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07feb22
YPFB ordenó el paro de la planta de Urea durante el Gobierno de Evo Morales, según documentos oficiales
Informes técnicos de la YPFB, ANH, correos electrónicos y el testimonio escrito de un especialista que trabajó en la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) revelan que el complejo detuvo sus operaciones el 7 de noviembre de 2019 -- tres días antes de la salida de Evo Morales de la presidencia --, por falta de insumos, sobrealmacenamiento y los conflictos sociales derivados de las fallidas elecciones de ese año. Esto contradice la versión que repite la actual administración de Yacimientos acusando al anterior Gobierno de paralizar la industria tras asumir las riendas del país.
Esta nota no pretende salvar de responsabilidad al gobierno de Jeanine Áñez. De hecho, los documentos demuestran que en 2020 -en cinco oportunidades- técnicos de YPFB gestionaron la compra de insumos para reactivar la planta e incluso realizaron un plan de reactivación y mantenimiento de las instalaciones de la PAU.
Esto nunca prosperó. Primero, porque el Gobierno de transición anunció un auditoría en el complejo, que nunca hizo. A esto se suma la disputa entre el expresidente de YPFB de ese entonces, Herland Soliz y el exministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, para ubicar a gente de su entorno en puestos clave en la empresa. Por último, la pandemia que provocó la caída del precio de la urea.
La Planta de Amoniaco y Urea fue inaugurada en 2017. Es el proyecto estrella de industrialización del gas, pero siempre estuvo en el ojo de la tormenta por los continuos paros registrados desde que comenzó a operar.
Paralización
El informe técnico UIND 0083/2021 realizado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) el 30 de junio del año pasado sobre la supervisión a las actividades de reinicio de operaciones de la Planta de Amoniaco y Urea detalla que el paro de la planta fue "realizado en fecha 7 de noviembre de 2019 en adelante".
Otro informe técnico, esta vez de YPFB, que contiene correos electrónicos de los responsables de operar el complejo petroquímico detalla que el 1 de noviembre de 2019 el entonces director de la Planta de Amoniaco y Urea, Henry Lapaca informa sobre la situación de la industria.
El email enviado a las 9:39 tiene como asunto: Operación Actual de la Planta de Amoniaco y Urea y Alerta de Suministros y Stock de producto. Estaba dirigido al Vicepresidente Nacional de Operaciones, y a los responsables del manejo de la planta.
El ejecutivo detalla en su mensaje los problemas de abastecimiento que tiene el complejo en su stock de químicos, en especial, de ácido sulfúrico, material esencial para la producción. Expone que la empresa de provisión tiene problemas para enviar este químico, por lo que recomienda que "sería prudente realizar el paro de la planta, lo más pronto posible ante la imposibilidad de suministros por problemas de bloqueo de rutas en Bolivia".
Entre octubre y noviembre de 2019 diferentes sectores sociales protestaron en rechazo de las fallidas elecciones que fueron anuladas por fraude. Esta movilización incluyó el bloqueo de caminos.
En su mensaje, Lapaca refiere los problemas de almacenamiento que tiene el complejo ante la imposibilidad de movilizar 15.000 toneladas de urea granulada debido a los bloqueos y señala que "se tendría que proceder al paro de la planta por no contar con el insumo necesario".
El ejecutivo cierra el email pidiendo directrices para proceder o no con la paralización de la petroquímica. El mensaje generó intercambio de información entre los responsables de operar el complejo, donde se hace notar que antes de esa fecha ya se habían registrado problemas similares, en especial en el sobrealmacemamiento que provoca la pérdida de calidad de la urea.
En un correo del 4 de noviembre -enviado a las 13:51- el jefe de planta, Kumar Pandey, informa a Lapaca que se contaba con un stock disponible de ácido sulfúrico solo para un día de producción.
Finalmente, el 7 de ese mes Lapaca ordena a Pandey que paralice el complejo. Esa orden se la dio vía WhatsApp a las 7:58 am y también por correo electrónico.
Ese mismo día, para tener un respaldo, el técnico envía un correo a las 15:00 informando la orden recibida, indicando que "el paro de planta programado es debido al plan elaborado para revisión del estado actual de los pendientes en la Planta de Amoniaco y Urea".
Esto fue confirmado por el propio Pandey en acta de entrevista realizada por Yacimientos el 5 de diciembre de 2019. Señaló que se paralizó la producción de la urea desde el 7 de noviembre hasta esa fecha, "producto de la falta de suministro de gas" y "la carencia de ácido sulfúrico por los bloqueos".
