Información | ||
Derechos | Equipo Nizkor
|
20dic16
La droga bajo el poder de grandes empresarios
2016 fue el año en que el narcotráfico en Bolivia buscó otros medios para pasar desapercibido. Los capos decidieron mimetizar la cocaína en cargamentos de minerales y, por otro lado, empresarios se vieron involucrados en tráfico ilegal haciendo uso de avionetas o camiones de alto tonelaje que pertenecían a las firmas. Estas nuevas formas de delinquir no impidieron que cada día y en cualquier circunstancia la fuerza antidroga encuentre fábricas, laboratorios o estupefacientes en tránsito dentro del territorio nacional.
Ocho toneladas de clorhidrato de cocaína (droga en su máxima pureza) fueron halladas en cuatro contenedores gigantes. El operativo fue en enero, la droga estaba camuflada en el mineral sulfato de bario. El destino final de la carga era Costa de Marfil donde se comercializaría hasta en 640 millones de dólares.
Los camiones que utilizaron tenían el permiso de exportación, sin embargo, la cocaína estaba adherida en el mineral que se iba a llevar legalmente.
La investigación policial para realizar el operativo el 14 de enero comenzó un año atrás. El personal de inteligencia sospechó de la empresa que transportaba este material porque era de uso exclusivo para la perforación de pozos petroleros y en Costa de Marfil no se realiza ese trabajo.
La ruta narco con los camiones comenzaba en la ciudad de Santa Cruz, luego iban a llegar a Yacuiba (Tarija) para pasar a territorio argentino y después llegar a un puerto de Montevideo (Uruguay). Allí los contenedores con el mineral serían transportados por el océano Atlántico hasta Costa de Marfil (África).
A partir de este descubrimiento se investigó cómo algunos eslabones del narcotráfico se especializan en ocultar droga adherida en minerales. En este caso, la Policía tuvo que
interceptar primero a los vehículos y recolectar muestras de la carga después. El primer camión fue interceptado en Santa Cruz y los otros dos en Yacuiba.
El mineral fue analizado en el laboratorio de la FELCN mediante un método llamado cromatografía de gases con trampas de iones. "Dada la complejidad de cómo se escondió la sustancia no se podía detectar con otros métodos de prueba convencionales", explicó aquella vez el director nacional de la fuerza policial, Santiago Delgadillo.
Droga con ulexita hacia Estados Unidos
El otro operativo de magnitud fue en julio. La Policía junto con la Fiscalía Antidroga decomisó siete toneladas de cocaína purificada que estaban camufladas en el mineral ulexita. La droga estaba escondida en un contenedor que iba a ser llevado en un tráiler hacia Chile. El camión fue interceptado en Patacamaya, camino a Oruro, y en ese lugar tres personas fueron aprehendidas.
El grupo delictivo había organizado todo para enviar la droga camuflada en la carga de 22 toneladas del mineral en primera instancia hasta Tambo Quemado. Después, seguir la ruta hasta Chile, Honduras y finalmente debía llegar a Estados Unidos.
La Policía ingresó en una investigación profunda para encontrar a los responsables primarios del envío de la cocaína, sin embargo, y pese a diferentes allanamientos en Cochabamba y Santa Cruz no logró dar con los cabecillas. La hipótesis principal es que se encontraban en el exterior del país. La carga de la droga estaba avaluada en 379 millones de dólares.
El cargamento estaba manejado por la empresa Borobrasbol, de Erland Taborga, en primera instancia iba dirigido a Honduras. Pero el destino final era Estados Unidos.
Las bolsas del mineral junto con la cocaína pura fueron presentadas públicamente en el patio de honor de la Academia Nacional de Policías (Anapol). Detrás del cargamento estaba el contenedor de la empresa involucrada que después sería sometido a un peritaje profundo para establecer si en anteriores ocasiones transportó droga adherida en minerales. La droga confiscada fue destruida por efectivos policiales.
Ambos operativos, tanto el de enero como el de julio dejó una afectación al narcotráfico aproximadamente de 1.020 millones de dólares.
De esta forma se demostró que las bandas de narcotraficantes apostaron por un nuevo método de tráfico más rentable que otros: el envío de droga con mineral. De lo que aún no se tiene certeza es si es que camiones con ese material lograron pasar las fronteras.
