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30sep07
El computador de "Chupeta".
Si en el mundo de la inteligencia siempre se ha dicho que para capturar grandes criminales hay que seguirles los pasos a sus mujeres o sus cuentas, ahora hay que buscar el computador. Y por esta razón cayó el esquivo y poderoso narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias "Chupeta".
Su captura en Brasil, donde se había mimetizado como un simple comerciante, pero cuyas excentricidades y lujos no pasaban inadvertidos, tiene su origen en la minuciosa información que habían recopilado durante años sus contadores en un computador portátil. Los datos recogidos en más de 200 carpetas hacer ver el guión de la película El Padrino como un juego de niños.
El excesivo rigor con que "Chupeta" llevaba todos los detalles de su imperio económico y su maquinaria criminal fue, irónicamente, su talón de Aquiles. Desde un envío de 12 toneladas en una lancha tipo go fast por la ruta de Baja California, hasta el cambio del aceite del carro de su esposa son registrados en su contabilidad con la exactitud de un relojero.
SEMANA tuvo acceso al computador del capo por quien el gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares. Los datos consignados allí son sencillamente impresionantes y contienen todo tipo de información de la organización del narcotraficante durante la última década hasta comienzos de este año. Un verdadero "padrino" del siglo XXI: más rico, más global, más sangriento y más extravagante. Y una verdadera multinacional de la ilegalidad y el crimen con todos tipo de ramificaciones que eran milimétricamente custodiadas por él desde la clandestinidad: rutas marítimas y fluviales, corredores terrestres, embarques, caletas, sobornos, carruseles, inversiones, sobornos, pagos a sicarios, gastos familiares y personales, etcétera.
Como si se tratara de información contable de cualquier empresa legal, "Chupeta" recibía informes enviados por los miembros de su organización. La mayor parte de los datos están consignados en tablas de excel, pero hay también decenas de memorandos y cartas en las que el capo ordena y recibe reportes diarios sobre movimientos de drogas.
Algunas de las decenas de carpetas están marcadas con nombres que no despertarían mayores sospechas, como "ingresos 2002", "estados financieros 2005", "flujo de compañía II semestre 2006", "proyecciones I semestre 2008". Otras tienen nombres un poco menos comunes, como "trigonometría", "matemáticas", "gastos viejita", "matrix" o "ejercicios en clase". En la mayoría de los casos los formatos de las hojas de excel son los mismos. En la primera columna están las fechas, la segunda va titulada como "detalles" y las siguientes son "entradas", salidas" y "saldos".
Aunque la organización de "Chupeta" estaba compuesta por más de 400 miembros, todos tenían una serie de alias internos y manejaban una serie de códigos comunes basados en palabras clave. "Chupeta" era llamado "Yamileth", "Olmedo" o "Duarte". Laureano Rentería, segundo de la organización y quien fue envenenado en febrero de este año en la cárcel La Picota, era llamado "Laura", "la mami", "Gonzalo" o "Gerardo". "Medio tiempo" o "Don R" era la forma de referirse al paramilitar Ramón Isaza. Más de medio centenar de personas hacían parte del grupo del capo. Todos ellos tenían alias internos otorgados por la organización.
Pero no sólo los integrantes tenían claves. "Juanita" y "Cometas" eran las palabras usadas para referirse a caletas y embarques de droga, respectivamente. "Unidades" eran kilos de coca. "Reporteros" son miembros de las AUC encargados de custodiar los embarques. "Juguetería", para hacer referencia a armas. "Bulgary" son gastos personales de "Chupeta". "Bus" es un avión. "Letra" lo usan para referirse a la DEA. "Doris", a los dólares, y "Eulalias", a euros. Con estas y medio centenar más de claves, consignadas en los informes del computador, "Chupeta" manejó su imperio. Semanalmente todos los integrantes de la organización del capo debían enviarle tablas de excel en las que quedaban consignadas todas las novedades y las transacciones.
Negocios y "vendetta"
Dentro de los centenares de reportes que existen en el computador de "Chupeta" hay algunos que resultan macabros. En los ítem denominados "detalles" los hombres del capo le hacen una relación de pagos en pesos y dólares por concepto de "pago charlada". A simple vista esto puede parecer incomprensible e inofensivo, de no ser porque dentro de los códigos establecidos por la organización, "charlada" es la palabra usada para los asesinatos.
