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28jul12
Especialistas ven que el Gobierno no tiene neutralidad en el proceso
Hoy se inicia la consulta que el Ejecutivo realizará a 69 comunidades del TIPNIS. Pero comienza, además, la culminación de un mecanismo en el que el Gobierno es el principal promotor, el encargado de realizar el proceso, y al mismo tiempo una de las partes interesadas en la construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos.
Lorenzo Soliz, director del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado, y el especialista en democracia Fredy Villagomez concuerdan con la idea de que como está planteada la "consulta", el Ejecutivo es "juez y parte" del proceso. Mientras que la socióloga Sarela Paz prefiere hablar de una falta de "neutralidad" del Gobierno.
Sobre el interés gubernamental de construir la carretera, el vicepresidente Álvaro García Linera expresó al diario mexicano La Jornada (8 de febrero) las razones del porqué construir la vía pese a la oposición suscitada.
Entonces dijo que son tres los motivos: garantizar a los indígenas del TIPNIS agua potable, escuelas, acceso a mercados; vincular "por primera vez" la Amazonia con los valles y el altiplano; y porque la vía reconfiguraría la estructura de poder económico del país, pues derrumbando el poderío de las "fuerzas retrógradas de tendencias separatistas" afincadas en Santa Cruz y que tienen el control de la economía amazónica (el factor geopolítico).
La entrevista a García se publicó dos días antes de que se promulgue la Ley 222, marco legal de la consulta, la cual fue puesta en vigencia después de que miembros del Conisur llegaran a La Paz exigiendo la anulación de la Ley 180, que declaró "intangible" al TIPNIS en octubre de 2011, logro de la VIII marcha indígena.
La Ley 222 señala que se consultará a las comunidades Mojeño-Trinitarias, Chimanes y Yuracarés, que habitan en el TIPNIS en su doble condición: Territorio Indígena y Área Protegida.
Esa norma establece además que la finalidad del proceso es "lograr un acuerdo" entre el Estado y los pueblos indígenas, sobre si el TIPNIS es "intangible o no", esto con el objetivo de viabilizar el desarrollo de las actividades de esos pueblos, así como la construcción de la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos.
El Ejecutivo, el "encargado"
El Protocolo para la Consulta establece que el Ejecutivo, a través de los ministerios de Obras Públicas y Medio Ambiente, es "responsable" de llevar adelante la consulta. El documento dice que se desplegarán 15 brigadas por el TIPNIS, cada una compuesta por un representante de los ministerios indicados, más un encargado de logística, además de tres "facilitadores indígenas", quienes "apoyarán" en el proceso. Paz asegura que lo que estamos observando en torno a la metodología establecida para el proceso, es que las comisiones que van a proceder a la consulta, "son comisiones donde se tiene la idea central de que se quiere la aceptación para la carretera, porque están conformadas por miembros del Gobierno y representantes indígenas".
El Anexo C del protocolo mencionado menciona que se pondrá en consideración, entre otros aspectos, la construcción de una carretera ecológica "TIPO", la cual permitirá realizar la obra de la vía con el menor impacto posible en los diferentes ecosistemas naturales, evitando peligros para los habitantes y fauna del TIPNIS.
Soliz sostiene que esta consulta "ya no es tan de buena fe", pues el resultado está definido, y por tanto da la impresión de que con el proceso sólo se quiere "validarlo". "El resultado se sabe después de la consulta. Desde esa perspectiva no sé si tiene mucho sentido (en este caso), porque el resultado ya lo conocemos: anular la Ley 180, levantar la intangibilidad, y finalmente aprobar la carretera".
Propone que en procesos de esta naturaleza haya un "tercero" o "mediador", que conduzca la consulta, para que ésta sea precisamente "libre, informada, sin presiones, con la información completa", porque si el estado es juez y parte del proceso, asegura, la consulta es un "poco coja".
El especialista Villagomez, por su parte, asegura "el Estado ha demostrado varias acciones que no respetan la organización indígena del TIPNIS, no ha actuado de buena fe, ha estado entrando al territorio con regalos, prebendas para ganarse la simpatía de algunos corregidores, ¿con esos antecedentes qué resultado se puede esperar de la consulta?".
La reserva ecológica del TIPNIS que comparten los departamentos de Beni y Cochabamba es la segunda cuenca de agua dulce de Latinoamérica porque tiene 170 lagunas, según biólogos y expertos en temas ambientales. Tiene una superficie de 1,2 millones de hectáreas ubicadas en la subcuenca amazónica de los ríos Isiboro y Sécure de ambas regiones.
[Fuente: Por Pablo Peralta, Página Siete, La Paz, 28jul12]
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