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15mar11
Declaran la masacre de Chengue (Sucre) delito de lesa humanidad
Uno de los hechos más trágicos de la historia reciente de Colombia, la masacre de Chengue, corregimiento del municipio de Ovejas (Sucre), fue declarado delito de lesa humanidad por un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos.
El trágico hecho ocurrió la madrugada del 17 de enero de 2001, cuando paramilitares al mando de Rodrigo Mercado Pelufo, alias 'Cadena', irrumpieron en la pequeña población y asesinaron a 27 personas.
En un comunicado, la Fiscalía informó que de acuerdo con la decisión del funcionario judicial, “esos hechos hicieron parte de un ataque sistemático contra la población civil de esa región, en desarrollo de la denominada operación ‘Rastrillo’, que también contempló las masacres de Macayepo y El Salao”.
Agrega la nota de prensa que “la Fiscalía ordenó que se invoque el recurso de revisión con respecto a la sentencia absolutoria proferida por el Juzgado Único Especializado de Sincelejo, ratificada en segunda instancia, en favor de los exsuboficiales de Infantería de Marina: Euclides Rafael Bossa Mendoza y Rubén Darío Rojas Bolívar, que fueron investigados por el delito de concierto para delinquir”.
Alias ‘Cadena’, quien presuntamente desapareció en 2005, fue acusado por estos hechos como persona ausente por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, hurto calificado agravado, incendio y desplazamiento forzado.
Por los mismos hechos, en diligencia de formulación de cargos para sentencia anticipada, aceptaron su responsabilidad Edward Cobos Téllez, alias ‘Diego Vecino’; Yairsiño Enrique Meza Mercado, alias ‘El Gato’; Pedro Segundo Valencia Gómez, alias ‘Verrugita’, y Óscar David Villadiego Tordecilla, alias ‘Never’.
Cobijados con medida de aseguramiento están César Augusto Morales Benítez, alias ‘Raquel’, y José Tomás Torres Gómez, alias ‘Orbitel’, presuntos autores materiales de la masacre.
Cuando los ‘paras’ acabaron con Chengue
Eran las 3 de la madrugada del 17 de enero de 2001 cuando los pobladores de Chengue escucharon un tropel. Ochenta miembros de las Auc entraron esa noche al pequeño caserío encumbrado en los Montes de María, Sucre.
Pateando puertas sacaron a los hombres de las casas y los concentraron en la plaza. Margarita Romero, en ese entonces de 15 años, sintió el alboroto y se asomó al patio. De inmediato comprendió que los paras habían venido a cumplir con la promesa que tantas veces se escuchó como rumor: venían a acabar con el pueblo.
Aterrada, se sentó a esperar su turno. Minutos después dos hombres entraron a su casa y se la llevaron hasta la plaza. Allí, había 23 hombres de Chengue tendidos en el piso, boca abajo. Eran los esposos, hermanos, padres de más de 50 mujeres, reunidas frente a ellos.
Uno a uno los iban llamando, los hacían caminar hacia una calle detrás de la plaza, supuestamente para verificar su nombre en un computador. Pero el silencio de la noche delataba lo que estaba ocurriendo. "Apenas se escuchaba el machete", dice Margarita. Todos pasaron por el cadalso. Los mataron con 'la mona', un garrote hecho para partir piedras. Un golpe seco bastaba. No hubo disparos.
Cuando el alba despuntaba, los paramilitares casi habían terminado su labor. Encerraron a las mujeres y le prendieron fuego a cuanto pudieron. En total 25 casas. "Inclusive la de don Evelio López que era la más linda, con una lamparita afuera. A él le mataron un hijo que era retrasado mental", dice otra de las mujeres.
Los paramilitares se fueron sin problema y recorriendo la carretera de Macayepo, Chinulito, hasta la finca El Palmar de San Onofre, desde donde se planeó este horrendo crimen. Ese día murió Chengue.
[Fuente: Revista Semana, Bogotá, 15mar11]
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