Entre enero de 2004 y marzo de 2005 el capo recibió varios informes de ingresos y egresos enviados por sus contadores y, tan sólo en ese período, hay una completa relación de 150 "charladas" (muertes). "Pago 338.778 dólares por charlada con Tatiana", dice uno de los reportes enviados al capo el 17 de febrero de 2004. "Tatiana" era el nombre que la organización le había dado a Luis Ocampo Fómeque, medio hermano del narcotraficante Víctor Patiño Fómeque, archienemigo de "Chupeta".
Patiño, quien había sido extraditado a Estados Unidos, delató ante la justicia estadounidense al propio "Chupeta" y contó pormenores de sus negocios de tráfico de droga. En represalia, en menos de 18 meses, "Chupeta" no sólo asesinó a 35 miembros de la familia de Patiño que estaban en Colombia, sino que también ordenó la muerte de abogados, testaferros, colaboradores y ex sicarios de su enemigo. Cada uno de esos asesinatos aparece relacionado en el computador de "Chupeta". De acuerdo con la información que uno de sus dos contadores le envió a "Chupeta", entre el 11 de febrero de 2004 y el 30 de marzo de 2006, se pagaron 3.113 millones de pesos por asesinar a 82 personas (ver recuadro).
Aunque parecería absurdo que alguien dejara consignado el pago a la relación de asesinatos, mucho menos en un computador, la realidad es que dentro del mundo de la mafia y el crimen organizado es común que los jefes quieran estar enterados en qué se gasta hasta el último centavo de sus finanzas. Y si en algo era obsesivo "Chupeta" era en conocer todos los rincones de su interminable y millonaria contabilidad.
Los informes que tienen que ver directamente con el tráfico de drogas son sencillamente sorprendentes. Aunque todo el mundo sabía que "Chupeta" era uno de los pesos pesados del narcotráfico en el país, de acuerdo con los informes de su computador, en realidad era mucho más poderoso de lo que se creía y exportó muchas más toneladas de coca de las que incluso las propias autoridades calculaban. Tan sólo en el año 2004 envió, por una de las varias rutas que tenía, 122,7 toneladas de cocaína. Los ingresos producto de esa actividad no son menos impactantes. El 30 de abril de 2003 uno de sus contadores le envió un cuadro de excel con una relación detallada informándole cómo en 17 días de ese mes recibió 37,7 millones de dólares. De acuerdo con los estados financieros, a "Chupeta" le quedaban en promedio de ganancia mensual 70 millones de dólares.
El capo controlaba y era informado del más mínimo detalle. Sabía exactamente cuántos billetes de 10, 20 ó 50 dólares tenía. A pesar de que recibía millones de dólares, muchos de los cuales iban a parar en caletas, "Chupeta" era informado incluso sobre el estado de los billetes. "El 17 de abril de 2005 se recibieron de El Doctor 9.850.000. Se devolvieron 400 dólares que venían mojados y se le cobró multa", dice uno de los informes enviados al capo.
"Chupeta" daba las órdenes de cuánto pagar por cada kilo. Recibía informes diarios de cuánta droga había en cada una de las bodegas de almacenamiento que tenía en todo el país, principalmente en Valle, Cauca y Nariño. "En Bolívar tenemos en inventario 6.126 unidades (kilos) en inventario. En BV (Buenaventura) en fabricación 1.940. Pendiente entrega 2.250. Realizada 450". Informes como este, enviado el 15 de mayo de 2003, eran recibidos constantemente por el capo para mantenerlo al día sobre los pormenores del negocio.
En el computador hay también una completa relación de quiénes participaban y con qué cantidad en envíos de droga. En 2004 hay una relación sobre el envío de 10 toneladas. Seis eran de "Chupeta", el resto del cargamento era coca de otras cinco personas, entre ellos el jefe paramilitar Ramón Isaza, quien en ese cargamento en particular participó con modestos 50 kilos de cocaína. Lugares de producción, rutas, ayudantes, socios, miembros de las AUC y compradores aparecen relacionados en los informes que están en el computador de "Chupeta".
Aparte de los detalles íntimos de la organización y el tráfico de drogas, no menos interesante es la forma como el capo lavaba los millones de dólares. Aunque la utilización de caletas era un medio eficaz para esconder el dinero, "Chupeta" creó decenas de empresas fachada e invirtió millones de dólares en compañías legales para lavar su dinero. Reconocidos supermercados, concesionarios de automóviles de prestigio y destacados empresarios recibieron en sus cuentas dinero de "Chupeta". SEMANA se abstiene de publicar los nombres para no entorpecer las investigaciones que se adelantan al respecto.
