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27dic16
La urea y los mercados
La Planta de Urea empezó a construirse en septiembre de 2013 y debía estar concluida dos años después, en octubre de 2015. Sin embargo, la inauguración se fue postergando, primero hasta el primer semestre de 2016, después para el 1 de enero de 2017 y ahora se habla del primer semestre de 2017. Los atrasos se deberían a las lluvias, a la reconstrucción de obras civiles, a problemas de suelos y otros.
Los atrasos, cualquiera fuera su causa, han dado mayor tiempo a los encargados del proyecto para gestionar o por lo menos para entender el marketing del producto en los mercados que tienen déficits, como el brasilero.
No es secreto que el mercado local es muy pequeño no llega a 100 T/día de urea lo que significa menos del 5 por ciento de la producción de la planta (el proyecto está diseñado para producir 2.100 T/día de urea) y estuvo concebido como un proyecto de exportación a los mercados de países vecinos.
Por esta razón, se ha criticado la irracional localización en Bulo Bulo, porque es un lugar alejado de todos los mercados y porque no tiene una adecuada infraestructura de transporte, falencia que ha dado lugar a la construcción de un ferrocarril, que encarece el costo final del producto y que, a su vez, ha tenido muchos otros tropezones.
Pero además de la pésima localización, motivada por factores de orden político, las condiciones del proyecto se complican con la manifiesta ineficiencia para ingresar a mercados ávidos de urea.
Tratándose del proyecto más caro de la historia de Bolivia (1.200 MM $us de inversión incluyendo el FFCC), el Gobierno debió haber hecho todo lo posible para minimizar los riesgos, diseñando estrategias de mercadeo, a través de negociación de cuotas de mercado sobre todo en Brasil, que es el mayor importador de urea en Latinoamérica o buscando asociaciones con empresas del rubro expertas en el negocio, que abran más y nuevos mercados internacionales y/o, aporten capital y tecnología. Se podría mencionar a empresas como Petrobras o Braskem en Brasil o Bunge o Porfertil en la Argentina, en esta última con YPF de socio.
El carácter estatista del Gobierno y la inseguridad jurídica reinante, ha imposibilitado la apertura de estos proyectos a la participación accionaria de capitales que no sean los del Estado.
La desorientación y el cambio de enfoque en el tratamiento de la comercialización de la urea, ha sido una constante en las autoridades del sector. Así, en septiembre de 2012, en una publicación de YPFB, su Presidente, sostuvo que Bolivia tenía una negociación avanzada con Brasil y Argentina para la venta de urea; nunca se concretó la "avanzada negociación" y, tiempo después, la misma autoridad, cambió de opinión al sostener que "Hemos tomado la decisión de no ser directamente responsables de la comercialización (...). Vamos a contratar a una empresa extranjera que compre el fertilizante en la planta de Bulo Bulo". Esta empresa se hará cargo de "(…)logística: transporte, almacenamiento y venta del producto." LR 11.08.2014)
Al parecer, las ideas anteriores se habrían desechado a la fecha y ahora la comercialización de la urea se estaría negociando con empresas de Brasil.
La semana pasada, YPFB Organizó un Simposio Internacional para promocionar el uso de urea en el mercado, en el que curiosamente se afirmó que: "(...) se ha conciliado la comercialización de este producto con empresas de Brasil a precios favorables a Bolivia.". Por su parte el Gerente de Comercialización sostuvo que "(…) que hay propuestas de precios para la exportación de urea, pero recién serán comunicadas a fin de año por estrategia comercial (…)" (LT 16.12.2016)
Tales declaraciones muestran la falta de claridad conceptual de los negociadores y el estado incipiente de las negociaciones. Las autoridades de YPFB, deberían saber que el problema de la urea no es el de la existencia o no de mercados porque tanto el argentino como el brasilero son deficitarios, pero además están los mercados de Uruguay, Paraguay, Perú e incluso el chileno. El problema es el de la competitividad del producto boliviano.
Actualmente el precio de la urea en el mercado internacional, es de 211 $us/ton y el costo de transporte de Bulo Bulo a Puerto Suarez (que no es el destino final), será por lo menos de 100 $us/ton, la amortización de la inversión en 20 años demandará, 80 $us/Ton, el gas natural a 1 $us/MMMBTU (precio ya subvencionado), significaría cerca de 30 $us/Ton, no dejando ningún margen para nada.
El proyecto es a todas luces, deficitario porque debe además amortizar la inversión en ductos, terrenos, contenedores, tracto camiones y depósitos de almacenaje intermedios y debe cubrir los costos de operación, los financieros y otros.
Todo indica que el proyecto, así como ha sido ejecutado por el Gobierno, es un mal negocio, que tendrá que ser subvencionado por el Estado por lo menos en el rubro de transporte y en el precio del gas natural.
[Fuente: Por Hugo del Grando Cosio, Los Tiempos, Cochabamba, 27dic16]
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