En noviembre de 2019 el gasoducto que provee de gas a esa planta fue destruido en un atentado.
Tras la salida de Evo Morales del poder, Lapaca, que, según fuentes internas de Yacimientos -tenía un fuerte respaldo político del Movimiento Al Socialismo- siguió trabajando hasta diciembre en la PAU.
Incluso el 12 de noviembre envió un nuevo correo para la desmovilización de la planta instruyendo que se quede el personal mínimo para el mantenimiento del complejo.
Intentos de reactivación
Tras la salida de Morales y la llegada del Gobierno de transición, según documentación a la que accedió EL DEBER, en cinco oportunidades el personal técnico que quedó al mando del complejo trató de comprar los insumos para reactivar el complejo.
No obstante, todos los procesos de licitación fueron anulados por YPFB Corporación. Incluso, cuando se tenía todo listo para operar los técnicos fueron sorprendidos por la orden del presidente de ese entonces de la estatal de parar la reactivación.
Los correos enviados por los nuevos responsables establecieron como fecha de arranque el 1 de febrero de 2020. No obstante, ese mismo día el presidente de YPFB de ese entonces, Herland Soliz, ordenó que se realice una auditoría técnica, que nunca se ejecutó.
A esto se suma la caída del precio de la urea que llegó a los $us 252 la tonelada, la llegada de la pandemia y sobre todo los cambios en la presidencia de YPFB, que tuvo cuatro presidentes en los 11 meses de gestión del gobierno de transición. Estos cambios se debieron a las pugnas de espacios de poder al interior de la estatal.
A su retorno al poder, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) y los nuevos ejecutivos de Yacimientos establecieron un relato para culpar de toda la paralización del complejo al gobierno de transición.
Retorno
Incluso Lapaca volvió como Gerente de Industrialización de YPFB y aseguró que cuando salió de la dirección de la planta la dejó en condiciones óptimas para operar.
Pero un informe de la ANH señala que, por ejemplo, durante las gestiones 2017, 2018 y 2019 se registraron siete fallas de la turbina 101 GJT. Esto derivó en que en estos tres años se registraran 141 días de paro.
El último problema ocurrido en esa turbina fue del 10 de octubre de 2019, y mantuvo paralizado el complejo por nueve días.
Otro informe realizado por la Vicepresidencia Nacional de Operaciones (VPNO) de Yacimientos en 2020 revela que -desde que comenzó a operar hasta 2019- la planta registró 34 paros, lo que se traduce en 408,9 días de paro.
Se envió un cuestionario sobre el tema a YPFB, pero hasta el cierre de edición la estatal no contestó.
El que sí lo hizo, mediante un mensaje de WhatsApp, fue Lapaca, que negó haber dado la orden de parar el complejo. "En la gestión 2019 mi persona solo era Director de la Planta de Urea, la autoridad que determina cualquier situación de paro u otra situación es el Gerente de la Planta, que en ese momento era el señor Favio Bustos Medina", dijo.
No obstante, EL DEBER confirmó que en esa época la persona aludida por Lapaca se encontraba en un viaje de capacitación en Indonesia y no dio ninguna orden.
Otra fuente en el interior de YPFB -que pidió no ser citada- dijo que de acuerdo al organigrama, Lapaca era el responsable de todo el manejo técnico de la planta de urea.
Se volvió a consultar al ejecutivo de Yacimientos sobre esta situación y él ratificó su posición. "El Gerente de la Planta es la autoridad que determina el paro o no de la Planta y de acuerdo al manual de funciones es responsabilidad del Gerente. En esa oportunidad, yo solo era el Director", dijo. Por último, señaló que estaba dedicado a sus actividades personales, y no estaba viendo temas de hidrocarburos.
En total, la planta estuvo parada 21 meses. El Ministerio de Hidrocarburos y la propia YPFB -pese a tener los documentos a los que accedió EL DEBER- mantiene la narrativa de que el proyecto petroquímico más caro de la historia de Bolivia fue paralizado durante el Gobierno de transición. Es más, calcularon que las pérdidas llegaron a más de $us 250 millones.
Además, su reactivación en el mes de septiembre de 2021 le costó al Estado $us 53 millones, pero no mencionan que el complejo se paró cuando aún gobernaba Evo Morales.
[Fuente: Por Ernesto Estremadoiro Flores, El Deber, Santa Cruz de la Sierra, 07feb22]
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