Sus tentáculos en el Estado
Pero si bien el computador tiene detalles escabrosos, como los asesinatos, y reveladores, como los altos volúmenes de droga y dinero, no menos impactantes son los datos sobre penetración, colaboración y corrupción que "Chupeta" consiguió a todos los niveles del Estado.
Decenas de miembros de la Fuerza Pública, fiscales, registradores y jueces estaban en las nóminas del capo. Treinta millones de pesos por "levantar" un retén para pasar un cargamento de droga. "50 millones por cuadre con fiscal para tumbar proceso". Seis millones mensuales por alertar sobre movimientos u operaciones. Setenta mil dólares por mover una corbeta. Quinientos dólares para los "regalos de Navidad a los amigos de inteligencia". Estas son algunas de las cifras que durante años pagó a decenas de funcionarios públicos por su colaboración. Ex policías, detectives del DAS, miembros de la Armada, el Ejército y el CTI estuvieron en la nómina de la organización de "Chupeta´. Pero no sólo aquellos que estaban encargados de perseguirlo se beneficiaron de los millones que repartía el capo.
Mensualmente desembolsaba 10 millones de pesos a un ingeniero de una empresa de telefonía celular para que le advirtiera si sus teléfonos estaban siendo intervenidos y para que le "chuzara" y le pasara los datos de números que el capo necesitaba.
"Chupeta" era bastante práctico también. En su nómina tenía funcionarios del Instituto Geográfico Agustín Codazzi quienes, por ocho millones de pesos mensuales, le avisaban cuándo los policías o fiscales solicitaban a esa entidad información para realizar allanamientos de predios que pertenecieran al capo de alguien de su organización. Ni los periodistas se salvaron. "Parar noticia periódico y recuperar videos". Por estos dos favores "Chupeta" pagó 7.000 y 10.000 dólares, respectivamente. Aunque no era nada económico, ya que mensualmente el pago de sobornos costaba en promedio 8.000 millones de pesos, ese aparato corrupto que tuvo a su servicio le garantizó vivir relativamente tranquilo en la clandestinidad.
¿Cómo cayó?
Durante años "Chupeta" logró manejar y estar al tanto de todo ese complejo aparato criminal gracias a la información que manejaba en su computador. Pero fue justamente ese mismo computador el que llevó a las autoridades a terminar con su "imperio".
Desde finales del año pasado, un pequeño grupo de policías, conformado por un coronel, un mayor, dos capitanes, un intendente y dos patrulleros, había recibido la tarea de atacar el emporio de "Chupeta". Un informante los fue llevando a otro y éste, a su vez, a un tercero. La paciente labor se vio recompensada, ya que los cinco policías lograron dar con un informante clave y el famoso computador.
En compañía de la Fiscalía y la DEA, durante semanas enteras se dedicaron a escudriñar archivo por archivo, mientras continuaban con otras labores investigativas. Lentamente ese grupo especial consiguió descubrir y entender la compleja red de "Chupeta" y comenzaron a golpear. Encontraron las seis caletas con más de 90 millones de dólares en barrios de clase media de Cali. Desarticularon varias de las oficinas de cobro que el capo tenía en Cali y otras zonas del Valle. Identificaron, destituyeron y entregaron a la justicia a muchos de los miembros de la Fuerza Pública que trabajaban para el capo. Hace menos de dos meses le incautaron y decomisaron a "Chupeta" más de 300 propiedades y empresas, valoradas en más de 400 millones de dólares. Aunque todavía faltan algunos golpes para terminar por completo con el imperio criminal de "Chupeta", lo cierto es que, gracias a su propio computador, fue capturado uno de los narcotraficantes más poderosos y crueles de este comienzo de siglo. Sin duda, otro lo reemplazará, y el millonario negocio ilegal seguirá, como siempre, vivito y coleando.
La sangre fría de un capo
Una de las vendettas más escalofriantes que se hayan vivido en la historia reciente de la mafia fue la que desató Juan Carlos Ramírez Abadía, alias "Chupeta" entre 2004 y 2005. Tan sólo en esos 12 meses el capo ordenó y pagó por asesinar a más de 100 personas. La gran mayoría de las víctimas de esos crímenes fueron familiares, amigos, abogados, escoltas y testaferros de su archienemigo, el narcotraficante Víctor Patiño Fómeque. A finales de 2003 "Chupeta" se enteró que Patiño, quien había sido extraditado a Estados Unidos, estaba colaborando con la justicia de ese país y había encendido el ventilador contando todo lo que sabía de sus antiguos socios y rivales en el negocio del narcotráfico. Sin dudarlo, "Chupeta" comenzó su venganza.