Empresarios al más alto nivel de los peces gordos
Cuando el gerente de la empresa transportadora Creta SRL, José Luis Sejas, fue implicado en Argentina como el cabecilla de una banda de narcos fue un vínculo difícil de creer. El empresario boliviano había sido buscado en el país vecino por el transporte de cargamentos de clorhidrato de cocaína en camiones de su firma que hacían el servicio de llevar combustible.
Si bien este caso se destapó el año 2015, las autoridades argentinas pidieron su extradición este año por ser uno de los líderes de la organización criminal. Una vez conocidos los antecedentes de este personaje en el norte argentino, en Bolivia la Policía y la Fiscalía recién se movilizaron para dar con él.
En agosto de este año, Sejas Rosales fue enviado con detención preventiva a la cárcel de Palmasola y la Fiscalía confiscó al menos 70 camiones de su propiedad. Asimismo, para detenerlo la Policía tuvo que ingresar a 15 inmuebles de su propiedad para buscarlo.
El empresario tenía un contrato con la petrolera estatal YPFB para el transporte de combustible, no obstante el tráfico de droga lo hacía en esos recorridos por tierra hasta Argentina. Durante meses las autoridades de YPFB se mantuvieron en silencio, pero cuando el caso salió a la luz decidieron cortar cualquier tipo de situación contractual con Creta. Deslindaron cualquier responsabilidad y alegaron que no conocían los nexos de esta firma con el narco.
Argentina emitió un exhorto para que Sejas sea extraditado, pero según las normas vigentes el proceso en Bolivia debe concluir para luego ser enviado a Argentina.
Sin embargo, no fue el único caso. En marzo cayó el empresario en hidrocarburos Wilson Maldonado, acusado de ser el cabecilla de una banda de narcotraficantes que enviaba droga a Argentina por vía aérea con su marca "W".
El último cargamento que debía llegar desde Bolivia al país del sur fue interceptado por la Gendarmería argentina el 14 de febrero; 267 kilogramos de cocaína con el sello estaban ocultos en un camión que se desplazaba en una carretera de la provincia Santiago del Estero. Empero, la estrategia del empresario no era trasportar por tierra. Se presume que la droga cruzaba la frontera por aire y ya en argentina el cargamento se desplazaba por tierra hasta el destino final.
Maldonado ya estuvo tras las rejas en Argentina. En 1993, la Superintendencia de Drogas Peligrosas lo detuvo junto a otras dos personas, fue acusado de traficar 25 kilos de cocaína. Sin embargo, en 1998 la Corte Suprema de la Nación lo absolvió.
Años después, el Chichi Maldonado, como era conocido por sus amigos, fue detenido en el operativo del pasado 14 de febrero, llamado Febrero Blanco. Éste no es el único motivo para que la Policía haya comenzado la búsqueda. Las autoridades ya conocían su nombre en escuchas telefónicas de un caso anterior, de 2013, también por droga.
Frente a todos estos hechos, el Gobierno mantiene la seguridad de que en Bolivia no hay cárteles y la lucha contra el narcotráfico es de frente, pero no sabe responder las razones de las cantidades de droga que se encuentran cada día.
135 toneladas de sustancias controladas confiscadas en territorio nacional en 2016
De enero hasta noviembre de este año la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) decomisó un total de 135 toneladas de droga, entre marihuana y cocaína. Lo relevante en este año es que la confiscación de cocaína es más del doble que la del año pasado.
El director de esta repartición policial, Santiago Delgadillo, remarcó que la Policía realizó al menos 10.310 operativos a lo largo y ancho del país los cuales se tradujeron en el secuestro de 28,8 toneladas de cocaína y 107 toneladas de marihuana.
El año 2015 la cantidad de cocaína confiscada fue de 22,7 toneladas.
Asimismo, se decomisó alrededor de 438,2 kilos de sustancias químicas solidas y 818,4 litros de sustancias líquidas.
En todos los operativos realizados 3.080 personas fueron detenidas, vinculadas con el tráfico de sustancias controladas; 10 avionetas fueron confiscadas.
La gran mayoría de los detenidos son bolivianos implicados en tráfico de droga (2.880).
Asimismo, 51 peruanos fueron aprehendidos, 46 colombianos, 29 argentinos, 20 brasileños, 13 chilenos, 12 paraguayos, tres españoles, tres franceses y tres uruguayos, entre otros.
Los operativos más relevantes se coordinaron con la Policía de Perú y Brasil en el marco de los acuerdos bilaterales que están vigentes.
[Fuente: Por Daniela Romero Linares, Página Siete, La Paz, 20dic16]
This document has been published on 21Dec16 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |