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02dic07
En Santa Cruz de la Sierra se prepara una guerra de “blancos contra indios”
Los hechos que en materia política y de orden público sacudieron esta semana al país, evidencian la honda brecha existente entre los dos principales componentes de la sociedad nacional. Una división que amenaza con partir el país en dos definitivamente.
MARCELO DOMINGO, un comerciante blanco, dice estar dispuesto a todo por defender la autonomía de Santa Cruz, la más próspera región de Bolivia, e incluso empuñar las armas para defenderse de los indígenas andinos, lo que muestra las profundas divisiones que subsisten en uno de los países más pobres del continente.
Sentado junto a su familia frente a su casa en la Avenida Pairita, en la periferia de la ciudad, Domingo cuenta que en este lugar “todos están preparados” para enfrentarse contra quienes defiendan el gobierno de Evo Morales, a quien llama ‘el indio’ en un tono que no deja duda del desprecio que siente.
De piel clara y pelo rubio, Domingo, dueño de un pequeño local de venta de pollos asados, cuenta que esa preparación incluye el uso de armas, que sus vecinos y él están dispuestos a utilizar en caso de “que la cosa se ponga más fea” por la radicalización de la crisis política tras la aprobación el sábado pasado de un proyecto global de Constitución únicamente con votos del oficialismo.
Desde ambos lados de la avenida
La lucha en este sector de la ciudad es específicamente contra los habitantes del denominado ‘Plan 3.000’, la zona más pobre de Santa Cruz, que alberga a unas 150.000 personas, en su mayoría emigrantes indígenas procedentes del altiplano. Este asentamiento indígena en el departamento más rico de Bolivia es donde está la mayor concentración de apoyo a Evo Morales.
El miércoles, día de paro cívico contra el gobierno de Morales en seis departamentos, se vivía una tensa calma a la entrada de la Avenida Pairita, el mayor acceso al 'Plan 3.000'. Decenas de habitantes de la zona, entre ellos Marcelo Domingo y su familia, mantenían un férreo control del lugar, impidiendo el paso de cualquiera que intentara llegar hasta la zona más pobre.
La noche anterior se habían preparado e incluso repartido algunas armas para defenderse en caso de que los del ‘Plan 3.000’ intentaran ir hasta el centro de la ciudad, como sucedió en otras ocasiones generándose violentos enfrentamientos.
“Ahora no vienen porque nos tienen miedo, porque saben que los estamos esperando”, señala desafiante Olga, que custodia la entrada del lugar, cercado con piedras, palos y neumáticos. La tensión grafica las profundas divisiones entre indígenas de la sierra y habitantes de las regiones llanera y amazónica, que se viven en Santa Cruz.
Oriente contra occidente
La polarización enfrenta al rico oriente, que controla económicamente al país, y un pobre occidente que aunque ahora tiene el poder político, no puede ejercerlo del todo en razón de la férrea oposición.
La aspiración final de Santa Cruz y de familias como la de Marcelo Domingo es lograr una mayor autonomía respecto al gobierno de La Paz, que les permita administrar de forma independiente sus recursos y elegir a sus propias autoridades.
El promotor de la iniciativa general, así como de la más reciente jornada de paro registrada el pasado miércoles, es el gobernador Rubén Costas. Sin embargo, junto a la oposición política hay también un fuerte movimiento de los llamados comités cívicos.
Los partidos políticos parecen haber cedido su iniciativa a líderes empresariales que, agrupados en torno al Comité Cívico Pro-Santa Cruz (Ccpsc), han definido la línea opositora desde que Morales asumiera el cargo en enero de 2006. Las organizaciones cívicas comenzaron a concentrar más poder a partir del referendo del 2 de julio de 2006 en que la autonomía ganó en Santa Cruz y otras tres regiones: Tarija, Beni y Pando, que de inmediato se alinearon detrás del liderazgo cruceño.
Desde entonces la disputa ha estado centrada en la destinación de los recursos producto de la explotación del gas, la cuales han crecido un 700 por ciento, y la aprobación de la nueva Constitución. En caso de que el texto constitucional sea ratificado, Morales tendría el camino libre para adelantar la reversión de los recursos naturales al Estado, la entrega de tierras a los pobres y una distribución más equitativa del ingreso. /EL NUEVO SIGLO-AFP
Los puntos clave de la crisis
Estos son algunos de los puntos clave del conflicto entre el gobierno central y las regiones:
- Protesta Regional: Seis de los nueve departamentos -Santa Cruz, Tarija, Pando, Beni, Cochabamba y Chuquisaca- tienen planeadas nuevas protestas para la próxima semana.
- La Constituyente: La aprobación por parte del oficialismo de un proyecto de Constitución sin consenso con la oposición, provocó disturbios en Sucre, con saldo de tres muertos.
- Recorte de recursos para las regiones: Un bono para ancianos, que antes salía de la renta de las petroleras, ahora será financiado por recursos a los departamentos.
- Autonomías: Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando buscan obtener autonomía política y administrativa, una idea que, aunque rechazada por el presidente Morales, debe ser acatada, ya que fue aprobada mediante referendo.
- Capitalidad: La idea de que Sucre se convierta en sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo en detrimento de La Paz, se convirtió en el caballito de batalla de la oposición para paralizar la Constituyente.
- Tierras: El proyecto gubernamental de dar función social a la tierra redistribuyéndola entre indígenas y campesinos se ha encontrado con la férrea oposición de poderosos latifundistas.
[Fuente: El Nuevo Siglo, Bogotá, Col, 02dic07]
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