El capo ha negado en repetidas oportunidades que haya sido el responsable de esa ola de crímenes. De hecho, hace menos de dos meses, desde la prisión en la que se encuentra en Brasil, afirmó en una entrevista con el diario brasileño Folha que él no tenía relación con esas muertes. Con lo que no contó "Chupeta" es con que en los computadores que están en poder de las autoridades están relacionados con lujo de detalles todos y cada uno de esos asesinatos. Gracias a esa información, la justicia colombiana ha logrado aclarar varios de esos crímenes y vincular a "Chupeta" con esos homicidios que hasta ahora habían quedado en la impunidad.
Uno de los asesinatos que el capo ha negado con mayor énfasis es el de Luis Ocampo Fómeque, alias "Tocayo", el medio hermano de Patiño Fómeque. El 8 de febrero de 2004 Ocampo asistió a una reunión con "Chupeta" en la finca Alexandría, cerca de Buga, Valle. Iba en compañía de 10 escoltas, unos primos y un abogado. Tres días después lo único que se supo es que la madre de "Tocayo" recibió una llamada del propio "Chupeta" en la que le decía que buscara los pedazos del cuerpo de su hijo en el río Cauca. Por más de tres años "Chupeta" negó ese crimen.
Sin embargo, en su computador figura la relación de ingresos y egresos del mes de febrero de 2004. Allí aparece que el 21 de febrero, 13 días después de la cita entre "Tocayo" y "Chupeta", este último ordenó el pago de 338.776 dólares por "charlada con Tatiana". Tatiana es el nombre con el que los hombres de "Chupeta" conocían a "Tocayo" y "charlada" era la palabra clave utilizada por los miembros de la organización del capo para referirse a los asesinatos. En la contabilidad de "Chupeta" también aparece que el 11 de febrero de 2004 pagó 200.000 dólares por "charlada ojitos". Tres días antes fueron asesinados dos colaboradores de Patiño que se iba a entregar a la justicia de Estados Unidos, los esposos María Emma Calero y Jorge Bejarano, este último conocido en el mundo de la mafia como "Ojitos".
Pero no sólo los enemigos de "Chupeta" fueron víctimas de la vendetta. Muchos de sus colaboradores murieron por órdenes del mafioso, ya que pensaba que algunos de ellos lo habían traicionado o podían delatarlo. Tal fue el caso de Mario Gil. Conocido con los alias de "Pepe" o "Cero Cero", era un ex policía que manejaba una de las oficinas de cobro de "Chupeta" en Cali que contaba con 30 sicarios. Entre el 13 de abril de 2004 y el 30 de septiembre de 2005, "Cero Cero" y 22 de los 30 sicarios de esa oficina de cobro fueron asesinados. De acuerdo con la relación de pagos que aparece en el portátil, por esas muertes se pagaron cifras que iban desde los 30 hasta los 150 millones de pesos. Uno de los últimos muertos que aparecen relacionados en el computador es William Tamayo, conocido con el alias de "Mazinger", un ex policía que trabajó durante ocho años manejando otra de las oficinas de cobro. El 7de febrero de 2006 los contadores de "Chupeta" le informaron al capo que pagaron 33.500.000 de pesos por su muerte.
Gracias a los datos consignados en el computador, las autoridades han logrado establecer que tan sólo entre el 7 de febrero de 2004 y el 30 de marzo de 2006, "Chupeta" pagó 3.113 millones de pesos por mandar matar gente. Esto sin contar los pagos en dólares que en ese período suman casi 850.000.
El largo brazo corruptor
Hace pocos meses el país quedó escandalizado cuando se descubrió que el capturado jefe del cartel del Norte del Valle Diego León Montoya, alias "Don Diego", había infiltrado las filas del Ejército y tenía una veintena de altos oficiales activos a su servicio. Sin embargo, la grave penetración que este narcotraficante consiguió en una de las instituciones del Estado palidece frente a la infiltración que consiguió "Chupeta" en todas las instituciones: DAS Policía, Fiscalía, Ejército, Registraduría, Agustín Codazzi, medios de comunicación, etcétera.
