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30ene22


La droga sale de Bolivia por cinco rutas y llega a cuatro continentes


La cocaína “cocinada” en Bolivia tiene cinco corredores de salida, dos más a comparación de años anteriores. Brasil es el destino más utilizado, pero ahora está de moda la vía a Paraguay por el negocio con las mafias de Medio Oriente. Argentina y Chile se mantienen como rutas tradicionales y ahora se descubrió una nueva vía hacia el Caribe, y desde ahí la droga pasa a Estados Unidos y Europa. La pasta base llega de Perú, pero también hay producción de cocaína en suelo boliviano.

La ruta a Paraguay está en plena consolidación. El Chaco tarijeño se convirtió en una zona roja del narcotráfico. Según informes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) existen laboratorios de refinación de cocaína y pistas clandestinas.

Esto se debe a una razón. El corredor a Paraguay. La triple frontera que la comparten Brasil, Paraguay y Argentina se convirtió en un paso obligado del cargamento de la cocaína boliviana. Los negocios en esa zona son dominados por las mafias brasileñas. Están presentes el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho, grupos que se disputan el área. Estas bandas criminales hacen el negocio con similares de Medio Oriente, como emisarios de Hezbollah libanés. Esta facción se encarga de llevar la droga -que también llega desde Colombia- hasta Europa y Asia.

Desde la triple frontera trasladan la cocaína boliviana a Brasil o Argentina y de ahí en cargamentos, por lo general de soya, se “exporta” la droga a puertos europeos y de Medio Oriente.

Triple frontera

Un informe de la Policía paraguaya muestra las operaciones que se hacen en la triple frontera con la cocaína que llega desde Bolivia y Colombia, aunque también de Perú. El documento establece también que la droga boliviana desembarca en Paraguay luego de la navegación por la hidrovía Paraná-Paraguay.

En la “frontera caliente” el crimen está en su auge. Las bandas están en plena disputa del área y buscan “socios” en Medio Oriente y Asia, destinos difíciles para enviar la droga boliviana.

El Hezbollah estuvo desde siempre conectado con el negocio de las drogas. Su feudo, el Valle de Bekaa, en Líbano, es una de las mayores regiones productores de opio y hachís del mundo. También aprovechan las antiguas rutas de traficantes hacia Europa para obtener buenas ganancias. La DEA, la agencia antidrogas estadounidense, identificó en 2016 una estructura jerárquica dentro de Hezbollah que está a cargo de sus operaciones ilícitas, al menos, desde 2007.

Además, se identificó negocios con mafias latinas, como el cartel de Los Zetas de México y la Oficina de Envigado, de Colombia.

Al respecto, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, afirmó que Bolivia se convirtió en un país de tránsito de la droga peruana y que en el territorio nacional se instalaron laboratorios que refinan la cocaína.

“En las pistas destruidas se habrían encontrado gran cantidad de Avgas, que es el combustible que se utiliza para las distintas avionetas, lo que demuestra una vez más que Bolivia es un país de tránsito de la droga que viene procedente del país vecino de Perú y luego iba a ser trasladada al país vecino del Brasil o a otros países”, aseguró Del Castillo.

Según el informe oficial paraguayo, aparte del PCC y del Comando Vermelho, existen otros grupos menores que negocian la cocaína con mafias del Medio Oriente. En estos grupos hay los llamados “carteles criollos”, que son de Bolivia y Perú.

Una nueva ruta que abrió el narcotráfico tiene como punto de conexión el Caribe. Desde pistas clandestinas en el oriente boliviano sale la cocaína refinada rumbo a países centroamericanos y desde ahí a Estados Unidos y también a Europa. En el último tiempo se conoció que el exjefe antidroga Maximiliano Dávila, según un informe de la DEA, ofreció “seguridad armada” y “protección al cargamento de cocaína con un agente del orden boliviano que estaría a cargo de custodiar aviones y su carga en aeropuertos”.

El destino era República Dominicana y de ahí gran parte de la droga se iba a Estados Unidos, pero también a Europa. En un informe de la Unidad de Antinarcóticos de la Policía de Colombia se establece que la cocaína boliviana y colombiana también tienen como puerto intermedio a Venezuela y Ecuador, de donde la sustancia parte a Centroamérica.

El más utilizado

Brasil sigue siendo el corredor de drogas más utilizado por los narcos desde Bolivia. En esta vía se consolidó la “ruta africana”, según un estudio de la Felcn. Cabo Verde, un país conformado por islas en África, es el punto intermedio de la cocaína que “exportan” las mafias desde suelo brasileño y, también, venezolano.

“Cabo Verde se convirtió en un país de tránsito de sustancias controladas. En estas islas no hay mucho control y luego la sustancia va rumbo a Europa, por lo general a España y Portugal”, dice el informe-estudio de la Felcn. En Brasil son dos mafias las que manejan el negocio de las drogas: el PCC y el Comando Vermelho.

La mayor parte de la cocaína boliviana llega a Brasil en avionetas a pistas clandestinas, pero también se utilizan los pasos fronterizos ilegales para transportar las sustancias en vehículos.

Argentina y Chile son “rutas tradicionales” de la cocaína boliviana. Según la Felcn, al territorio argentino la droga pasa en avionetas y también se aplica la modalidad de “mulas”, que son las personas que llevan la droga al interior de su cuerpo o en sus maletas.

En el norte argentino la Gendarmería del vecino reveló que existen avionetas procedentes de Bolivia que lanzan bolsones de cocaína en terrenos privados.

[Fuente: Por Ivan Alejandro Paredes, El Deber, Santa Cruz de la Sierra, 30ene22]

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small logoThis document has been published on 30Jan22 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes.