|
Capítulo II
Metodología del proceso del conocer y del saber en la búsqueda de la verdadEl presente trabajo valida, a través de todo su desarrollo, el significado etimológico de la palabra método: "a través de un camino". Paso a paso mostraremos nuestro quehacer: desde el desconocimiento inicial del número real de personas hasta alcanzar un número aproximado de ellos; desde el esclarecimiento de quien era la persona víctima del crimen hasta su destino final; desde las circunstancias y características del hecho represivo hasta el conocimiento de los organismos y responsables que participaron en la muerte y el desaparecimiento; desde el primer acercamiento a los familiares de las víctimas hasta su incorporación a una "práctica compartida"; desde la escasas denuncias de los crímenes hechas por algunos familiares hasta el establecimiento de la verdad jurídica.
Asimismo, mostraremos los sucesivos pasos metodológicos en la etapa de investigación de los crímenes, teniendo como fundamento el trabajo que como organismo de Derechos Humanos habíamos realizado en etapas anteriores.
II. 1. Registro de las violaciones de los Derechos Humanos.
Desde sus inicios nuestra institución trabajó en la elaboración de archivos de las violaciones de Derechos Humanos. Ello significó una gran ayuda en esta primera etapa del saber y del conocer la verdad, pues nos permitió registrar lo que las personas afectadas, un familiar o un conocido, nos relataba sobre lo sucedido.
En este registro reuníamos los datos personales y familiares, los antecedentes represivos, los posibles agentes responsables, la situación actual de desamparo y de privación social, los antecedentes médicos, psicológicos y jurídicos en que se encontraba la persona atendida. Tam-
bien anotábamos sus demandas y otras informaciones que nos proporcionaba.
Se abrieron carpetas o cuadernos individuales, los cuales completábamos con otro tipo de antecedentes recolectados: registro de periódicos que hablaban del caso y sus circunstancias, antecedentes represivos concordantes con el momento en que se había producido la detención, la tortura, la muerte o el desaparecimiento, referencias sobre posibles responsables, denuncias existentes, querellas, etc.; en suma, cualquier elemento que nos permitiera profundizar en la historia.
Esta doble perspectiva del conocimiento, la persona reprimida y las características del sistema represor, nos permitía comprender en forma más objetiva y certera lo que la persona había vivido y la realidad que intentaba comunicar. Al mismo tiempo, se realizaba un análisis y discusión de la situación represiva general que el país estaba viviendo, los niveles de violencia, las nuevas tácticas que estaba usando la dictadura para destruir, inmovilizar o perseguir a las personas y grupos, o para manipular la información.
Conjuntamente con el registro de casos y hechos represivos se creó un archivo más general sobre los crímenes de la dictadura, con material de prensa nacional o extranjera, comunicados de apoyo al trabajo de Derechos Humanos, así como investigaciones sobre la situación de los Derechos Humanos en Chile realizadas por Naciones Unidas u otros organismos internacionales.
Esta etapa de registrar los hechos, ubicarlos en el tiempo y la realidad, fue el germen de recolección de datos que más tarde constituyó el material básico del proceso del conocimiento. Etapa que exigió, permanentemente, objetividad frente a una realidad que se había vuelto extraña, desconocida, cargada de subjetividad.
El material reunido fue contrastado y completado con los antecedentes que otras organizaciones de Derechos Humanos o agrupaciones de familiares habían recopilado.
Nuestro trabajo se inició durante el período de terrorismo de Estado, por lo cual se realizaba en un clima de urgencia, dudas, desconcierto y ansiedad. El factor de riesgo tanto para los antecedentes reunidos como para los miembros del colectivo fue otro elemento importante de considerar.
Dado que sufrimos la represión y la quema de nuestro material, reafirmamos la necesidad de mantener un doble registro o la posibilidad de resguardarlo. Asimismo, fue necesario prepararse para enfrentar la represión y el miedo. La serenidad era una actitud o conducta que se intentaba lograr permanentemente.
La constitución de este archivo, la aproximación al conocimiento de lo que había pasado y la certeza de que la impunidad impregnaría todo el período de transición, nos llevó a iniciar la primera etapa de nuestro trabajo: la búsqueda de la verdad.
II. 2. Objetivos.
La búsqueda de antecedentes en el terreno mismo donde habían ocurrido las violaciones al derecho a la vida, se inició dos años antes del término de la dictadura.
Nuestro objetivo era informarnos en la forma más completa e íntegra posible sobre los siguientes puntos:
Conocer quién era, y cómo había sido el sujeto víctima del crimen: restituir su imagen y presencia como persona, recuperar su dignidad.
Conocer los antecedentes, los motivos, el contexto y las circunstancias que originaron su muerte o desaparición.
Conocer la actuación y el comportamiento de los represores e identificar a los responsables directos.
Conocer las consecuencias que los crímenes y la impunidad habían producido sobre las personas, las familias y la comunidad.
Emprender un camino de rehabilitación y prevención en materia de violación de los Derechos Humanos.