De acuerdo con la relación que está en los archivos del computador, entre el 6 de julio de 2004 y el 8 de abril de 2006 "Chupeta" canceló en sobornos y pagos a funcionarios públicos y trabajadores privados, la astronómica suma de 8.509 millones de pesos. Eso sin contar los 2,5 millones de dólares que el capo se gastó en lo que aparece en su contabilidad como "regalos" en ese período de tiempo. Policías, fiscales, jueces, detectives del DAS, miembros de la Armada, registradores, funcionarios del Inpec y hasta funcionarios de empresas de telefonía estaban en la nómina del capo. En la lista, que está siendo estudiada por las autoridades, hay desde generales hasta secretarias de notarías y funcionarios del Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
"Chupeta" pagaba por todo. El 15 de agosto de 2004 canceló 30 millones de pesos a un funcionario del Inpec por "traslado cárcel muchacho de Gil". Gil era Mario Gil, alias "Cero Cero", jefe de una de las oficinas de cobro de "Chupeta" en Cali y a quien le habían capturado a uno de sus hombres. Otro funcionario del Inpec aparece recibiendo 18 millones de pesos el 5 de febrero de 2005 por "sacada libros cárcel Villahermosa".
"Pago carreteras inteligente", aparece en los registros contables del capo en referencia a la cancelación de 12 millones de pesos a un oficial de la Policía de carreteras del Valle. En la "nómina" del capo aparecen por lo menos 20 de miembros de la Policía. Algunos de ellos recibían pagos mensuales que iban desde los cinco a los 25 millones de pesos, dependiendo del rango y el cargo. Otros funcionarios de esa institución figuran en las relaciones de pagos por hacer "favores". Por mover un retén se cancelaban entre 20 y 30 millones de pesos. Por dejar pasar un cargamento de droga, la suma iba entre 100 y 200 millones. No menos inquietante es lo que ocurría con los fiscales y los jueces.
El 12 de noviembre de 2005 aparece un pago por 100 millones de pesos a un fiscal por "cuadre declaración Sandra". "Proceso de extinción", "cambio de declaración", "copia proceso" o "parada proceso falsedad", son algunos de los ítems relacionados en los pagos que "Chupeta" hizo a miembros de la rama judicial. Algunos de los sobornos eran cancelados en dólares. El 10 de noviembre de 2004 pagó 5.000 dólares por "cambio declaración caso Rey". El 24 de ese mes canceló 20.000 dólares por "dictamen proceso Mauro".
Por conseguir papeles falsos y desaparecer huellas y registros de la Registraduría, "Chupeta" le pagó a un funcionario de la Registraduría 60 millones de pesos el 27 de agosto de 2004. El 22 de noviembre de ese mismo año tiene un pago por 123 millones a otro miembro de esa institución por concepto de "chapas", nombre con el que en el bajo mundo se conocen los papeles falsos. El 30 de septiembre de 2005 aparece un desembolso de 66.200.000 bajo el concepto de "pago por compra carro a registrador".
Uno de los hallazgos más inquietantes del computador de "Chupeta" tiene que ver con los archivos en donde hay una serie de cartas de navegación en las que están marcadas rutas de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico. También hay varias hojas con coordenadas de barcos en alta mar. El asunto no habría despertado mayor interés de no ser porque dentro de la relación de pagos de sobornos se encuentran datos como el 22 de enero de 2004 por el cual se pagaron 70.000 dólares por concepto de "Cuadre movida Fragata sito".
El capo de más de 2.000 millones de dólares
De los 44 años de edad que tiene Juan Carlos Ramírez Abadía, alias "Chupeta", 22 años estuvo metido en el mundo del narcotráfico. Comenzó como jinete de caballos de paso fino para los hermanos Rodríguez Orejuela y terminó como uno de los jefes del cartel del norte del Valle. Según reconoció a las autoridades brasileñas tras su captura, como resultado de más dos décadas en la mafia tiene una fortuna de 1.800 millones de dólares. La cifra sin duda es escandalosa pero, de acuerdo con la propia contabilidad del capo, su fortuna puede ser mucho mayor de lo que creían las autoridades, así como también la cantidad de droga que exportó.
