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14dic16
El Gobierno afirmó que se amnistiará a unos 4500 guerrilleros y 5500 agentes
El ministro de Justicia de Colombia, Jorge Eduardo Londoño, afirmó hoy que alrededor de 4.500 miembros de las FARC presos podrán beneficiarse por la ley de Amnistía presentada a debate en el Congreso como parte de los acuerdos de paz y que, según datos del Ministerio de Defensa, unos 5.500 agentes del Estado podrían recibir un beneficio similar.
El ministro también señaló que ya están listos los primeros 100 indultos para guerrilleros detenidos y en los próximos días esa lista se ampliará a otros 200 insurgentes.
Según el ministro todavía no existe una lista de posibles insurgentes beneficiarios del proyecto radicado ayer en el Congreso, pero señaló que hay unos 4.500 guerrilleros de las FARC detenidos por los delitos de rebelión, sedición y asonada.
La preocupación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) frente al limbo jurídico en el que temían caer no era menor y, por eso, habían solicitado a las autoridades judiciales tomar los primeros pasos para que, a través de un indulto, guerrilleros de sus filas presos por delitos políticos pudieran salir de la cárcel, reportó el diario local El Espectador.
De hecho, Iván Márquez, jefe negociador de paz de la guerrilla, ya había explicado esa solicitud en una rueda de prensa, mientras que al mismo tiempo, solicitaba con urgencia la suspensión de órdenes de captura a miembros de las FARC que corren el riesgo de ser arrestados durante el tránsito hacia las zonas de ubicación.
"Esperamos para muy pronto las primeras excarcelaciones de guerrilleros de las FARC y de colaboradores privados de la libertad por delitos indultables", había dicho Márquez.
Por otra parte, se espera que en las próximas horas se conozcan los nombres de los expositores del proyecto de ley de Amnistía presentado esta mañana por los ministros del Interior, Juan Fernando Cristo y el de Justicia, para que la semana entrante comiencen las discusiones y pueda ser aprobado antes de que termine el años.
La Corte Constitucional de Colombia legitimó ayer el llamado "fast track", el mecanismo que permite iniciar trámites parlamentarios rápidos para aprobar las leyes y reformas necesarias para implementar el acuerdo de paz pero, sobre todo, avaló la refrendación del acuerdo entre el gobierno y las FARC por el Congreso, sin necesidad de recurrir a un nuevo plebiscito.
El proyecto de amnistía incluye el perdón jurídico para todos los insurgentes de las FARC, excepto para los que hayan cometido delitos graves recogidos en el Estatuto de Roma como los de lesa humanidad, abusos sexuales o reclutamiento de menores, entre otros.
Por otra parte, para los agentes del Estado que hayan cometido crímenes durante el conflicto armado, la iniciativa "incluye un tratamiento especial equiparable a la amnistía e indulto, como es la cesación del procedimiento y la renuncia a la persecución penal".
En este sentido, explicó que se aplicará de un modo similar a la ley que beneficiará a las FARC, por lo que no se concederá el perdón jurídico a quienes hayan cometido delitos graves.
El pacto definitivo de paz entre el gobierno y las FARC se firmó el pasado 24 de noviembre en Bogotá al término de cuatro años de negociaciones en La Habana y después de que un primer texto alcanzado el 26 de septiembre fuera ajustadamente rechazado en un plebiscito.
En una entrevista en la cadena de televisión española Antena 3, Santos reconoció haber aprendido la lección de no hacer un referendo cuando no es necesario.
El mandatario sometió el pasado 2 de octubre a un plebiscito el acuerdo de paz alcanzado por su gobierno y las FARC que, contra su pronóstico, fue rechazado por un escaso margen de votos.
Entonces, las partes hicieron modificaciones para recoger las peticiones de los opositores, que ya han sido aprobadas por el Congreso como expresión directa de la voluntad popular, según fundamentó la Corte de Constitucionalidad.
Santos, de visita en España después de recibir el sábado pasado el premio Nobel de la Paz en Oslo, reconoció que "es mucho más difícil hacer la paz que la guerra" porque es necesario "más habilidad y perseverancia" e implica "aprender a perdonar y cambiar los corazones".
También evitó retomar la discusión dialéctica con su antecesor en la Presidencia, Álvaro Uribe, un tenaz oponente a los acuerdos de paz.
"No quiero polemizar con Uribe, sino implementar los acuerdos", destacó, al atribuir a razones políticas muchas de las críticas que ha recibido durante el proceso de diálogo con la guerrilla.
Afirmó que el nuevo acuerdo tiene el apoyo "de la inmensa mayoría" de los colombianos, aunque reconoció que hay un sector que son los del "nunca" estarán de acuerdo. "Hay que convivir con ellos", matizó al respecto.
Y sobre la caída de su popularidad, consideró que nunca ha gobernado "para estar bien en las encuestas" y que "si hubiera pensado en la popularidad no habría iniciado el proceso de paz".
Por último, insistió en que los "vencedores" son los colombianos, después de 52 años de conflicto armado y de millones de víctimas, al destacar que éstas le han dado una "gran lección de vida" al ser las "más generosas" y "más abiertas a perdonar".
[Fuente: Télam, Bs As, 14dic16]
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