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12sep08
Morales estudia estado de sitio para contener crisis
El gobierno del presidente Evo Morales sopesa la posibilidad de dictar estado de sitio en Bolivia, para contener la crisis política desatada por los enfrentamientos con la oposición en varias regiones del país, afirmó hoy, jueves, el embajador boliviano en Brasilia, René Mauricio Dorfler.
"La Constitución política establece esa posibilidad y el gobierno está evaluando esta cuestión", dijo el diplomático, en una rueda de prensa concedida hoy en Brasilia conjuntamente con el ministro de Finanzas de Bolivia, Luis Alberto Arce.
Sin embargo, afirmó que el gobierno todavía se resiste a la posibilidad de dictar medidas más drásticas para contener la crisis, porque considera que la población no debe ser perjudicada por "pequeños grupos que practican actos de vandalismo y terrorismo".
A su vez, Arce negó que su país esté al borde de una guerra civil: "No se trata de una guerra civil. Son reducidos grupos radicales, financiados, que actúan en función de ciertas instrucciones que reciben", dijo el ministro.
"Son pequeños grupos radicales, de 200 a 400 personas, pero que son violentos y terroristas. Ellos están generando esa situación en Bolivia. No están en todas las regiones. No se trata de la mayoría de la población, pero causa daños. Es un intento de golpe civil contra la democracia boliviana, un intento de afectar la estabilidad del país", enfatizó.
El ministro mencionó como ejemplo los actos de sabotaje contra los gasoductos que suministran gas natural boliviano a Argentina y a Brasil, y aseveró que el gobierno estudia medidas para evitar que sigan ocurriendo tales problemas.
"El gobierno está tomando las medidas necesarias y está instruyendo a las Fuerzas Armadas de Bolivia a proteger los campos petroleros y de gas del país. La policía nacional está realizando las investigaciones necesarias", aseveró.
Según Arce, los militares ya actuaban en la protección de los campos de petróleo y gas, pero esa medida necesita ser reforzada ante los ataques de opositores.
"Los campos estaban protegidos, pero el gasoducto tiene larguísima proporción. Las Fuerzas Armadas están redoblando esfuerzos para vigilar lugares donde pueden ocurrir atentados terroristas", aseguró.
En un comunicado divulgado anoche por la Cancillería, el gobierno brasileño expresó su "gran preocupación" ante la crisis política en Bolivia y lamentó "el recrudecimiento de la violencia y de los actos de desacato a las instituciones y al orden legal" en el país vecino.
La nota expresa la solidaridad de Brasil "con el gobierno constitucional" de Morales y expresa la esperanza de que "cesen inmediatamente las acciones de los grupos que recurren a la violencia y a la intimidación".
"El gobierno brasileño insta a todos los actores políticos a que ejerzan comedimiento, respeten la institucionalidad democrática y retomen los canales de diálogo y de la concertación, en la búsqueda de una solución negociada y sostenible", agregó el comunicado.
Según el diario "O Estado de Sao Paulo", que se remite a fuentes de la Cancillería, Brasil considera que Morales tiene "las manos atadas" para enfrentar los ataques de la oposición a los campos de gas y a los gasoductos, porque "hay insubordinación en las Fuerzas Armadas".
Según una fuente diplomática brasileña que pidió no ser identificada, la destrucción de un ducto de 32 pulgadas que transporta gas a Brasil ocurrida ayer cerca del poblado de Palmar Grande ocurrió en momentos que 18 militares vigilaban las instalaciones del gasoducto, y "no reaccionaron al ataque".
"La evaluación del Itamaraty (Cancillería) es de que el gobierno Evo Morales se resiste a decretar estado de sitio en el país justamente porque las Fuerzas Armadas están, en la práctica, insobordinadas", concluyó el reportaje.
[Fuente: Por Fernanda Ramirez, CRE, DPA, Brasilia, 12sep08]
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