En el computador de "Chupeta" hay tres palabras clave que les han revelado a las autoridades los secretos de cómo, durante dos décadas, el capo envió cientos de toneladas. "Juanita", "Cometas" y "Unidades" son las palabras que el narco y los miembros de su organización utilizan en los archivos del computador para referirse a caletas con droga, lanchas y kilos de coca, respectivamente. Una aproximación al volumen de droga que anualmente exportaba "Chupeta" está consignada en la contabilidad del capo del año 2004. Tan sólo entre el 5 de enero y el 11 de noviembre de ese año, el capo envió 122,7 toneladas de coca. Los envíos más grandes ocurrieron el 22 de enero, el 26 de marzo y el 18 de agosto, cuando exportó ocho toneladas de coca en cada viaje. Para ese año, 2004, las agencias antinarcóticos estimaron que la producción total de cocaína era de 500 toneladas anuales. De acuerdo con esos datos, sólo "Chupeta" envió un poco más de la quinta parte de toda la coca de Colombia.
En el Valle, Cauca y Nariño, "Chupeta" tenía distribuidas cerca de 10 bodegas para almacenar droga. Semanalmente le enviaban detallados reportes de cuánta droga había en cada una. "En Bolívar hay 7.361 unidades" (kilos), dice uno de los apartes del informe del 15 de mayo de 2003 notificándole la cantidad de coca. El 3 de septiembre de ese año otro de los informes le reportó al capo que están listos 5.927 kilos de coca, "1.803 bodega Tuluá, 1.235 bodega BV (Buenaventura) y 2.889 bodega Bolívar".
De acuerdo con los datos consignados en el computador, tan sólo en tres de los 54 envíos de droga que "Chupeta" "coronó" en 2003 consiguió exportar 41 toneladas de coca distribuidas en tres cargamentos de 10, 12 y 19 toneladas. Aunque en la mayoría de los casos la totalidad de la droga enviada al exterior era del capo, hay registros de familiares y socios del capo, quienes participaban en la exportación con pequeñas cantidades. En junio de 2004 "Chupeta" envió un cargamento de 10 toneladas, de las cuales sólo seis eran de él. Las otras cuatro pertenecían a su medio hermano, un primo, un socio, y 50 kilos del jefe paramilitar Ramón Isaza, quine aparece identificado en los registros contables como "Don R" o "1/2 tiempo".
Los dividendos de la gigantesca operación de exportación de drogas también están relacionados con lujo de detalles en el computador."Nota: Doctor en este momento tengo en la casa esencia (sic) 9.901,510 dólares todos empacados", dice uno de los apartes de un cuadro de Excel bajo el nombre "Informe semanal del 15 al 23 de noviembre de 2002" enviado a "Chupeta" por uno de sus contadores contándole cuánto dinero había guardado. Aunque a comienzos de este año la Policía encontró 90 millones de dólares de "Chupeta" escondidos en seis caletas en Cali, de acuerdo con su contabilidad, el capo llegó a tener escondidos, entre 2002 y finales de 2006, más de 400 millones de dólares en caletas por todo el país.
"Chupeta" en números
- 1 Entre julio de 2004 y agosto de 2005 se gastó 3,5 millones de euros en regalos
- 2 Entre enero de 2001 y diciembre de 2006 almacenó en caletas más de 500 millones de dólares
- 3 Entre el 12 y el 24 de diciembre de 2004 entregó "regalos" de navidad en efectivo a funcionarios y miembros del Estado por 2.8 millones de dólares
- 4 El 7 de agosto de 2004 pagó 750.000 dólares por la construcción de un "submarino" para enviar droga
- 5 A un funcionario de una empresa de telefonía celular que interceptaba ilegalmente teléfonos para la organización de "Chupeta" le pagaban 10 millones de pesos mensuales
- 6 El promedio de cargamentos de coca que enviaba "Chupeta" al exterior era de 10 toneladas de droga en cada viaje. El año más activo, 2004, alcanzó a "coronar" más de 15 viajes y exportó mas de 120 toneladas de cocaína
- 7 De acuerdo con su contabilidad tan sólo en Cali "Chupeta" tenía propiedades valoradas en 92.000 millones de pesos. En otras ciudades tenía bienes por 111.000 millones de pesos
- 8 En nómina "Chupeta" tenía a su servicio un ejército de sicarios conformado por más de 120 asesinos
- 9 Por conseguirle una identidad falsa, "Chupeta" pagó a un funcionario de la Registraduría 300 millones de pesos en efectivo y le regaló un carro de 66 millones de pesos
- 10 Los pagos fijos en sobornos y corrupción eran de 8.500 millones de pesos mensuales
[Fuente: Revista Semana, Bogotá, Col, 30ssep07]
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