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29ago09
Dice el Iguano que "Ser 'sapos' será una carga que aguantaremos toda la vida"
Jorge Iván Laverde Zapata, el ex comandante del frente Frontera a quien sus hombres conocieron como El Iguano, ha vivido toda su vida en torno a la guerra. De niño, a él y a su familia les tocó el Urabá dominado por el Epl y las Farc. Con 17 años, bajo el mando de la casa Castaño, ingresó a las autodefensas. Hace cuatro años se postuló a la Ley de Justicia y Paz, y desde entonces ha revelado datos tan escabrosos como que sólo su frente causó más de 2.500 muertes en la región.
Fue él quien patrocinó la idea de fabricar hornos y cremar allí a las personas que los 'paras' asesinaban. Aunque dice que no puede justificar la muerte de nadie, explica cada uno de sus homicidios con la teoría de que eran sus enemigos y, de paso, los enemigos del país. De Urabá pasó a Chocó y, finalmente, se estableció en Norte de Santander, para operar bajo las órdenes de Mancuso hasta el día en que se desmovilizó.
El país no sale del estupor que produjo el tema de los hornos. ¿Cómo surgió esa macabra idea?
Una vez enterramos a unas 20 personas en una fosa y yo me enteré de que la Fiscalía la localizó. Se nos ocurrió que para no enfrentar un escándalo mejor hacíamos un horno, los cremábamos y listo. El comandante de Villa del Rosario, Misael, me dio la idea y yo dije ¡listo! Eso duró como dos años.
¿Pero Mancuso les había dado indicaciones similares?
No. Al principio, Mancuso nos decía que si era un guerrillero o delincuente, lo matáramos y lo dejáramos allí, como escarmiento; pero, en otros casos, nos decía que no dejáramos tantos muertos para no "calentar" la zona.
¿Cuántas personas echaron a los hornos?
Por ahí 90. Muy difícil precisarlo. Estamos cansados de pedirle al Gobierno que nos postule a los muchachos que capturaron antes de la desmovilización y que saben muchas cosas.
¿Nunca metieron gente viva?
Jamás, estoy seguro.
¿Cómo se enteró Mancuso?
Después de que nos desmovilizamos yo le conté. Estaba preocupado porque es un tema delicado. Él me dijo que eso había que contarlo. Yo he intentado trabajar con las víctimas, decirles qué personas desaparecimos allí.
Hay denuncias de que desmovilizados estarían chantajeando a políticos para no involucrarlos en la parapolítica.
Cuando empezamos este proceso supe que nos íbamos a ganar muchos enemigos, que nos iban a tildar de mentirosos. Pero, ¿quién dijo que nosotros corrompimos a los políticos? ¡Ellos nos corrompieron a nosotros! Con los políticos siempre es un tema delicado. Les he dicho a los muchachos míos que cuenten todo, aquí nos obligaron a ser "sapos". Ojalá algún día los políticos salgan a decir que se reunieron con nosotros, como lo hicieron Eleonora Pineda y Rocío Arias.
¿Qué puede decir de los presuntos nexos de Ramiro Suárez, ex alcalde de Cúcuta, con las Auc?
En 2003 había una orden de las autodefensas para matarlo porque nos habían dicho que se reunía con las Farc. Pero el político del bloque Catatumbo, Elías Galvis, le dijo al comandante Camilo que nos servía más vivo que muerto y se reunió con nosotros. Una vez se posesionó, no nos cumplió lo de la Secretaría ni lo de Metroseguridad. No sé si él mandó a matar personas, le dije eso a la Fiscalía porque eso me dijeron mis muchachos, que era un favor que le habían hecho a él.
¿Conoció a José Miguel Narváez, ex subdirector del DAS?
Lo vi en dos ocasiones en la finca La 35. Muchos comandantes ya declararon que él dictaba cursos para las Auc.
¿Narváez tiene responsabilidad en la muerte de Jaime Garzón?
No puedo afirmarlo. Se lo escuché a Cero Cuatro, un comandante muy cercano a los Castaño que se desmovilizó, me dijo que Narváez era de los que más había "pedaleado" la muerte de ese señor.
¿Cómo era la relación de su frente con la Fiscalía?
La Fiscalía trabajaba con nosotros y Ana María Flórez (ex directora de Fiscalías de Cúcuta) nos daba información y nos decía dónde iba a haber operaciones; al Gato, segundo comandante urbano, le decía dónde estaban ubicados guerrilleros y sobre esa información actuábamos. Pero por contar la verdad hemos tenido serios problemas. He confesado cantidad de homicidios y apenas me han legalizado 135 crímenes en tres años. Lo que dijo Mancuso no es mentira: en 100 años no habremos terminado.
¿Justicia y Paz no sirvió?
Esa ley ha servido para esclarecer algunas cosas, pero como vamos no se van a esclarecer en su totalidad. Necesitamos más salas de versiones libres, más fiscales y que no sea tan largo el procedimiento. No nos pueden pedir la verdad cuando nos amordazan y nos quitan los celulares. Hay gente en las cárceles pagando homicidios que cometimos nosotros, mientras rogamos porque incluyan muchachos en Justicia y Paz para que digan lo que saben.
¿Qué mensaje les envía a las víctimas?
Yo quedaré como el peor bandido del mundo. No puedo justificar por qué maté a una persona, y aún sabiendo por qué las maté no puedo decirlo porque las victimizaría más, era la información que teníamos en ese momento. Pero una forma de repararlas es contando la verdad.
[Fuente: Redacción Judicial, El Espectador, Bogotá, 29ago09]
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