tanto o más peligroso que el increíble Juan Manuel Santos con sus mentiras, volteretas y traiciones.
[Fuente: El Mundo, Medellín, 22jun07]
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