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15ene17
Sembrando nabos en nuestras espaldas
Las aberraciones jurídicas para forzar la inconstitucional postulación del actual Presidente del Estado en las elecciones del año 2019 han superado todo límite de racionalidad y sensatez. La cereza de la torta: los precedentes invocados por el Procurador, del supuesto viejo Estado colonial relativos a René Barrientos Ortuño y Jaime Paz Zamora.
Resulta que cuando el Tribunal Constitucional habilitó inconstitucionalmente la postulación del actual Presidente para las elecciones del año 2014, el viejo y supuesto Estado colonial no contaba ni servía para nada, los períodos de gobierno transcurridos durante su vigencia, a pesar de la clarísima y contundente Disposición Transitoria Primera II de la propia Constitución, desaparecieron como por arte de magia (hasta Harry Potter envidiaría la magia extraordinaria de los miembros del TCP); y ahora, para alcanzar el mismo inconstitucional objetivo, resulta que el viejo y supuesto Estado colonial era una obra magnífica de arte, cuyos precedentes son dignos de seguimiento y alabanza.
Lo que no dice el Procurador es que ningún precedente puede tener valor ni aplicación legal alguna cuando vulnera una norma de la Constitución, como es la del artículo 168 ratificado en el referendo del 21 F y olvida también que fueron esta clase de maniobras fraudulentas y manipuladoras las que aniquilaron a la clase política tradicional anterior al año 2005, y que ahora el supuesto gobierno de cambio, que ya de cambio no tiene nada, no sólo las copia e imita, sino que groseramente, las agrava exponencialmente.
De las cuatro vías que los magos azules se inventaron para forzar la inconstitucional candidatura del actual presidente el año 2019, la de la renuncia anticipada que es la que más le gusta al Procurador, es la más antijurídica y disparatada, por la sencilla razón de que con esta vía se estaría vulnerando la prohibición del artículo 168 de la Constitución por la voluntad unilateral y discrecional del propio sujeto obligado a respetarla y cumplirla: el Presidente del Estado; y, lo que es más grave, se estaría sustituyendo la regla del artículo 168 de la Constitución de una sola reelección de manera continua por otra regla opuesta de reelección indefinida. Es decir, que con esta triquiñuela, ardid o estratagema, del jueguito de la renuncia, se estaría consumando un fraude a la Constitución y una violación evidente del artículo 168, con cuya regla de juego el actual Presidente del Estado ha podido acceder y ejercer legal y legítimamente su segundo mandato de gobierno (sin el fraude del TCP el mandato 2010-2015; con el fallo trucho el mandato 2015-2020).
Lo que toda la magia azul no puede borrar ni con Asamblea Constituyente, menos con repetir todas las veces que quieran el referendo del 21 F para que salga el resultado anhelado con los dados cargados, y peor aún con otro fallo trucho del TCP (nuevamente el TCP se está adornando como arbolito de Navidad con el fallo León -aunque no ordenó su inmediata libertad si es que no hubiera sido un fallo fariseo- y preaviso laboral, como en el anterior se adornó con el fallo irretroactividad de la Ley Quiroga Santa Cruz), es que la base de la constitucionalidad, legalidad y legitimidad del segundo mandato del actual Presidente del Estado es su inhabilitación para el tercero. Esta es la regla del art. 168 CPE, ratificada con el referendo del 21 F, que produjo irreversiblemente todos sus efectos habilitatorios (segundo mandato continuo) e inhabilitatorios (tercer mandato continuo) el primer día de ejercicio del segundo mandato, esto es en enero del año 2015.
Al tratar de sustituir esta regla del artículo 168 para la elección del año 2019 están socavando, el Presidente y Vicepresidente, su propia legalidad y legitimidad de origen y de ejercicio, que está inexorablemente atada, unida y fusionada a su inhabilitación ya consumada y operada irreversiblemente para las elecciones del año 2019. Entonces, estaríamos vulnerando el artículo 3 de la Carta Democrática Interamericana en la parte que menciona: "Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, … el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho…"
Frente a esto he recomendado la realización de 9 cabildos departamentales para la defensa de los resultados del referendo del 21 F en los que se aprueben una denuncia por violación a este artículo 3 de la Carta Democrática Interamericana y su presentación al Secretario General de la OEA, con una solicitud de aplicación del artículo 18 de la misma Carta Democrática que prescribe:
Artículo 18:
Cuando en un Estado Miembro se produzcan situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder, el Secretario General o el Consejo Permanente podrá, con el consentimiento previo del Gobierno afectado, disponer visitas y otras gestiones con la finalidad de hacer un análisis de la situación. El Secretario General elevará un informe al Consejo Permanente, y éste realizará una apreciación colectiva de la situación y, en caso necesario, podrá adoptar decisiones dirigidas a la preservación de la institucionalidad democrática y su fortalecimiento.
Como primera medida de contención y prevención; y si esta medida no fuera suficiente, con una solicitud adicional de aplicación del artículo 19 de la misma Carta Democrática que prescribe:
Artículo 19. Basado en los principios de la Carta de la OEA y con sujeción a sus normas, y en concordancia con la cláusula democrática contenida en la Declaración de la ciudad de Quebec, la ruptura del orden democrático o una alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático en un Estado Miembro constituye, mientras persista, un obstáculo insuperable para la participación de su gobierno en las sesiones de la Asamblea General, de la Reunión de Consulta, de los Consejos de la Organización y de las conferencias especializadas, de las comisiones, grupos de trabajo y demás órganos de la Organización.
Como segunda medida de reparación y restablecimiento del orden nacional e internacional vulnerados.
Con esto, por más que sigan intentando sembrar nabos en nuestras espaldas desde el Gobierno y sus instituciones y corporaciones satélites, por lo menos sabrán que nos damos cuenta. No somos unos idiotas incorregibles.
[Fuente: Por Carlos Alarcón, Página Siete, La Paz, 15ene17]
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