Para el cumplimiento de estos objetivos realizamos un proceso de conocimiento de la realidad y posteriormente elaboramos los instrumentos necesarios para recopilar la información.
II. 3. Selección del territorio.
En primer término señalaremos la forma cómo seleccionamos el territorio a investigar:
Se consideraron las dificultades para tomar una decisión acertada, ya sea en relación con nuestras capacidades o incapacidades, con los recursos humanos y materiales disponibles o con las distancias a recorrer.
Se evaluó el estado de las familias que entrevistaríamos, así como su disposición a aceptarnos y trabajar con nosotros.
Se consideró la presencia (más o menos evidente) o la ausencia del aparato represor de la dictadura en la zona (responsables, informantes, encubridores, colaboradores, etc.) así como de los riesgos que enfrentábamos.
En cada región se inició el estudio de la magnitud y de las características de la violación del derecho a la vida. Se revisaron y sistematizaron los archivos correspondientes, se buscaron nuevos antecedentes en otras Organizaciones o Agrupaciones de Familiares, se entrevistó a testigos de los crímenes sobrevivientes al golpe de Estado, a líderes sociales y políticos, se revisó la prensa de la época clasificando la información según antecedentes represivos y características de la intervención militar.
Se recopilaron folletos públicos o clandestinos que contuvieran antecedentes sobre la situación represiva o sobre las personas afectadas: fecha de detención, consejos de guerra, operativos militares, ejecución o posible desaparecimiento.
Una vez reunida la información, sobre el mapa de la región marcamos el nombre de la víctima, la ubicación de sus familiares, su residencia, llegando finalmente a configurar un esquema de la violación del derecho a la vida sobre el territorio investigado.
Ante la magnitud de los objetivos propuestos y la dimensión de la violación del derecho a la vida que habíamos constatado en esta etapa, consideramos:
Las posibilidades reales para realizar este trabajo.
Evaluamos los recursos materiales y humanos disponibles por nuestro equipo, así como el deseo y la voluntad de participar en la investigación.
La posibilidad de crear equipos multidisciplinarios para el trabajo en terreno y también equipos de apoyo y asesoramiento profesional.
La existencia de personas en el terreno que estuvieran dispuestas a apoyarnos.
De acuerdo a estas posibilidades se definió el universo o población a estudiar y con la cual desarrollaríamos el trabajo: todas las personas afectadas por la violación del derecho a la vida en tres regiones: Séptima, Novena y Décima.
II. 4. Elaboración de los instrumentos.
Procedimos a elaborar los instrumentos necesarios para su posterior aplicación en terreno. En esta investigación nunca se aplicó un cuestionario. Los instrumentos diseñados fueron guías internas para recopilar datos sobre los hechos represivos, reconstituir las características específicas y únicas de las personas afectadas; conocer el estado emocional, social y relacional en que se encontraban los familiares de los ejecutados o detenidos desaparecidos y las expectativas que se hacían respecto del conocimiento de la verdad, justicia o posible impunidad, y también para recolectar la mayor cantidad de datos sobre los responsables.
En relación al hecho represivo mismo, se elaboró una pauta que tenía los siguientes contenidos: individualización del afectado, antecedentes sobre su familia y amistades, antecedentes de la detención; existencia o no de testigos; organismos que actuaron en la detención; características de los agentes aprehensores; características de los lugares de reclusión; antecedentes jurídicos; y por último, la existencia o no de una versión oficial (Anexo Nş1).
Al recolectar estos datos constatábamos, simultáneamente, la ruptura y el trauma experimentado por las personas que nos entregaban los antecedentes (familiares, amigos o vecinos de las víctimas).
De las personas detenidas desaparecidas o ejecutadas nos interesaba obtener datos generales tales como la edad, estado civil, número de hijos, profesión u oficio, clase social, antecedentes de salud, sus características físicas y su modo de ser, sus rasgos de carácter, su psicomotilidad, la forma de relacionarse, su expresividad, sus deseos y sus esperanzas; en suma, su existencia concreta, su presencia antes de la desaparición o muerte.
Algunos de estos antecedentes tratábamos de obtenerlos antes del primer contacto con la familia. En los casos que fue posible, ello nos facilitó un acercamiento más íntimo y nos permitió una recreación más certera de la imagen de las personas asesinadas o ausentes.
Además de los antecedentes generales recogidos sobre los responsables, elaboramos una pauta que nos permitiera reconstituir sus características personales, su rango, sus antecedentes de formación especializada en tácticas de guerra antisubversiva, su aspecto físico, su forma de ser, su lenguaje, su comportamiento, su accionar y su vinculación concreta con el crimen.
Con la elaboración de estos instrumentos, comenzamos a informarnos más profundamente sobre la situación general en las tres regiones, sus aspectos geográficos, históricos, socioeconómicos, culturales y étnicos y, muy especialmente, las características de la represión y la violencia ejercida durante los días del golpe militar y los diecisiete años de dictadura que le siguieron.